Cuando la madre de la novia tiene tanto protagonismo como la novia. En pocas bodas se da esta circunstancia. En esta, sí. Tamara Falcó, que ha convertido su boda en un espectáculo 360, con todos los medios apuntando hacia ella, convive con los destellos absolutos de mamá Isabel. Isabel Preysler es mucha Isabel. Es la piedra angular de la familia y la síntesis de las revistas del corazón. Es imposible opacar a una reina como ella. Por eso, en la boda estratosférica de Tamara (que parece que llevara cansándose desde hace meses) hay dos protagonistas estelares: madre e hija. Lo veremos este sábado 8 porque en la preparty del enlace no se ha dejado ver Isabel.
Por compartir, comparten hasta el diseñador del vestido más buscado del año, el de Tamara, que se fue hasta Nueva York para que le tomaran las medidas y le confeccionaran la maravilla de las maravillas. Vuelo va y vuelo viene.
El autor de este secreto mejor guardado es el director creativo de Carolina Herrera, Wes Gordon, un maestro de la aguja que además ha atendido a los medios españoles con unas palabras amabilísimas: "El vestido de la boda es blanco, el de después no es blanco". Pues hasta eso, la maestría de Gordon, han compartido Isabel y Tamara. Este sábado 8 nos dejará un álbum de fotos familiar que dará que hablar tanto como los preparativos.
