Gente

La receta de Onieva para reconquistar a Tamara o la ley del deseo: de la misa de Gallo al pisito

Tamara Falcó e Íñigo Onieva han decidido retomar su historia de amor. Como se venía sospechando, la marquesa de Griñón da una segunda oportunidad al joven, tal y como ha confirmado la revista Hola, que ha adelantado su portada de este miércoles ante el clamor generalizado que apuntaba a la reconciliación.

Parece que después de vomitar insultos a borbotones por la herida sufrida tras la infidelidad del piquito con la modeluqui, estos tres meses le han servido a la hija de Isabel Preysler no solo para llorar, despreciar a Onieva y reflexionar acerca de su futuro, sino para engordar su popularidad, que es como decir engordar su cuenta bancaria.

No olvidemos el colosal interés mediático por los actos públicos a los que ha acudido, que le han patrocinado y pagado buenos cachés dada la enorme capacidad de la aristócrata para atraer medios tras ser víctima de infidelidad. Por sacarse se ha sacado hasta un viaje pagado para ella y parte de su familia a lo mejorcito de las Maldivas. Sin duda allí decidieron madre e hija que la primer dejaba al Nobel y la segunda cogía al niño mono y joven.

Ver esta publicación en Instagram

Una publicación compartida de Tamara Falco? (@tamara_falco)

Compromiso 2, boda en verano y qué más...

Pero si la ruptura es rentable, la reconciliación no tiene por qué ser menos lucrativa: y no digamos si hay pack con el nuevo compromiso, boda, luna de miel y demás capítulos de este culebrón que veremos pronto en la segunda temporada de la serie de Netflix dedicada a la documarquesa de Griñón.

Han triunfado el amor y el dinero. Íñigo se lo ha trabajado, se ha arrastrado por el suelo como una serpiente, se ha comido las humillaciones con que Tamara le ha devuelto la suya. Su trabajo no ha sido fácil pero el premio, más allá de recomponer su corazón roto y ver correspondido su amor, puede ser el marquesado de Griñón, con o sin castillo. 

Íñigo ha luchado contra viento y marea para volver a ganarse el respeto de Tamara. Se ha alejado del mundo de la noche durante estos tres meses, se ha volcado en la fe cristiana que tanto ama Tamara, ha visto como la hija de Preysler tonteaba con el amigo traidor Hugo, esa "rata asquerosa", como le calificó Onieva.

La ley del deseo

Cuando Tamara e Íñigo coincidieron en la Misa del Gallo, unas imágenes furtivas captaron a Onieva casi bostezando, demostrando que él no estaba allí tanto por su fe como por su presa, la misma que se le escapó por darse piquitos de Festival en Nevada. Y, no lo olvidemos, estuvieron en un piso solos, en la intimidad, momento que también se filtró a la prensa con día y hora. Los detalles escabrosos de ese encuentro no vamos a contarlos pero sin duda han tenido que ver con la reconquista porque su amor no es platónico sino carnal. Almodóvar lo llamaría La ley del deseo.

Desde su ruptura el pasado 23 septiembre, han sucedido muchas cosas entre el guapo y la marquesa que poco a poco se han ido conociendo. Aunque la reina de los oseas parecía tener claro que nunca perdonaría una infidelidad, el tiempo ha conseguido lograr una reconciliación entre ambos. Se ha obrado el milagro. Lástima que no se puedan recuperar todos los instagrames que tiró ella junto al que será su marido. ¿Los tiró?

Ahora habrá que ver qué dicen los tortolitos reciclados, otra cosa es que nos creamos lo que cuentan porque no olvidemos que mucha palabra no tienen. Tamara, porque dio por imposible la vuelta y Onieva porque ya sabemos que miente sin pestañear: recordemos que ambos se mostraron molestos con la prensa cuando salieron las imágenes del vídeo y ella aún creía en su futuro marido. "Os hemos dicho que no vamos a hablar nunca". La primera aparición pública de Tamara e Íñigo tras anunciar su boda, se vio empañada por el ya famoso vídeo en el que se puede ver al madrileño besando a una chica. "Es una lástima que siempre haya gente que quiera destrozar nuestra relación", explicaba el novio de Tamara, que no dudó en mentir a saco y decir que no se trataba de una infidelidad y que el vídeo era de hace años. "He ido a ese lugar varias veces, son de 2019 esas imágenes, que quieran sacar esto el día de nuestro anuncio de engagement es una lástima", zanjaba Íñigo. Luego, hay que decirlo, pidió perdón en la puerta de un restaurante de La Castellana por el embuste y por lo que le había hecho a Tamara.

En todo caso, visto lo visto, y teniendo en cuenta que a Tamara, además del amor a Dios y a Íñigo, le mueve el dinero, nada mejor que un nuevo momento de compromiso y una boda bien vendida para juntar lo que más le gusta del mundo: dinero y amor, todo sellado por un sacerdote ante el altar y ante Hola. ¡Que Dios se lo pague!

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBeloudBluesky

Archivado en: