Lo de Tamara Falcó e Íñigo Onieva da para unos cuantos libros. En pleno revuelo por la amistad especial de la marquesa de Griñón con Hugo Arévalo, han comentado que en Nochebuena estuvo con el mismísimo Íñigo. Así fue como, según varios testigos, ocurrieron los hechos.
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"Ella se reía", ha comentado este jueves en Sálvame uno de los testigos que estuvo en la Parroquia Bautismo del Señor de Puerta de Hierro. El empresario de la noche no es muy de misas, pero por recuperar a Tamara, lo que sea: "Iban ella delante y él detrás. Íñigo no tenía ninguna gana de estar, se le veía en la cara. Él detrás, arrastrado. Se fueron los dos juntos y ya no sé lo que hicieron con su vida", ha asegurado el otro testigo.
No sería la primera vez que ambos coinciden tras la ruptura. También estuvieron juntos el 30 de noviembre, durante una reunión nocturna que se alargó durante horas. Este encuentro se produjo dos semanas antes de que trascendiera la posible relación entre la hija de Isabel Preysler y Hugo, amigo de toda la vida de Tamara y también del propio Íñigo.
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Entre otros pasos para recuperar a Tamara, Íñigo ha realizado recientemente el Camino de Santiago. La hija de Carlos Falcó es una mujer devota. Él no tanto. Motivo por el que durante el tiempo que duró su relación hicieron un pacto: él iría a misa un día a la semana y ella otro día a su discoteca. De poco sirvió, ya que todo saltó por los aires cuando se difundió el vídeo de Onieva besando a otra mujer en aquel festival de Nevada. Su ruptura siempre fue crónica de una muerte anunciada, ya que los rumores de infidelidad eran una constante desde que comenzaran su noviazgo en 2020.
Entre tanto, en el clan Preysler también se habla, y no poco, de la gran ruptura del año: la de Isabel y Mario Vargas Llosa. Un final que anunció la propia reina de corazones en su revista amiga este miércoles. Vaya añito...
