La reina Sofía volverá a pisar este domingo suelo mallorquín, su refugio estival por excelencia y uno de los destinos más entrañables para ella. Aunque no ha sido la primera en llegar este año a la isla, como era habitual en el pasado, debido a la salud de su hermana pequeña, la princesa Irene, sí podrá disfrutar de unos días de descanso en un entorno que para ella es mucho más que una residencia de verano. Es un lugar emocional, que conecta con sus raíces más profundas y donde ha pasado algunos de los momentos más felices de su vida.
La reina emérita, profundamente unida a la isla, siente una conexión especial con Palma, un enclave que le evoca los veranos de su infancia en la isla griega de Corfú. Allí se encontraba Mon Repos, la residencia de verano de la familia real helena y lugar donde creció rodeada de mar, jardines y familia. Así lo ha expresado en diversas ocasiones, destacando el paralelismo emocional entre aquel rincón del Mediterráneo y Mallorca, que con el paso del tiempo se ha convertido también en un símbolo de unidad para la Familia Real española. En esta ocasión, doña Sofía ha retrasado su llegada a Palma por un motivo personal de gran relevancia: el delicado estado de salud de su hermana, la princesa Irene de Grecia. Ambas mantienen una relación muy estrecha y, en los últimos años, la reina ha estado especialmente pendiente de los cuidados médicos que necesita su hermana menor, afectada por un progresivo deterioro cognitivo. Esta atención prioritaria ha hecho que no volara junto a los Reyes y sus nietas, que ya se encuentran instalados en Marivent desde hace unos días.

La ausencia de doña Sofía en Palma tiene una explicación de peso, se debe al delicado estado de salud de su hermana, la princesa Irene de Grecia, de 83 años, que ha sufrido un bajón en las últimas semanas. La preocupación en el entorno familiar es evidente, y todo apunta a que esta sería la razón por la que la emérita aún no ha puesto rumbo a la isla para iniciar sus vacaciones.

A pesar del cambio de planes, la reina Sofía tiene previsto llegar a la isla este domingo 3 de agosto. Su estancia, aunque breve, incluirá uno de los actos institucionales más relevantes del verano en la agenda de la Casa Real: la tradicional recepción en el Palacio de Marivent, prevista para el lunes 4 de agosto. Será una ocasión significativa, en la que estará acompañada por los reyes Felipe y Letizia, y muy posiblemente también por la princesa Leonor y la infanta Sofía, aunque la participación de estas últimas aún no ha sido oficialmente confirmada. Este evento, que por cuarto año consecutivo se celebra en la residencia estival de los monarcas, abre las puertas de Marivent a representantes de todas las instituciones y sectores de Baleares. Asisten miembros del Gobierno autonómico, del Parlamento balear, así como representantes del mundo empresarial, cultural, deportivo, gastronómico, sanitario y de los medios de comunicación, entre otros.

La posible presencia de la princesa Leonor y la infanta Sofía marcaría un nuevo paso en su progresiva incorporación a la vida institucional. Ambas, ya mayores de edad, han intensificado en el último año su visibilidad pública y su implicación en actos oficiales. Una evolución que el propio Felipe VI ha subrayado en distintas intervenciones, como en la última edición de los Premios Princesa de Girona, donde destacó el compromiso y madurez de sus hijas: "Las vemos crecer, comprometerse y asumir su papel con responsabilidad y vocación de servicio". El entorno familiar en Marivent también se presta a fortalecer esos lazos intergeneracionales que tan presentes están en el seno de la familia Borbón. Para la reina Sofía, estos días en Palma también representan una oportunidad para compartir tiempo con sus nietas, retomar paseos tranquilos por el centro histórico o visitar la Fundación Pilar y Joan Miró, con la que mantiene un vínculo especial desde hace años. Aunque su presencia pública se ha reducido en los últimos tiempos, la reina emérita continúa siendo una figura esencial dentro de la monarquía. Su imagen transmite cercanía, estabilidad y un profundo sentido del deber que sigue vigente a pesar de su retirada progresiva de la agenda oficial.
Y el domingo, doña Letizia volverá a dejarse ver por las calles de Palma para asistir a la clausura del 'Atlántida Mallorca Film Fest', poniendo punto final al festival tras haber acudido este jueves junto a Leonor y Sofía a disfrutar de una de sus películas documentales.

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