Se cumple una semana desde que el padre de Felipe VI anunciara una demanda contra el ex presidente de Cantabria por las presuntas "expresiones injuriosas" que ha realizado en distintos medios de comunicación en los últimos tres años. Este martes han salido a la luz nuevos detalles del documento oficial en el que don Juan Carlos exige a Miguel Ángel Revilla 50.000 euros en concepto de indemnización por dañar su honor, pero también le ofrece un acuerdo de paz para evitar verse las caras en el juzgado.
Según el programa de Sonsoles, la demanda del emérito consta de 10 folios: 7 de ellos recogen todas las declaraciones de Revilla en distintos programas de radio y televisión, en los que tacha de "delincuente" a Juan Carlos I; las otras 3 detallan la reclamación y también recogen una oferta para zanjar la cuestión de manera amistosa. El emérito impone dos condiciones innegociables: la primera, que Revilla rectifique todo lo que ha dicho en los mismos espacios mediáticos en los que "lo calumnió" y con la misma dimensión, además de un compromiso explícito y firmado de que no volverá a hablar de él en esos términos de manera pública.
Revilla tiene varios días para pensar su decisión antes del acto de conciliación que se celebrará en Santander y al que no acudirá don Juan Carlos sino su abogada, pues él no está obligado. Sin embargo, a tenor de las declaraciones del político tras conocer la demanda, no parece que retractarse o arrepentirse entre en sus planes: "Reconozco que mi último libro es duro, pero creo que se lo merece", dijo en la rueda de prensa que convocó en la sede de su partido. "¿Por qué no se ha querellado contra Bárbara Rey, que ha dicho cosas terribles, o contra Corinna [Larsen], que ha dicho que tenía una máquina de contar billetes en la Zarzuela?". Y añadía: "Tengo la autoridad moral de denunciar todo lo que me parece mal".