La película se centrará en su labor medioambiental y podríamos titularla Carlos III y la última cruzada del rey verde. Pero no sabemos si será ese el nombre. En un tiempo donde los monarcas parecen figuras de porcelana destinadas a decorar los billetes y pronunciar discursos que casi nadie recuerda, el rey Carlos III ha decidido sacudirse el polvo del protocolo y protagonizar su propia epopeya audiovisual. Ni una palabra de su tratamiento contra el cáncer.
En un alarde de monarquía comprometida con el planeta, el soberano británico será la estrella de un documental de Prime Video que aspira a redefinir el concepto de sostenibilidad, comunidad y transformación global.
Sin título todavía, pero con la solemne promesa de "mostrar y no contar", el proyecto se perfila como la pieza más personal y ambiciosa que ha emprendido el rey en su larguísima carrera de heredero reciclado en jefe del Reino Unido. La idea es clara: enseñar al mundo que no todo en la realeza es desfile de carruajes y cacería de faisanes, sino que también hay espacio para la revolución verde desde un trono de oro macizo.
El rodaje ha comenzado en Dumfries House, una joya del siglo XVIII en Escocia que Carlos rescató del olvido y convirtió en un templo del ecologismo aplicado. Mientras algunos nobles prefieren coleccionar castillos como si fueran sellos de correos, el ahora rey ha hecho de esta finca su laboratorio viviente, su maqueta de un mundo donde los humanos y la naturaleza dejan de tratarse como enemigos. Allí, entre caballos bien peinados y jardines diseñados con tiralíneas, el monarca ha instalado desde programas de agricultura orgánica hasta talleres de formación en oficios artesanales que podrían haber emocionado a un gremio medieval.
Este documental, según fuentes cercanas al rey citadas por The Times, pretende demostrar que muchas de las ideas que Carlos defendía hace décadas—cuando le miraban con la misma indulgencia con la que se observa a un tío excéntrico en la cena de Navidad—ahora son aplicadas por gobiernos, empresas y movimientos sociales alrededor del mundo.
El manifiesto verde de un rey obstinado
Todo esto no es nuevo. En 2010, Carlos publicó Harmony: A New Way of Looking at Our World, un libro donde su paciencia con la modernidad industrializada y su divorcio con la naturaleza se agotaban por completo. En sus páginas lanzó un grito de guerra:
"Esto es una llamada a la revolución. Revolución es una palabra fuerte y la uso deliberadamente. Los muchos problemas ambientales y sociales que ahora se ciernen sobre nuestro horizonte no pueden resolverse siguiendo el mismo enfoque que los ha causado."
Quince años después, ese discurso no sólo sigue vigente, sino que resuena con la urgencia de una sirena de emergencia planetaria. El documental pretende ser la adaptación visual de aquel manifiesto, solo que ahora con el respaldo de una plataforma de streaming, cámaras en 4K y un equipo de producción que hará que cada huerto ecológico parezca una obra de arte.
Más allá de los Windsor: el rey que no quiere ser un souvenir
En un tiempo en el que la realeza británica se ha convertido en un género televisivo por sí mismo—con producciones como The Crown y el melodrama transatlántico de Harry & Meghan—este documental se desmarca del cotilleo palaciego para centrarse en el legado. No habrá escándalos, ni reproches familiares lanzados en platós, ni dramas sobre la etiqueta real. Será, aseguran, el testimonio de un rey que no quiere pasar a la historia solo como la cabeza en las libras esterlinas, sino como alguien que intentó darle sentido a su papel en un mundo que ya no entiende del todo la necesidad de monarcas.
Carlos III ha sido muchas cosas: el eterno príncipe, el ecologista incomprendido, el defensor de la arquitectura clásica frente a los horrores del brutalismo, el hombre que hablaba con las plantas mucho antes de que eso se pusiera de moda en los foros de bienestar emocional. Este documental es, en parte, su reivindicación.
Para algunos, seguirá siendo el rey que habla de sostenibilidad desde palacios del tamaño de pueblos enteros. Para otros, su figura adquirirá una dimensión más compleja, la de un monarca que ha intentado usar su posición para algo más que inaugurar placas y cortar cintas.
Estreno en 2025: un rey en prime time
El documental verá la luz a finales de 2025 o principios de 2026, en un momento clave para el reinado de Carlos. En un mundo que se enfrenta a crisis climáticas, políticas y sociales sin precedentes, este proyecto llega como un intento de demostrar que la monarquía puede tener un propósito más allá del simbolismo.
Las cámaras han empezado a rodar, las mejores mentes del audiovisual trabajan en convertir la visión del rey en imágenes que impacten, y el planeta sigue su curso incierto. Si este documental servirá para cimentar el legado de Carlos III como el monarca que quiso salvar el mundo o simplemente será otro episodio en la larga tradición de la realeza británica de reinventarse a sí misma, aún está por verse.
Lo que es seguro es que, por primera vez en mucho tiempo, un rey británico no estará en pantalla por los chismes de su familia, sino por la esperanza de que su voz aún tenga algo útil que aportar.
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