Henri-Marie Beyle (más conocido como Stendhal) describió el síndrome bautizado con su seudónimo tras ser víctima del fenómeno que experimentó en el escritor francés cuando contempló la inmensa belleza de la basílica de la Santa Cruz de Florencia, tal y como publicó en su libro Rome, Naples et Florence, hace más de dos siglos. El autor de Rojo y negro dio nombre así a la sensación que causa felicidad, eleva el ritmo cardíaco, produce palpitaciones y sentimientos incomparables cuando el individuo es expuesto a la hermosura extrema.
No es descartable que Juan Urquijo, al contemplar en la distancia a su amada prima Irene Urdangarin, sufra síntomas propios de esa enfermedad psicosomática, como mareos, taquicardias y sudores. Porque el cuñado del alcalde se ha quedado en Madrid mientras la nieta de Juan Carlos I, arrebatadora a sus 19 espléndidos años, fue la estrella que atrajo miradas y flashes en la preboda de Teodora de Grecia, celebrada este viernes en el Museo Bizantino y Cristiano de Atenas.
La única hija de la infanta Cristina eligió un vestido estampado de escote halter, con los hombros al aire, peinada con un moño que nos dejaba admirar unos pendientes largos. Poco ha estado en Londres, donde inicia su nueva etapa como universitaria. Como adelantamos en primicia, la hija de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin está instalada en Oxford, donde estudia el grado de Hostelería, Gestión de Eventos y Turismo. La nieta de don Juan Carlos y doña Sofía aterrizó en la capital británica el pasado 16 de septiembre. Allí sí la acompañó su novio, Juan Urquijo, que esta vez no se ha mezclado con la familia materna de su novia por cuyas venas corre sangra aún más azul que por la vertiente de borbona. Irene sonreía este viernes, guapísima, como vemos en las fotos donde la joven está flanqueda por su tía la infanta Elena, su madre, su abuela, su hermano Miguel, con su tocaya y tía abuela, la princesa Irene de Grecia, delante del grupo, en silla de ruedas.
No vemos al novio de Irene, que tendrá que esperar a tres mil y pico kilómetros, en la capital que gobierna su cuñado Almeida. Lo malo es que su querida Irene no vuelve a Madrid, si no a Inglaterra, como ya sabemos.
La familia del Rey ha optado por hacer como que no pasa nada y este viernes, la reina Sofía, víctima colateral del escándalo de la publicación de las imágenes de su marido besándose con Bárbara Rey, sonreía arropada por su familia. Reina Sofía llegó en el mismo coche que su hermana Irene de Grecia; sus dos hijas, las infantas Elena y Cristina; y dos de sus nietos, Miguel e Irene Urdangarin. La Emérita aguantó el tipo, elegantísima, con un dos piezas en gris perla de Alejandro de Miguel.
La infanta Cristina, impecable el jueves en Madrid en el funeral por Villar Mir, vestía en Atenas de azul aguamarina con una falda lisa con fajín y una blusa con brillos. La tía Elena, fiel a su casticismo borbónico, eligió un modelo de raso blanco con un mantón de Manila en tono beis y rojo. Todos sonrieron en la capital griega (a pesar de la que está cayendo) al ver aparecer cogidos de la mano a Teodora de Grecia y Matthew Kumar por los jardines del Museo Bizantino y Cristiano de Atenas. Mientras la hija de Constantino y Ana María cumplimentaba a sus 250 invitados, en Galicia, don Juan Carlos protagonizaba el reencuentro con su nieta la princesa Leonor, en presencia de don Felipe y doña Letizia, en la Escuela Naval de Marín.
Juan Urquijo no estuvo pero nosotros sí. Pasamos revista a los invitados, entre los cuales vimos caras del universo royal más royal, el que acredita el pedrigró de la reina Sofía y su familia, es decir, de la Casa de Glücksburg, los Hannover, como Pablo de Grecia y Marie-Chantal de Grecia junto a sus hijos, Olympia, Constantino Alexios, Achileas, Odysseas y Arístides; Philippos de Grecia y Nina Flohr; Ana María de Grecia y Nicolás de Grecia; Alexia de Grecia y Carlos Morales junto a sus hijos Arrietta, Ana María, Carlos y Amelia; Benedicta de Dinamarca o Alessandra de Osma o Cristián de Hannover.
Quién es quién en la boda de Teodora y Matthew Kumar
La hija menor del fallecido rey Constantino y Ana María, y el abogado californiano eligieron el Museo Bizantino y Cristiano de la capital helena para calentar la gran boda griega. La cena, con música en directo bajo el cielo de los jardines del edificio, fue un verdadero cónclave de la familia de la reina Sofía, cuya sangre es más azul que el mar Jónico.
La reina Ana María de Grecia llegó del brazo de su hijo Nicolás. La viuda de Constantino y cuñada de la reina Emérita desprendía felicidad en la víspera del gran día de su hija. Teodora lucirá el mismo velo que ella llevó en su boda con el hermano de doña Sofía e Irene de Grecia. Esta semana ha estado ayudando a los novios con todos los preparativos y ahora disfruta de esta primera celebración
Pablo de Grecia, jefe de la Casa Real helena, llegaba con su esposa, Marie-Chantal y sus hijos. El príncipe acompañará este sábado a su hermana al altar en la catedral de la Anunciación de Santa María al lado del museo ubicado en una villa construida a mediados del siglo XIX, donde tuvo lugar la preboda.
Olympia de Grecia y sus hermanos posaron a su llegada con sus padres y sus hermanos, Constantino Alexios, Achileas, Odysseas y Arístides. La hija mayor de los príncipes Pablos y Marie-Chantal es una de las damas de honor de su tía.
Alexia de Grecia acompaña a su hermana pequeña en estos días. Acompañada de su marido Carlos Morales y del resto de su familia, la primogénita de Ana María, íntima de su prima la infanta Cristina con el arquitecto canario. Arrieta, Ana María y Amelia Morales. Los hijos de Alexia de Grecia y Carlos Morales son todos españoles de nacimiento. La mayor, Arrieta, es una de las damas de honor de su tía Teodora, que es además su madrina de bautismo.
Philippos de Grecia y Nina Flohr pronto celebrarás su tercer aniversario: se casaron también en Atenas.
Benedicta de Dinamarca, hermana de la reina Ana María y concuñada de la reina doña Sofía, ha cumplido 80 años y ha tenido a su sexta nieta. No podía faltar en la boda de su sobrina.
Gustav Sayn Wittgenstein es hijo de Benedicta de Dinamarca, sobrino por tanto de la reina Margarita de Dinamarca y primo de la novia. Ha acudido con Carina Axxelson a este cena en los jardines del Museo Bizantino y Cristiano. La relación con la estadounidense se mantiene desde hace más de veinte años pero no se han casado. Carina es escritora y trabajó como modelo.
Sassa de Osma, esposa de Cristian de Hannover, cuyo padre, Ernesto de Hannover, es primo hermano de la reina Sofía.
Chantal Hochuli (con su nuera detrás) es la madre de Ernst August y Christian de Hannover. Fue la primera mujer de Ernesto de Hannover antes de que se casara con Carolina de Mónaco. El príncipe alemán, que formalmente sigue casado con la princesa monegasca, sale con la española Claudia Stilianopoulos, hija de Pitita Ridruejo.
