Su nombre ha saltado a la portada. Juan Urquijo, madrileño de 25 años, cuñado del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, es el nuevo mejor amigo de Irene Urdangarin, de 18. Juan tiene siete años más que su prima y novia. Ingeniero agrónomo de carrera, Juan estudió en Reino Unido, en la Royal Agricultural University, y se especializó en Agronegocios y Gestión de Caza. Ha vivido en tres países y habla perfecto inglés y también francés, como la benjamina de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin. Juan, hermano de Teresa Urquijo, es hijo de Lucas Urquijo y Beatriz Moreno de Borbón-Dos Sicilias. Sus familias (en realidad, es la misma familia) se alegran de que estén juntos y sus madres son amigas desde niñas. Lo publica Hola.
Juan Urquijo tuvo gran protagonismo en la boda de Almeida y de Teresa. Con su insignia de caballero de la Sacra y Militar Orden Constantiniana de San Jorge pinchada en la solapa de su chaqué, fue el encargado de recibir a los invitados a las puertas de la iglesia de los jesuitas de Madrid. Junto a Juan, a pie de escalera, estaba su madre, Beatriz, y su cuñado, Almeida. En otros, recibió al rey emérito, Juan Carlos I.
Las familias de Irene y Juan, además de compartir lazos de sangre, son muy amigas. Hacía años que no se veían y se reencontraron, el verano pasado, de vacaciones. Cuentan que la Celestina fue Victoria Federica, licenciada en casamentera. El flechazo fue normal y corriente: empezó como una amistad especial y ha terminado en una relación sentimental. Dice el semanario (que lo sabe todo de este incipiente noviazgo) que hasta la entrada del otoño, no pudieron verse mucho, pero que cuando Irene se instaló en la Zarzuela con su abuela la Reina doña Sofía para sacarse el carné de conducir se veían a diario entre clase y clase. Irene aprobó.
Ahora, están separados por miles de kilómetros. Irene, que cumplió 18 años el año pasado, se graduó de Bachillerato en Ginebra y se ha tomado un año para ejercer un voluntariado, siguiendo así los pasos de su hermano mayor, Juan. La pequeña de la casa se encuentra desde principios de este año en Camboya, donde trabaja de cooperante junto al jesuita Enrique Figaredo, presidente de Cáritas en este país asiático, y muy amigo de su familia.
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