El rey Carlos ha reaparecido en un acto público este domingo por primera vez desde que anunció su diagnóstico de cáncer el pasado 5 de febrero. El monarca, de 75 años, ha asistido junto a la reina Camilla a la misa de Pascua, misa de Semana Santa, en la capilla de San Jorge en Windsor, la misma en la que se casaron Harry y Meghan.
El rey Carlos III ha vuelto a un acto público, el primero desde que le diagnosticaron cáncer el pasado 5 de febrero. El Soberano ha sido fotografiado asistiendo al tradicional servicio religioso de Easter Mattins en Windsor este domingo. El hijo de Isabel II muestra signos de estar de buen humor.
El Soberano llegó en un Bentley a la Capilla de San Jorge, el edificio del siglo XIV situado en los terrenos del Castillo de Windsor, a aproximadamente una hora en coche desde Londres. Lo hizo acompañado de su esposa, la reina Camilla, para esta Misa, considerada uno de los eventos del más importantes del calendario real. Lo habitual es que la familia real británica se reúna cada Semana Santa en el Castillo de Windsor antes de dirigirse juntos a la iglesia. Los Reyes saludaron a las personas que les jalearon cuando llegaron al Pórtico de Galilea. Como estaba previsto, a la celebración de este año no han acudido casi miembros de la realeza, dicen los medios ingleses que para no poner en peligro al Rey, que pudiera contagiarse mientras recibe su tratamiento.

Camila ha lucido para la ocasión un vestido verde botella de Anna Valentine con falda plisada, que ha combinado con una chaqueta tipo capa de color negro y botas altas del mismo color. Ha completado el look con guantes de cuero negro, bolso acolchado de Chanel y un sombrero verde de ala adornado con motivos curvos elaborados con terciopelo de Philip Treacey. Ha destacado en su estilismo un broche de esmeraldas y diamantes perteneciente a la Reina Isabel

Se espera que el Rey y la Reina se sienten separados del resto de la congregación principal
La reina Isabel II se sentó separada de sus seres queridos cuando asistió al funeral por su esposo, el príncipe Felipe, que tuvo lugar cuando las restricciones sanitarias en medio de la pandemia obligaban a ello, en 2021. En esta ocasión, los hermanos del Rey fueron los primeros miembros de la familia en llegar a Windsor. El príncipe Eduardo y Sofía, duque y duquesa de Edimburgo, estuvieron acompañados por su hijo, James, conde de Wessex. Les siguieron la hermana del rey, la princesa Ana, que saludó rápidamente a la multitud, y su marido, Tim Laurence, así como el príncipe Andrés y Sarah Ferguson, duquesa de York.
El príncipe Andrés, a pesar de los escándalos protagonizados, ha tenido un papel relevante ese domingo junto a su familia. Octavo en la línea de sucesión al trono, ha acudido a la iglesia junto a su esposa, Sarah Ferguson, y ha encabezado la comitiva tal y como marca protocolo real.
Carlos y Camila no han asistido a la recepción posterior a la Misa ni al almuerzo familiar por prescripción médica. La presencia del Rey ha sido entendida por los expertos como un buen signo de que el tratamiento del Monarca va bien, sobre todo después de que suspendiera temporalmente sus compromisos públicos por consejo de sus médicos.
Con todo, el jefe del Estado del Reino Unido no ha dejado de ocuparse de los asuntos estatales y el papeleo oficial: atendiendo al primer ministro y a sus famosas cajas rojas diarias con los asuntos del Gobierno de Su Majestad. Sus audiencias privadas y su reunión semanal habitual con el Primer Ministro Rishi Sunak se han mantenido.
En los últimos días, saludó a los nuevos embajadores de Moldavia y Burundi en el Palacio de Buckingham, se reunió con el secretario general del Foro sobre Vulnerabilidad Climática y se sentó con un grupo de líderes comunitarios y religiosos de todo el Reino Unido. Carlos III confirmó en su mensaje de Pascua que atiende los asuntos que la Constitución le otorga; si bien ha reducido al máximo hasta ahora sus apariciones públicas, donde ha sido reemplazado por su mujer, su hermana o su primogénito.
Ausencia de Guillermo y Kate Middleton
Una ausencia notable en las festividades de Pascua de este domingo ha sido las de los príncipes de Gales y sus tres hijos. Guillermo y Kate asistieron el año pasado y el Príncipe Luis hizo su debut en el evento, como se encargaron de resaltar los medios, conscientes del hecho histórico protagonizado por un futuro rey de Inglaterra.
Pero este año, la salud de Kate Middleton no es compatible con este tipo de acts, como advirtieron hace días. Tanto el heredero de la corona como su mujer y sus tres hijos mantienen un perfil bajo o casi nulo en público desde que la princesa revelara hace poco más de una semana que había comenzado la quimioterapia para el cáncer tras detectarse en las pruebas postoperatorias de su cirugía abdominal, planificada en enero, que había restos tumorales.
Los príncipes de Gales y sus hijos han pasado juntos las vacaciones de Semana Santa. Un portavoz del Palacio de Kensington dijo el sábado que Guillermo y Kate estaban "extremadamente conmovidos por la calidez y el apoyo del público" y estaban "agradecidos por la comprensión de su solicitud de privacidad en este momento". La princesa solo ha sido vista desde el día de Navidad en su vídeo y en el famoso paseo de compras junto a su marido donde se llegó a decir que no era ella, antes de comunicar que tenía cáncer. Se espera que el Príncipe retome sus compromisos públicos a mediados de abril una vez que el Príncipe George, la Princesa Charlotte y el Príncipe Louis hayan reiniciado las clases.
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