Don Juan Carlos, un rey 'mimado' en Galicia: de las regatas en Sanxenxo a la mariscada en Cambados

Magnífico día para el padre de Felipe VI, que tras obtener el beneplácito de su equipo médico ha podido trasladarse al Club Náutico de Sanxenxo para volver a bordo del Bribón, una de sus grandes pasiones. El emérito, ayudado por su asistente personal, ha bajado las escaleras y subido a bordo de la embarcación, donde ha disfrutado de la buena compañía y ha posado para una fotógrafa de excepción: su hija Elena.

La infanta llegó a la localidad pontevedresa el pasado jueves por la noche, unas horas después de su padre, para disfrutar con él de las regatas. Lo ha acompañado durante toda la mañana aunque no ha navegado junto a él en el Bribón sino que ha seguido el entrenamiento desde una embarcación auxiliar llamada, casualmente, Cristina, como su hermana. Junto a ella Inés Muiños, mujer del armador Josep Cusí, íntimo amigo del emérito, que ha posado con don Juan Carlos muy sonriente desde el Bribón bajo la lente de doña Elena.

Al terminar la jornada, don Juan Carlos ha vuelto a tierra firme acompañado por todo su equipo. El marido de doña Sofía estaba pletórico, feliz, tanto que incluso se ha entretenido en saludar a un perrete que paseaba por la zona y que ha gratificado las atenciones del emérito con un par de lamentazos entre las risas de los presentes.

La octava visita a España

Don Juan Carlos aterrizó en el aeropuerto de Foronda (en Vitoria) en la mañana del jueves 13 de marzo. Bajó del avión privado arropado por sus ayudantes y amigos. Su primera parada ha sido la clínica que el doctor Eduardo Anitua tiene en la capital alavesa para realizarse un chequeo médico rutinario antes de dirigirse a Sanxenxo. Algunos medios apuntan que se somete a un tratamiento a base de células madre y plasma rico en plaquetas y factores de crecimiento, una terapia que le ayuda a mejorar su movilidad.