Días antes del 31 de octubre pasado, cuando el centro de Madrid estaba empapelado de fotografías de la princesa Leonor, nos preguntábamos si Casa Real distribuiría nuevas imágenes de la heredera con motivo de su mayoría de edad. Hasta se acuñaron monedas de coleccionista con su retrato. Pero no. Ni rastro ni pistas de cuándo se lanzaría ese posado. Aquella jornada de otoño la princesa de Asturias protagonizó un impresionante sprint final de actos que coronó en el Congreso con la jura de Constitución. Seguíamos sin el posado. ¿Por qué?
La Casa del Rey compartió esta semana el Christmas típico de estas fechas y se cumplieron todos los pronósticos. La foto elegida de Felipe VI, Letizia y sus hijas, inédita, pertenecía a la serie de la jura de la Carta de Magna. No da la Casa puntada sin hilo al recordarnos la importancia de esa ceremonia histórica en el Palacio de las Cortes como símbolo de la permanencia y continuidad de la jefatura del Estado. Se escogió, además, una de las poquísimas fotos de ese día 31 en que vemos a doña sonriente y relajada. Se apoya en la princesa, cuyo lenguaje corporal nos transmite unión inquebrantable. Madre e hija, delante de las cámaras, son uña y carne. Foto inferior, el Christmas de la Casa del Rey.
Casualidad o no, la Casa esta semana regresaba de nuevo a la jura de la Carta Magna para el nuevo retrato de la princesa de Asturias. Mismo evento, mismo efecto. El posado oficial elegido pertenece, como el Christmas, a la serie de la jura. Las hijas de los Reyes miran a cámara. Están en uno de los salones del Palacio Real. Van con sus looks: el impecable traje sastre blanco nieve de la heredera, confeccionado a medida por Serna, que le da esa imagen minimal, urbana y de nueva era; y el campestre vestido-capa de la infanta, de la firma Erdem, que iba con mensaje eco incluido (fue alquilado).
Cuando el escenario escogido lo marca todo
El nuevo posado oficial se ha hecho esperar casi dos meses. ¿Por qué? Los dos retratos nuevos, que vienen a sustituir los que aparecían en la web oficial, podían haberse enviado antes. Se busca siempre favorecer un espacio compartido entre Leonor y Sofía, que las dos aparezcan juntas y que se repartan el protagonismo. Se busca el equilibrio y la unión. Sin embargo, el foco que tiene la princesa de Asturias no es el mismo que el de su hermana. Esto es así. Por eso, volvemos al punto de partida. ¿Por qué se eligieron las fotografías de ese día? El escenario escogido lo marca todo. Fue la ceremonia trascendental de Leonor, la que simboliza la plenitud de su papel institucional como sucesora de Felipe VI. Ha sido su momentazo del año. Era la protagonista nuclear y en este posado también lo es por su condición de heredera.
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