No se fían. Los ilustres vecinos de Montecito, en Los Ángeles, parece que no acaban de fiarse de los duques de Sussex. Apunta la prensa británica que hasta el mismísimo Steven Spielberg parece que aún guarda la distancia social con Meghan y Harry. ¿La razón? los vecinos temen que el príncipe y su mujer puedan revelar conversaciones en apariciones públicas. O sea, desconfianza máxima vecinal. Cuentan también que los Sussex, meses atrás, no asistieron al 69 cumpleaños de su querida amiga Oprah Winfrey. ¿Fue su ausencia a este birthday party el punto de inflexión en su relación con su entorno? Y eso que la súper estrella de la tele era el talismán mediático de Harry y Meghan.
Las devastadoras declaraciones del hijo de Carlos III y su mujer sobre asuntos inéditos de los Windsor habrían configurado ese clima de desconfianza. Los duques dieron el paso atrás y abandonaron la familia real en busca de privacidad en 2020. Tenían el anhelo de encontrar ese lugar en el mundo fuera de los focos para disfrutar de un ambiente familiar de forma plena. Y lo encontraron en la súper exclusiva área residencial de Los Ángeles. Lo cierto es que desde el llamado Megxit, Harry y Meghan han relatado la historia de sus vidas con pelos y señales en formato serie de Netflix y en el libro de memorias Spare En la sombra. Es que no han parado. Por capítulos y para todo el planeta. Y previo contrato. Una arquitectura sobre su pasado que poco tiene ver con el espíritu de su Megxit. Se cumplen seis meses del lanzamiento mundial de las memorias del príncipe. Con este texto, tanto daño hizo Harry a su padre y a su hermano, que mucho tiene que llover para verles de nuevo sonreír juntos. Ni la coronación del pasado mes de mayo lo logró.
Deslizan los medios que las celebrities de Montecito prefieren que los duques se mantengan a distancia prudencial, no se vayan a ir de la lengua.
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