Kate Middleton escoge el naranja, el color de la ilusión, y se derrite con los niños: ¡choca esos cinco!

La princesa de Gales y su agenda en solitario. Kate Middleton escogió este vestido de punto entallado naranja para visitar una guardería en Luton (Reino Unido). Un color vibrante y cálido que transmite alegría, entusiasmo y empatía. Es su mensaje en plena resaca después del tsunami de Harry y Meghan, con las devastadoras memorias del príncipe y la archicomentada serie de Netflix del matrimonio Sussex. Una producción que evidencia la estrategia mediática de los duques, buscando apoyos en la opinión pública, instalados en su narrativa del drama y el victimismo.

La mujer de Guillermo se trasladó a Luton, situada a 51 kilómetros al norte de Londres, para conocer de primera mano la pedagogía y metodología de la escuela infantil Foxcubs Nursery. En su visita, el miércoles 18 de enero, pudo jugar con los pequeños alumnos y alumnas de la guardería. Canciones, lecturas, dibujos, caretas y ¡choca esas cinco! Kate, que adora a los niños, se derritió con ellos.

En su cuenta oficial, la princesa compartía que "los entornos excepcionales para la primera infancia como este juegan un papel muy importante en la configuración positiva del desarrollo de un niño". Esta aparición en solitario de Kate supone su primer acto tras el huracán de las memorias de su cuñado Harry. Algunos medios más críticos recogen el sentir de las redes sociales que hablan ya de lo que se conoce como fatiga Sussex, por su altísima exposición en los focos desde el pasado diciembre.

El libro autobiográfico del duque de Sussex ha sido como una apisonadora mediática. Ha sido el monotema de la semana. En Spare (En la sombra), Harry larga todo tipo de detalles sobre su familia y su relación con cada uno de ellos: desde Carlos III y Camilla hasta su hermano Guillermo, uno de los peor parados. Por eso, la presencia de Kate y sus mensajes de optimismo y de estusiasmo son tan significativos.

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