Industria
Argelia siempre aparece en las mayores crisis de grupos industriales españoles
- El reciente arbitraje contra Duro Felguera se suma a las disputas con Técnicas Reunidas, OHLA y Grupo Villar Mir
Argelia levanta todas sus restricciones comerciales con España: la 'mala' ahora es Francia
Javier Mesones
Argelia se descubre como el mayor suministrador de gas natural a España con una cuota que alcanzó en octubre el 53% de las importaciones totales y en los diez primeros meses del año el 37,9%. Se trata, por tanto, de un país del que España tiene una alta dependencia energética. Además, las relaciones comerciales han sido, históricamente, muy importantes.
Hace unas semanas, Argel decidió levantar todas las restricciones para el comercio exterior con España, que llevaban limitadas desde el verano de 2022 (no afectó al gas natural), cuando el Gobierno argelino suspendió el Tratado de Amistad después de que, en un viraje histórico, el Ejecutivo de Pedro Sánchez apoyó el plan de autonomía de Marruecos para el Sáhara. Tras esta decisión, se espera que las cifras comerciales entre los países recuperen los niveles previos a la crisis diplomática. En 2023 España realizó exportaciones a Argelia por valor de 331,8 millones de euros, un 67,5% menos que en 2022 (1.021 millones) y casi la sexta parte que en 2021 (1.888 millones).
El encauzamiento de las relaciones se ha reflejado con algunos acuerdos anunciados en los últimos meses. El más relevante es el que alcanzaron Naturgy y la compañía estatal argelina Sonatrach en julio pasado para la revisión del precio de sus contratos de aprovisionamiento. Hace unos días Técnicas Reunidas anunció que relanzaba, cinco años después de su adjudicación, el proyecto para construir la refinería de Hassi Messaoud, para Sonatrach (con un valor de 3.800 millones de euros). Y a la vuelta del verano Grupo Villar Mir (GVM) zanjó al fin el conflicto que le enfrentaba con el Estado argelino por la venta de su 49% en Fertial al cobrar 126 millones de euros.
Muy al contrario, Argelia ha irrumpido en la crisis de Duro Felguera con un efecto devastador para la ingeniería española. El pasado 25 de noviembre, la compañía informó de que la compañía estatal argelina Sonelgaz había presentado ante la Cámara de Comercio e Industria de Argelia una solicitud de arbitraje en el que le reclama 413 millones de euros por la suspensión del contrato de la planta de ciclo combinado Djelfa, al sur de Argel. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) suspendió la cotización y ha obligado a la empresa a provisionar, por este conflicto, 100 millones en sus cuentas desde 2022 para reconocer el riesgo existente.
La ofensiva de Sonelgaz ha llegado en un momento crítico para Duro Felguera, con la caja prácticamente agotada a pesar de las inyecciones de financiación que ha obtenido en los últimos años de sus nuevos inversores mexicanos y del Estado a través de la Sepi. El arbitraje de Argelia, que se suma a otros que ha enfrentado en Venezuela, Argentina o India, multiplica las incertidumbres sobre la viabilidad de la ingeniería asturiana, sumida en una crisis operativa, financiera y reputacional desde hace ocho años.
Con Duro Felguera, Argelia refuerza su condición de protagonista en varias de las mayores crisis de grupos industriales españoles de los últimos años. Son compañías de relieve, asediadas en su mayoría por abultadas deudas y focalizadas en actividades que están muy lejos de erigirse en una cuestión de Estado como sí ocurre con el gas natural -con la consecuente implicación política en cualquier negociación entre Naturgy y Sonatrach-. Las disputas atañen principalmente a proyectos para la construcción de plantas industriales o de infraestructuras que terminan resolviéndose por la vía del arbitraje o, en el mejor de los casos, con acuerdos extrajudiciales. A las autoridades argelinas se atribuye una dureza máxima en las negociaciones, aunque también se destaca su fiabilidad -nunca, ni en los peores choques, ha cortado el grifo del gas a España-.
Técnicas Reunidas, por su parte, mantiene vivo un arbitraje millonario con Argelia que se precipitó en junio de 2022, nada más romper el Tratado de Amistad con España. Entonces, el consorcio formado por la compañía energética estatal Sonatrach y la británica Neptune Energy comunicó a Técnicas Reunidas la ejecución de los avales por 80 millones de euros ligados a la planta de Touat Gaz, construida por la ingeniería. La disputa se elevó a los tribunales arbitrales en un momento delicado para la empresa liderada por Juan Lladó, que unos pocos meses antes había tenido que acudir a la Sepi para obtener un préstamo de 340 millones de euros.
Técnicas Reunidas sostiene que la ejecución de los avales fue indebida y reclama 166 millones de euros. El consorcio, por su parte, pidió 110 millones de dólares por penalidades y reclamaciones de garantía y en noviembre de 2023 presentó una nueva reclamación de 822 millones de dólares por lucro cesante.
OHLA, también con dificultades desde hace casi una década por su abultada de deuda, es otro de los grupos españoles que ha enfrentado arbitrajes con Argelia en los últimos años. La constructora, no obstante, ha salido airosa en estos conflictos. En 2023, recibió un laudo favorable por el contrato para la construcción de la línea ferroviaria Annaba, de modo que se condenó a la Agencia Nacional de Inversiones Ferroviarias de Argelia (Anesrif) a pagar 17,5 millones de euros al grupo español y a devolverle los avales de cumplimiento (19,5 millones de euros). Con ello, OHLA dio por cerrado su último arbitraje en el país norteafricano.
Antes había resuelto otros dos arbitrajes al llegar a acuerdos con las autoridades argelinas. A comienzos de 2017, el grupo español y la petrolera Sonatrach zanjaron su disputa por la construcción del Centro de Convenciones de Orán. La constructora recibió una compensación de 100 millones de euros. Meses después, OHL acordó con L'Agencie Nationale des Autorutes (ANA) el cobro de más de 45 millones para resolver el arbitraje, en el que reclamaba unos 107 millones, por la obra de la segunda circunvalación de Argel.
El hasta 2020 propietario de OHLA, Grupo Villar Mir (GVM) también ha atravesado un arduo camino en Argelia. El 'holding' creado por el difunto Juan Miguel Villar Mir abrió un arbitraje en París en 2021 para reclamar a Sonatrach que cumpliera el acuerdo de compra (alcanzado en 2019) de su 49% en Fertial, empresa argelina especializada en la producción de fertilizantes y amoníaco. Tras lograr un laudo favorable en 2023, GVM ha cobrado este año 126 millones que le han valido para rebajar significativamente su deuda. Pero han sido cinco años de espera para ejecutar una venta que habría ayudado enormemente a solventar antes la crisis del grupo español.
En el histórico también aparecen disputas entre Argelia y Abengoa, la mayor quiebra industrial de España, aunque de alcances y efectos sobre el grupo muy limitados.
Una relación de más de 50 años
España y Argelia mantienen una estrecha relación desde 1972, cuando Gas Natural –hoy Naturgy– y Sonatrach firmaron el primer acuerdo de suministro de gas natural. La construcción de dos gasoductos entre ambos países (el del Magreb y el Medgaz) convirtió al país norteafricano en el primer proveedor de España. En este más de medio siglo de relación las tensiones entre ambas empresas, y dada la trascendencia del asunto, entre ambos países, han sido más o menos recurrentes.
Ahora bien, nunca, ni en la disputa que se inició en 2007 y terminó en el Tribunal Arbitral de París –con resultado favorable en 2011 a la compañía estatal argelina, que entró así en el capital de la entonces llamada Gas Natural Fenosa con una participación del 4% que hoy aún conserva–, ni en la reciente crisis diplomática, Argel cortó el grifo del gas a España.
Naturgy sabe como nadie cómo se las gastan los argelinos en una negociación. Son duros, pero al mismo tiempo, fiables. Lo subrayó Francisco Reynés, presidente de la gasista española, tras sellar en julio pasado un acuerdo con Sonatrach para la revisión del precio de sus contratos de aprovisionamiento. El pacto "pone de manifiesto la solidez de la histórica relación entre las partes y ratifica el compromiso de ambas compañías con la seguridad de suministro a la Península Ibérica; Sonatrach demuestra así ser un 'partner' confiable", dijo. Esa fiabilidad ha evitado males mayores para Naturgy..., y para España. En todo caso, la gasista ha sorteado con solvencia las dificultades que ha enfrentado por las discrepancias con Argelia, incluso cuando perdió el arbitraje hace 13 años.