Firmas
Moción de censura y entorno económico
Miguel Ángel Bernal Alonso
El éxito de la moción de censura lanzada por Pedro Sánchez, llega en un momento económico complicado y no exento de grandes riesgos. Hemos visto durante la semana varias señales que así nos lo indica, tanto en el ámbito doméstico, europeo e internacional.
Desde el punto de vista internacional el protagonista de la creciente complejidad es Estados Unidos. En primer lugar tenemos la posibilidad de una guerra comercial de la primera potencia del mundo frente a China, Europa, Canadá y países Iberoamericanos. No creo que haga falta volver a repetir los mensajes que desde diferentes instituciones y foros, de diferente corte y sesgo, con los que vienen alertando de lo que esta posibilidad podría traer. Es evidente las formas y la estrategia amenazante para luego sentarse a negociar, pero no se debe minusvalorarse el peligro de una guerra comercial y sus nefastas consecuencias.
Si hablábamos, hasta el momento, de un fantasma como es el proteccionismo comercial lo siguiente es ya una realidad. La línea política que Trump viene haciendo en el tema de Oriente Medio se ha traducido en un fuerte repunte del precio del petróleo. Estamos viendo como la inflación se va al alza, hasta el momento y desde hace tiempo ese problema no se tenía, ahora cada vez parece materializarse más el problema de las subidas de precios. Detrás de esa subida de precios, ciertamente a niveles del dos o poco más en principio, mis miedos pueden parecer un poco extremo. No lo es, volver al dos% o sobrepasarlo puede impulsar a subidas de tipos de interés, algo especialmente sensible para un país como el español.
Los peligros sobre la economía española que supone un precio de petróleo alto es importante y debe dársele una relevancia tremenda en el análisis. Es mayor inflación, es restar por el importación de hidrocarburos a nuestra economía crecimiento económico, es la amenaza de una subida de tipos en un país tremendamente endeudado. Si hasta ahora el precio del petróleo ha supuesto combustible, del bueno, para impulsar la economía española, ahora puede convertirse en un fuerte freno para el crecimiento.
Ya que comentamos el tipo de los tipos de interés, el último gran foco de preocupación es precisamente la FED. Estamos en el momento de descubrir que depara la desconocida, hasta el momento, política no ortodoxa llevada a cabo por el banco central americano. El repliegue y normalización de esas medidas está generando ya consecuencias, las vemos en las divisas de países emergentes. El primer aviso lo dio Argentina, actualmente negociando un crédito con el FMI; aunque sin embargo es la lira turca la que se está llevando la peor parte. Los problemas de los emergentes, especialmente los del continente americano y alguno más, repercute en las empresas españolas. Cada vez más nuestras empresas, aquellas que tienen una mayor importancia en ser motor de la economía las grandes, tienen una presencia cada vez mayor en aquellos países y la aportación a sus cuentas de resultados es muy notable, en algunos casos aquellos mercados son ya la primera fuente en importancia de los ingresos.
Pues bien si como vemos el mundo tiene ya bastantes problemas y quebraderos de cabeza en Europa brotan inmejorablemente. El primer problema de Europa es la política populista, ahora mismo el M5S y Liga están enfrascado en montar un gobierno en el país transalpino. Es el mayor quebradero de cabeza en este momento, pues siendo Italia la tercera economía del área euro, el cuestionamiento del euro y la política comunitaria es un desafío importante, por no decir mayúsculo.
Aumento de la prima de riesgo, caída de índices bursátiles, desplome de las cotizaciones de los bancos, depreciación del euro son las consecuencia perceptible y palpables. Son las consecuencias económicas inmediatas del convulso panorama político europeo, convulsiones que hay que circunscribirlas a un panorama económico que parece cambiante.
El Banco Central Europeo nos viene advirtiendo ya de visos de desaceleración. La economía europea, fruto del movimiento del precio del petróleo, esta comenzando a sufrir también las consecuencias de un precio del crudo más alto. Estamos asistiendo a una cierta saturación del crecimiento justo cuando empieza a despertar la inflación, mucha atención a las cifras de esta variable en Alemania.
El BCE terminará la política de compras de activos, especialmente deuda pública, en este año. Deberá también afrontar un cambio de gobernador donde todo aparece apuntar al alemán Weidmann, aspecto este nada baladí. Desde hace tiempo el eje central para mantener tipos de interés a niveles negativos ha sido enumerado una y mil veces por parte del Draghi, inflación por debajo del 2%. Sin embargo cada vez más vemos como los IPC´s de los diferentes países repuntan y se acercan al dos%. Con Weidmann al mando poco va a necesitar para iniciar una subida de los tipos directores.
Cojan la elevación de la prima de riesgo, aumentos los tipos sin riesgo y calculen hasta donde pueden subir los tipos de financiación para la deuda pública, que lo pagamos a través de impuestos. Pregunten también a las familias que están hipotecadas lo que los podría suponer un encarecimiento de los costes financieros.
Con este panorama económico, no favorable, es con el que se ha presentado una moción de censura. Es un panorama no propicio para gobiernos débiles, estrafalarios y sin apoyo mayoritario de la ciudadanía.