Empresas y finanzas

BBVA podrá exigir a Francisco González la devolución de al menos 4,5 millones de su sueldo

  • La retribución variable está ligada a la buena conducta y el código ético
Francisco González, expresidente de BBVA. <i>Foto: Archivo</i>

Fernando Tadeo, Eva Díaz

Francisco González (FG) no sólo perderá, previsiblemente, la presidencia de honor de BBVA, otorgada por la entidad el pasado 20 de diciembre, también tiene en el aire el cobro del bonus de los ejercicios 2016, 2017 y 2018 por su trabajo como máximo ejecutivo.

La política de retribuciones del banco establece desde hace tres años cláusulas por las que los directivos dejan de percibir la totalidad del sueldo variable y la devolución de las cantidades ya recibidas al estar diferido su pago en los siguientes cinco ejercicios.

La Policía Nacional se ha personado en las instalaciones de la publicación Moncloa.com con una orden judicial para que este medio entregue todo el material relacionado con la denominada operación. Asimismo la Fiscalía Anticorrupción permanece atenta a los acontecimientos a la esperar de abrir o no una investigación. 

De acuerdo con la información detallada por BBVA en sus informes, González había acumulado en los últimos tres años en torno a 4,5 millones de euros. Solo en 2016 y 2017 el importe ascendía a casi 3 millones de euros.

Las reglas sobre remuneraciones, derivadas de las directivas y recomendaciones comunitarias al sector financiero establecen que "la totalidad de la retribución variable de cada consejero ejecutivo estará sometido a todo el periodo de diferimiento a cláusulas malus (reducción) y clawback (recuperación)". En concreto, señalan que estos condicionantes están ligados a un deficiente desempeño financiero del banco en su conjunto o de una división o área concreta o de las exposiciones generadas, cuando dicha labor se derive de, entre otros, conductas irregulares, fraude o incumplimientos graves del código de conducta y demás normativa interna aplicable.

Responsabilidades a dirimir

De demostrarse, las escuchas de Villarejo por orden del BBVA y su entonces presidente constituyen la comisión de distintos delitos, entre los que destacan la vulneración de los derechos de la intimidad y de la protección de datos. Al parecer, el excomisario, hoy en prisión preventiva, habría pinchado unas 15.000 llamadas para el banco a finales de 2004 y principios de 2005, con el fin de que éste pudiera frenar el asalto de Sacyr con el apoyo del Gobierno socialista de entonces.

Esta red de espionaje, que está siendo investigada por la Audiencia Nacional, los servicios jurídicos del banco y organismos como la CNMV, podrían acarrear sanciones regulatorias o condenas judiciales por hechos que pudieran ser imputables a una unidad concreta o al personal responsable de aquellos. Estas multas también están recogidas en las reglas de remuneraciones del banco. BBVA introdujo los cambios normativos en su política interna en 2017, tras su aprobación por parte de la junta general de accionistas, pero hacía extensible las medidas a las remuneraciones correspondientes a 2016.

Fija que el bonus no puede superar el 200% de la parte fija en ningún caso y tendrá un diferimiento de cinco años, que estará compuesto por un paga en metálico y otra en acciones. En los siguientes tres meses al cierre de cada ejercicio, percibirá un 40% del montante (mitad en efectivo, mitad en especie) y un 60% en los siguientes años con un reparto del 40% en dinero constante y sonante y el 60% en títulos. En concreto, estipula que de la parte diferida, tras una revisión plurianual, el 60% se abonará en el tercer ejercicio de diferimiento; un 20% transcurrido el cuarto año de diferimiento; y el restante 20% tras el quinto.

En virtud de estos porcentajes y de los componentes del bonus (como rentabilidad, eficiencia o satisfacción de los clientes) González cobró por el ejercicio 2016 una variable de 734.000 euros y sumó otra cantidad similar para su distribución en años posteriores. Con estas cantidades, el salario total de González alcanzó los 3,451 millones, aunque debido al diferimiento de planes anteriores, la retribución devengada superó los 5 millones.

Por 2017, en el corto plazo percibió 660.000 euros y se garantizó 792.000 euros para su recepción futura. La remuneración global alcanzó los 3,9 millones después de aplicar una fuerte subida de la parte fija, aunque en este caso el devengo también fue superior como consecuencia de la aplicación efectiva de los bonus de años previos. Para 2018 los importes no variarán sustancialmente con respecto a los de los dos ejercicios anteriores.

A priori ni su sueldo fijo -que en 2017 ascendió a 2,7 millones de euros- ni el plan de pensiones están en riesgo, aunque todo dependerá de las consecuencias que tenga el caso Villarejo para BBVA y de lo que la cúpula considere oportuno. La legislación permite que las cláusulas de reducción y recuperación de retribuciones se pueda aplicar a los beneficios discrecionales de jubilación que la banca aporta a sus directivos. En el caso de González, el fondo roza los 80 millones de euros.

Esta hucha dejó de aumentar a partir de 2010, una vez que el banquero cumplió los 65 años, aunque el banco estableció que su uso y disfrute comenzaría cuando el presidente dejara las funciones ejecutivas. Es decir, que ya puede utilizar ese dinero desde el pasado 1 de enero.

Podemos, por su parte, ha anunciado que su grupo parlamentario va a solicitar la comparecencia en la Comisión de Seguridad Nacional del Congreso de Francisco González y José Ignacio Gorigolzarri para que expliquen el asunto. 

Malestar en la entidad

Las grabaciones han creado malestar en buena parte de la cúpula y la plantilla del banco, que vive en la zozobra desde que el escándalo salió a la luz la semana pasada. En la Ciudad Financiera de la entidad (La Vela) se ha extendido como la pólvora la sensación de que a González no le quedará más remedio que dimitir de su cargo de honor más pronto que tarde, que le da derecho a chófer, despacho y uso de algunas instalaciones y ventajas, como jet privado para viajar.

Es más, en algunos círculos de BBVA se reclama al nuevo presidente ejecutivo que actúe con una retirada de tan distinguido cargo, porque se ha dañado seriamente la reputación de toda la institución, en un momento en que el sector bancario necesita levantar la imagen.

Entre los afectados por las escuchas se encuentran, entre otros, los empresarios Luis del Rivero y Juan Abelló; el exdirector gerente del FMI, Rodrigo Rato; y el que fuera responsable de la Oficina Económica del Gobierno y exministro de Industria, Miguel Sebastián.

"El presi quiere un informe cada 10 días"

La grabación que el excomisario José Manuel Villarejo captó durante un encuentro con el director de Seguridad de BBVA, Julio Corrochano, señala directamente a Francisco González como conocedor de la trama de espionaje que llevó a cabo a finales de 2004 e inicios de 2005 el exinspector a petición del banco para boicotear el asalto de Sacyr a la entidad. Corrochano mantuvo un encuentro con Villarejo en una cafetería de El Corte Inglés que, previsiblemente, el excomisario grabó sin que el primero lo conociera.

En la reunión, el jefe de Seguridad de BBVA pidió al inspector de policía que le avanzara "bombas" de la investigación para poder remitírselas a González. "Sobre todo para cuando me llame, porque me llama cada diez o quince días el presi... para tener yo ya tres o cuatro historias preparadas, que vean que estamos", comunicó expresamente Corrochano a Villarejo, según recogen los audios publicados por este periódico y cedidos por Moncloa.com.

El exjefe de Seguridad solicitaba entonces al excomisario que le diera información sobre lo que denominaban el 'grupo hostil'. Este bautismo hacía referencia a las personas que encabezaban la operación de Sacyr para comprar una participación relevante de BBVA que le permitiera presencia en el consejo de administración y voz y voto suficiente para derrocar a González al frente del banco. Entre las personas que formaban este 'grupo hostil' estaban el expresidente de la constructora, Luis del Rivero; el entonces accionista de Sacyr, Juan Abelló, o el exdirector de la Oficina Económica de La Moncloa, Miguel Sebastián.

Corrochano también señala en su conversación que, además de González, también recibían los informes Ángel Cano, por esa fecha máximo responsable de Medio y Sistemas de BBVA y que, posteriormente, en 2009, fue nombrado consejero delegado. Finalmente, Corrochano bendice a Villarejo porque haga seguimientos en la calle a los "enemigos" de González, como Jesús María Caínzos, que fue vicepresidente del banco hasta 2003.