Empresas y finanzas

Bruselas amenaza con prohibir volar a Iberia en España y la UE en 100 días si hay Brexit duro

  • Las aerolíneas tienen planes de contingencia para cumplir con Bruselas
  • Iberia y el resto tendrán que demostrar que son de propiedad UE

Jorge Valero, África Semprún
Bruselas,

En 100 días, cuando el Reino Unido salga de la UE, Iberia dejará de poder volar entre ciudades españolas. Tampoco podrá despegar hacia otros aeropuertos de la UE. Lo mismo le ocurrirá a Vueling o Aer Lingus, las otras aerolíneas de su matriz IAG. Lo único que podría evitarlo es que el Gobierno de Theresa May logre el aprobado de su Parlamento al acuerdo del Brexit cerrado con la UE, algo que parece bastante improbable hoy. O que IAG haga sitio en su accionariado para la entrada de capital procedente de la UE (excluyendo a los británicos) hasta que supongan el 51% del total.

La Comisión Europea ha publicado sus planes de contingencia definitivos para un Brexit sin acuerdo el próximo 29 de marzo. Para evitar "grandes alteraciones", la institución extenderá privilegios especiales a unos pocos sectores, incluido el transporte aéreo.

Sin embargo, los permisos excepcionales que otorgará la UE tras el Brexit, y tan solo durante un año, se limitarán a vuelos directos entre una ciudad del Reino Unido y un aeropuerto de la UE y al mantenimiento de las licencias de vuelo de los pilotos, las tripulaciones, y de las piezas de los aviones. Pese a estas medidas, que según la asociación ALA aportan certidumbre al sector aéreo, los planes de Bruselas también dejan meridianamente claro que no podrán seguir realizando vuelos domésticos intra-UE o conexiones con escala en Europa, las aerolíneas que no tengan propiedad y control comunitario. Es decir, que el 51% de capital no esté en manos de accionstas de la UE.

"Para mantener la validez de una licencia de operación y la libertad de proporcionar servicios aéreos dentro de la UE, todas las condiciones de la licencia de operación deben respetarse, incluido el hecho de que la mayoría sea de propiedad y control de la UE", ha subrayado la Comisión en los documentos publicados.

En este sentido, insiste en que si no se cumplen estos requisitos, la licencia de operación "ya no será válida". Fuentes comunitarias no quisieron especular con la situación particular de compañías. Pero insistieron a elEconomista en que las compañías afectadas tendrán que demostrar que cumplen con las normas de propiedad. La única excepción sería si existiera un acuerdo internacional entre las partes (entre la UE y el Reino Unido), lo cual no es el caso.

Como resultado, tal y como están ahora las cosas, Iberia y Aer Lingus, las aerolíneas de bandera de España e Irlanda, no podrán volar dentro de su propio territorio. Y es que, el problema es que IAG no alcanza el 51% de capital de la UE que requiere la normativa comunitaria tras la salida del Reino Unido.

"El ejecutivo comunitario explica que se informó al accionariado de estas compañías sobre las consecuencias desde que se activó el Brexit hace más de un año y medio. Y añade que todavía pueden tomar "las medidas requeridas" para cumplir con la normativa comunitaria de propiedad "en aras de mantener la continuidad del negocio".

Los planes de contingencia

Pese a que Bruselas ha reavivado la amenaza de cortar las alas a las aerolíneas que dejen de ser comunitarias tras un Brexit duro, las compañías confían en "cumplir la exigencia de propiedad y control de la UE" cuando llegue el momento. Y es que, easyJet, IAG y Ryanair no han dudado en tomar medidas para garantizarse que hay un día después para ellas en los cielos de la UE tras el 30 de marzo, en el caso de que de finalmente no haya acuerdo. Unos planes de contingencia que tendrán que ejecutar si las cosas no cambian en el Parlamento británico.

En este sentido, el holding que dirige Willie Walsh insiste en que es "una compañía española, con sede en España, cuyas aerolíneas tienen certificados de operación estables y apoyados por sólidos negocios en España, Irlanda y Reino Unido", y que "confía en que cumpliremos con las normas de propiedad y control de la UE y el Reino Unido después del Brexit". "No estamos preocupados por el anuncio y nos complace que la UE haya dicho que los vuelos continuarán", sentenció en este sentido.

Unas declaraciones que no alejan el temor a que Iberia o Vueling puedan dejar de volar en Europa el día uno de abril (sus acciones caen hoy el 0,8%) ya que no han concretado sus planes para asegurar que el 51% de su capital sea comunitario tras el Brexit. Aun así, los estatutos de IAG incluyen un artículo, el número 11, cuyo objetivo es "garantiza que la propiedad y control de la sociedad se mantiene de forma efectiva en manos de ciudadanos de la UE".

La importancia de Qatar Airways

El articulo incluye a los accionistas británicos y españoles como votos UE aunque abre la puerta a limitar el peso de los No UE en el caso de que superen con creces el 40%. Según la página web de IAG, su principal accionista es Qatar Airways, que posee el 20% del holding a través de una sociedad con sede en luxemburgo.

En este punto, la aerolínea, que no tiene presencia en el consejo de administración de la compañía, ha asegurado que no va a reducir su peso en el capital en caso de Brexit duro. Los otros dos accionistas más grandes son BlackRock (2,9%) y Europacific Growth fund (5,26%), que son de origen norteamericano.

Por su parte, easyJet ya ha creado una sociedad en Europa que cuelga del holding inglés y ha solicitado una licencia de vuelo austriaca para seguir operando los vuelos que europeos que no tocan las islas británicas, que son el 40% de su operación. Paralelamente, la compañía ordenó a su dirección financiera lanzar un programa para incrementar la base de partícipes de la UE ante de la resolución el Brexit. Fuentes de easyJet explican a este diario que el 47% de sus accionistas son ciudadanos de la UE (sin incluir a Reino Unido) y que han cambiado los estatutos para que, en el caso de Brexit duro, la compañía pueda eliminar los derechos de votos de los accionistas no comunitarios y forzar la venta de los mismos a firmas, fondos o personas físicas de la UE hasta completar el 3% restante que les permita conseguir que su estructura de capital cumpla con las exigencias de propiedad de Bruselas.

En esta línea, Ryanair también ha puesto en marcha una estrategia para seguir operando sus vuelos británicos y asegurar que la mayoría de su capital pertenece a accionistas de la UE cuando Reino Unido salga de Europa sin acuerdo. Así, en el caso de un Brexit duro, la aerolínea irlandesa se ha asegurado la capacidad de eliminar los derechos de voto a los títulos en posesión de accionistas no comunitarios y de obligarles a vender los títulos firmas europeas en el caso de que quieran hacerlo.

"Creemos que el documento ratificado hoy por la CE aporta certidumbre al sector aéreo ya que mantiene los vuelos entre la UE y Reino Unido y garantiza continuidad en la parte técnica al dar un año de vigencia a las licencias de vuelos, de pilotos, de piezas y de tripulación hasta que se firmen acuerdo entre la agencia europea de aviación y la británica. En cuanto a la exigencia de propiedad y control, era de esperar y todas las aerolíneas llevan tiempo revisando su estructura accionarial y preparando planes de contingencia para cumplir con la misma el día después del Brexit", explica Javier Gándara, presidente de ALA a este diario.