Solo las eléctricas logran perseguir a Pablo Isla en la creación de valor
- Desde 2001 Inditex se revaloriza un 1.000%, seguida de Iberdrola
Alba Pérez, Laura de la Quintana, Cristina Cándido
El paso de Pablo Isla por Inditex no ha dejado a nadie indiferente. Su salida deja una compañía mucho más valiosa de la que encontró allá por mayo de 2005, cuando fue nombrado consejero delegado. Desde entonces, el valor en bolsa del gigante textil se ha multiplicado por siete, o lo que es lo mismo, vale casi 80.000 millones de euros más. Cuando Isla desembarcó en la compañía esta contaba con una capitalización bursátil de algo menos de 13.000 millones de euros y el día que anunció su salida alcanzaba 92.000 millones.
El Inditex actual nada tiene que ver con lo que era en 1975, cuando inauguró su primera tienda de Zara. Hasta el día de hoy se ha abierto a nuevos mercados como el americano, en la década de los 80, o el chino, ya en el siglo XXI.
Desde que salió a bolsa en 2001, Inditex ha aumentado su número de tiendas en unas 2.500. Hoy alcanza los 6.654 establecimientos distribuidos en 96 mercados, con un amplio catálogo que recoge firmas como Pull&Bear, Massimo Dutti, Bershka, Stradivarius o Uterqüe, entre otras. Todo ello sin contar con el entorno online, que representó en 2020 el 32% de las ventas totales y que alcanza un total de 216 mercados.
El coloso gallego es la firma que ejemplifica la creación de valor por excelencia. Es la mayor compañía por capitalización del Ibex. En los 20 años de cotización (se estrenó en 2001) ha reportado ganancias a sus accionistas de casi el 1.000%, con dividendos reinvertidos.
Teniendo en cuenta las firmas con mayor peso del Ibex -aquellas con un número de accionistas superior a los 50.000- las principales eléctricas del país son las únicas que consiguen recortar algo de distancia a Isla. El gigante manejado por Ignacio Galán es el que persigue más de cerca al directivo de Inditex. Y es que Iberdrola se ha convertido en otro ejemplo de creación de valor para el accionista con una rentabilidad del 500% desde 2001.
En ambos casos, las claves del éxito han sido, entre otros, el crecimiento y la expansión internacional. Sin embargo, el modelo de crecimiento ha sido diferente: mientras que Inditex se ha apoyado en un desarrollo orgánico, la eléctrica ha potenciado su crecimiento no-orgánico.
El crecimiento de Galán
En los últimos 20 años ha completado más de 110 transacciones, 34 de ellas son operaciones de compra, ya sean fusiones o adquisiciones, por un valor superior a 76.000 millones de euros. En 2007, Iberdrola compró Scottish Power (en el Reino Unido), lo que supuso el inicio de la internacionalización. Por aquel entonces, la compañía escocesa era aproximadamente la mitad que Iberdrola.
Posteriormente otras adquisiciones permitieron su expansión en nuevos mercados como EEUU (con Energy East y posteriormente UIL), Brasil (con Elektro y Neoenergia) y la reciente entrada en Australia (con Infigen). El resultado bruto de explotación (ebitda) de las principales adquisiciones alcanza casi los 4.000 millones de euros, lo que supone aproximadamente el 40% de su ebitda actual.
Como resultado, la compañía eléctrica ha experimentado una importante expansión internacional. Hoy está presente en 20 países, en 10 de los cuales ha entrado mediante crecimiento no-orgánico. De cara al futuro, en el plan 2020 -2025, tiene previsto realizar inversiones que alcanzan los 75.000 millones de euros.
Valor eléctrico
Entre las grandes, el grupo eléctrico es el único capaz de seguir la estela de Inditex. Endesa y Naturgy se colocan en tercera y cuarta posición, respectivamente, por rentabilidad. En las últimas décadas la firma dirigida por José Bogas muestra una revalorización del 486% y la compañía capitaneada por Francisco Reynés del 226%.
Endesa, la más dependiente del mercado español, espera invertir 31.000 millones hasta 2030. De los cuales un 40% será destinado a aumentar el parque generador renovable. En el caso de Naturgy, la inversión prevista para 2025 es de 14.000 millones de euros, centrando sus esfuerzos en la generación renovable y las redes de distribución.
En los últimos 20 años también se observa una revalorización en las compañías dirigidas por María Dolores Dancausa (Bankinter), con un una rentabilidad del 169%, y Antonio Brufau (Repsol), con un 66%.
Casi la mitad de los gigantes bursátiles, sin embargo, pierden valor a lo largo de este periodo. La rentabilidad de BBVA cae un 10%, la de Banco Santander un 11% y la de CaixaBank hasta un 16%. Sin embargo, son las compañías dirigidas por Álvarez-Pallete (Telefónica) y Sousa-Faro (PharmaMar) las que dibujan una peor trayectoria desde 2001, con caídas en sus rentabilidades del 35% y del 44%, cada una.