Empresas y finanzas
La 'Ley Rider' hace aguas y solo Just Eat contratará a sus repartidores
- Las plataformas han optado por subcontratar o mantener como autónomos a los 'mensajeros'
- Tanto Glovo como Uber Eats evitarán los costes de laboralizar a los 'riders' que operen para ellos
Lucía Gómez, Javier Romera
Mañana termina el plazo que el Gobierno dio a plataformas como Glovo, Deliveroo, Uber Eats o Stuart para adaptar sus modelos de negocio a la 'Ley Rider'. Pero la norma que regulará el empleo de los repartidores no está consiguiendo que las compañías traspasen a los falsos autónomos a personal contratado como se esperaba. Hasta ahora, y a apenas un día de que entre en vigor la norma, solo Just Eat ha anunciado que llevará a cabo la contratación de los mismos, una pequeña parte del total de los más de 30.000 que operaban en España, y que se sumarán a los apenas 2.000 que laboralizará Glovo.
Las soluciones de cada una de las plataformas son diferentes y altamente creativas, pues la normativa que se aprobó hace ya cuatro meses tiene numerosos recovecos legales por los que, por ahora, han conseguido esquivar el coste que acarrea la contratación de los repartidores. La primera en anunciar cómo sería su futuro en nuestro país fue Glovo. La firma decidió contratar a solo uno de cada diez de sus repartidores en España, unos 2.000, y creó un modelo de autónomos que esquiva la nueva normativa.
La compañía de entregas a domicilio renuncia así a trabajar con flotas y permitirá a los autónomos decidir libremente qué día y a qué hora se conectan a la plataforma, fijando además sus propias tarifas por servicio.
Pero el ingenio de Glovo no ha gustado a los sindicatos, que consideran que la plataforma no cumple con la 'Ley Rider' y les ha denunciado ante la Inspección de Trabajo al considerar que no han hecho "el intento de adaptarse" a la nueva norma. CCOO Cataluña ha cursado la denuncia ante el organismo que vela por los derechos de los trabajadores al entender que mantiene el régimen de autónomos a trabajadores que deberían estar contratados por la compañía y, además, subcontrata plantilla para las denominadas dark stores, sus supermercados sin presencia física de clientes, que debería asumir la plataforma, según lo entiende el sindicato.
Glovo fue la primera pero no la única en lanzar sus propuestas para sobrevivir a la 'Ley Rider'. Uber Eats, la otra gran plataforma del sector, anunciaba esta misma semana que subcontratará a flotas para que sean ellos los que lleven a cabo los repartos para la aplicación. De esta forma, Uber se ahorra los costes de laboralizar a sus repartidores, que evita cifrar, y traslada a una tercera empresa la pelota de los falsos autónomos.
Más radical ha sido la postura de Deliveroo, que hace apenas unos días anunciaba a sus repartidores que dejaba de operar en España tras la entrada en vigor de la 'Ley Rider'. En el aire queda la decisión de Stuart, que opera en Barcelona y Madrid y tiene a alrededor de 500 riders asociados a su plataforma.
Impacto de la norma
Tras conocerse la aprobación y puesta en marcha de la norma que ahora ha descolocado el mercado, la plataforma ADigital publicó un informe en el que reseñaba el impacto que tendría la medida sobre el mercado de reparto a domicilio. En él, señalaba que hasta 11 millones de personas -la mayor parte de ellas en ciudades de menos de 100.000 habitantes o urbes medianas- se quedarían sin el servicio de entregas al no ser rentable para las compañías que lo operan.
Además, cifraba en unos 23.000 repartidores los que se quedarían sin trabajo, un 76% del total estimado que operaba en nuestro país en ese momento. En el lado de la oferta, ADigital calculaba que más de 3.000 restaurantes se verían afectados con esta medida que ahora entra en vigor.
Habrá que esperar para ver las consecuencias definitivas de la 'Ley Rider' pero, por ahora, la laboralización a la que se aspiraba ha quedado reducida a un puñado de repartidores, mientras que será la Inspección de Trabajo y, posteriormente, los tribunales, los que decidan si el ingenio de las plataformas contraviene a la norma.
La única que apuesta así de una forma clara y decidida por la contratación es Just Eat, que hasta ahora trabajaba con repartidores de los propios restaurantes, pero ha decidido contar también con una red propia, aunque por ahora no da datos de cuántos empleos se pueden generar. De momento, la semana pasada anunció ya que estaba ultimando la firma del primer convenio colectivo del sector con los sindicatos.
Su director general en España, Patrik Berbareche, explicaba que "se trata de una negociación con muchísima trascendencia que marcará un hito histórico en la evolución del sector y garantizará el buen funcionamiento de las relaciones laborales en un entorno digital novedoso y dinámico donde la tecnología juega un papel esencial".
Y en la misma línea se han pronunciado los sindicatos. Desde CCOO, Carlos Gutiérrez, responsable de Nuevas Realidades del Trabajo, cree que el nuevo convenio impulsado por Just Eat "demuestra al conjunto del sector que se puede conciliar la búsqueda de la rentabilidad con el cumplimiento de la legislación laboral y la protección social de los trabajadores". Álvaro Vicioso, de UGT, sentencia así que "hay una clara intención de sentar las bases del futuro" en el sector.