Empresas y finanzas

La banca descarta un alza de la mora a doble dígito, como en la anterior crisis

  • Los impagos se mantienen a la baja en todos los segmentos de crédito
Varias sucursales en una misma calle.

Eva Díaz

Las entidades financieras españolas asumen que el verdadero efecto que deje la crisis del coronavirus en los impagos crediticios se reflejará este 2021, una vez comiencen a expirar las moratorias hipotecarias y de préstamos al consumo a las que se han acogido más de 1,3 millones de clientes en nuestro país. Sin embargo, discrepan con las previsiones de los supervisores y descartan que se dé una escalada de la morosidad a doble dígito, tal y como ocurrió en la última crisis económica, cuando el ratio de mora se situó en torno al 13% en el año 2013.

Una de las entidades que ha hablado más claro al respecto en los últimos meses es el Banco Sabadell. El consejero delegado, Jaume Guardiola, aseguró el pasado mes de octubre que, aunque esperan un incremento de la morosidad de cara a este año, no prevén que la tasa supere el 5%, frente al 3,8% en la que se situó a cierre del pasado septiembre. A nivel global, y según los últimos datos del Banco de España, el ratio de morosidad de las entidades españolas se sitúa en la actualidad en el 4,57%, sin reflejar un incremento por la pandemia. No obstante, cabe destacar que la cifra de impagos queda diluida por el incremento del saldo crediticio que se ha dado durante la crisis a empresas, pymes y autónomos, especialmente a través de los avales ICO.

Desde Unicaja y Liberbank, que el pasado miércoles anunciaron en rueda de prensa los detalles de su fusión, tras aprobarlo los respectivos consejos de administración la tarde de antes, tampoco esperan un alza de los impagos especialmente fuerte de cara al nuevo año. El consejero delegado de Liberbank y que ocupará el mismo cargo en el banco ya fusionado, Manuel Menéndez, aseguró que la entidad resultante situará su tasa de mora en el 3,8% y, aunque reconoció que las consecuencias de la crisis "no se podrán evitar del todo", señaló que, en función de las coberturas con las que arranca la entidad (inyectarán 400 millones en provisiones para elevar la cobertura de los activos improductivos, de los que 200 millones irán a créditos al consumo) y el bajo perfil riesgo puesto que el 66% de su saldo crediticio corresponde a hipotecas, "lo lógico es que la tasa de mora mejore".

Por su parte, la consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, aseguró a inicios de diciembre en una entrevista a elEconomista que de cara a este año "sin duda" la mora va a subir, pero todo dependerá de la eficacia de la vacuna, de la que irá ligada la recuperación de la economía y de cómo se empleen los fondos europeos. "Si esto ocurre más pronto que tarde, estos incrementos de mora no van a ser tan importantes como podría parecer hace dos meses. Ahora bien, la hora de la verdad va a llegar en 2021. Hay que ver si familias y empresas pueden remontar una vez se le retire la respiración asistida", advirtió.

La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, también ha mostrado su optimismo en lo referente a la recuperación de la economía. A su juicio, la llegada del antídoto contra el coronavirus permitirá "una vuelta a la normalidad en mayo o junio" del próximo año. "Creo que es una fecha razonable de vuelta a la normalidad y que la economía sorprenderá al alza en 2021", auguró en una entrevista a Bloomberg TV el pasado noviembre.

Esta visión menos negativa respecto a la futura entrada de impagos se reflejó en el volumen de provisiones que las entidades realizaron en el tercer trimestre del año para cubrirse de los riesgos de la pandemia. Los bancos españoles, entonces, y por primera vez desde el estallido de la crisis sanitaria, relajaron las dotaciones, destinando 600 millones de euros menos que en los meses anteriores para parapetarse de los impagos.

Esta relajación de esfuerzos, puso en alerta al Banco de España, que inmediatamente recomendó a las entidades que sigan elevando las provisiones ante los riesgos que están por llegar. Botín, aseguró al respecto que, en el tercer trimestre, el Santander ya contaba con más visibilidad sobre las posibles pérdidas crediticias que aparecerán en 2021 o 2022, ya que dos tercios de las moratorias concedidas han vencido. "Ya sabemos lo que los clientes van a ser o no capaces de hacer. Hemos provisionado una cantidad significativa hasta septiembre y, aunque con la segunda ola vendrán meses difíciles, somos capaces de tener algunos números realistas en nuestros modelos. En el caso de Santander, podríamos doblar las provisiones que hemos hecho y seguir reportando beneficio, y este es el caso de muchos bancos", subrayó. Desde Bankinter, ya dieron por realizado el grueso de las provisiones en el segundo trimestre.

Sin embargo, el Banco de España, que ya advirtió al inicio de la crisis que las entidades nacionales tenían capital suficiente como para afrontar un incremento de la mora de 8,2 puntos porcentuales (lo que situaría el ratio en el 13%), y tras los más de 20.000 millones puestos por la entidades encima de la mesa, sigue exigiendo más coberturas.

El crédito al consumo, vigilado

De momento, no hay una previsión oficial de a cuánto puede ascender la morosidad en la banca nacional, aunque Standard & Poor's estima que a lo largo del año podría escalar hasta el 9,6%, lo que supondría el doble frente al nivel actual.

Los últimos datos del supervisor nacional reflejan que la tasa de morosidad se ha mantenido a la baja en el tercer trimestre del año en todos los segmentos. En el caso del crédito al consumo, el más preocupante porque son los préstamos que antes dejan de pagar las familias ante dificultades económicas, la mora se situó en el 5,56% a cierre de septiembre, frente al 5,57% del segundo trimestre, cuando sufrió el mayor incremento por la pandemia. Asimismo, la morosidad en el conjunto del sector servicios, el más golpeado por la pandemia por las restricciones de movimiento, se situó a cierre de septiembre en el 4,56%, frente al 4,57% de tres meses antes.

Los primeros datos de impagos de las moratorias que ya han expirado ayudan al optimismo, aunque la mayoría concluyen entre finales de 2020 y mediados de 2021. Según los datos facilitados por las entidades cotizadas a septiembre, de los aplazamientos de préstamos que ya habían expirado hasta entonces, solo el 2,4% de los mismos habían entrado en situación de impago.