El hidrógeno es el 'salvoconducto' para acceder a los fondos europeos
- Empresas de movilidad y energéticas buscan ayudas de la UE para cambiar el modelo
África Semprún, Tomás Díaz
La Unión Europea (UE) y el Gobierno de España han lanzado un plan de hidrógeno verde muy ambicioso con el que buscan "alcanzar la neutralidad climática" e impulsar la reactivación económica tras la crisis del coronavirus, que ha dañado la industria y hundido el turismo y el transporte.
El Ejecutivo que preside Pedro Sánchez ya ha anunciado que va a destinar "más de 1.500 millones al impulso del hidrógeno renovable" hasta 2023 a través del Fondo Europeo de Recuperación (Next Generation EU). Esta primera inversión forma parte de una hoja de ruta que persigue la instalación de 4 GW de electrolizadores en 2030 y el impulso de un transporte público sostenible, accesible e inteligente, donde el hidrógeno tendrá un papel muy importante. No en vano, la UE exige que los fondos de recuperación, dotados con 750.000 millones, se usen para construir un millón de puntos de recarga para coches eléctricos y 500 estaciones de hidrógeno en toda la UE, entre otras cosas.
"El hidrógeno ha despertado gran interés. Hay muchas propuestas y planes relacionados con esta fuente de energía de cara a lograr ayudas"
La fuerte apuesta por esta fuente de energía verde (Bruselas busca movilizar hasta 500.000 millones para su implantación) ha supuesto un revulsivo para el transporte y las energéticas, que llevan años analizando alternativas a los combustibles fósiles para reducir las emisiones de CO2 y cumplir con los objetivos de descarbonización de la economía. Así, el desarrollo de proyectos vinculados al hidrógeno se ha convertido en el salvoconducto elegido por los grandes fabricantes y energéticas para acceder a los Fondos Europeos de Recuperación, de los que a España le corresponden 140.000 millones en seis años.
"El hidrógeno ha despertado gran interés. Hay muchas propuestas y planes relacionados con esta fuente de energía de cara a lograr ayudas", explican fuentes empresariales. No hay que olvidar que CEOE ha puesto en marcha un proceso de selección para presentar al Gobierno unos 16 macroproyectos tractores que aspiran a ser cofinanciados con los fondos. Los proyectos deben tener un fuerte calado sectorial y ser un vector para la creación de empleo de calidad y el desarrollo de nuevas tecnologías.
La movilidad como usuario
"La movilidad debe ser una palanca importante de este plan de hidrógeno para asegurar que más allá de las plantas de electrólisis que se puedan crear en los próximos años, realmente hay usuarios finales. Y el gran usuario del hidrógeno por nacer es la movilidad. Ya tenemos en la petroquímica, refinerías, metalurgia... pero realmente la movilidad todavía no ha entrado en el mundo del hidrógeno", explica el presidente de Alstom, Leopoldo Maestu, en una entrevista con este diario. Y es que el fabricante está armando un proyecto de hidrógeno en el ferrocarril enmarcado en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España y el programa Next Generation EU.
"Estamos en conversaciones con varios socios y es nuestra voluntad presentar una propuesta de proyecto ferroviario. Apostamos por que realmente en tres o cuatro años el ferrocarril se convierta en una industria de uso de ese hidrógeno verde que se va a generar en el país como consecuencia de las nuevas plantas de electrólisis y los proyectos que se van a dotar de recursos", explica en este sentido Maestu, que analiza tanto poner en marcha un proyecto que incluya a otras industrias o uno sectorial. Alstom ya tiene trenes de hidrógeno circulando y ahora persigue adaptar todo el ecosistema ferroviario español para que estos puedan ser una alternativa real al diésel en los tramos no electrificados.
En esta línea, tanto Talgo como CAF están elaborando propuestas encaminadas a impulsar el tren de hidrógeno con el respaldo de los fondos europeos. De momento, el fabricante vasco ya ha logrado ayudas de la UE para desarrollar un prototipo ferroviario propulsado por hidrógeno en consorcio con Renfe, Adif, Toyota y el DLR, entre otros. El proyecto (FCH2RAIL), que supone una primera fase de desarrollo, ha recibido una subvención de 10 millones por parte de la FCH JU, la agencia de la Comisión Europea dedicada a impulsar el desarrollo del hidrógeno y las pilas de combustible, con el objetivo de circular en pruebas en primavera.
La movilidad se erige como cliente final del gas para reducir las emisiones de CO2
Si bien esta primera fase del proyecto ya tiene financiación, CAF busca que los fondos europeos cofinancien la segunda fase del desarrollo del tren de hidrógeno. Es decir, conseguir que sea más eficiente, que dé el salto al mercado (producción en línea) y que se apueste por aplicar la tecnología a los trenes de larga distancia ya que actualmente solo se trabaja en Cercanías. "Un grupo interno estudia qué proyectos pueden ser susceptibles de presentar a los fondos de ayuda de la UE y entre ellos se encuentra el tren de hidrógeno, que es donde hay que trabajar más para que sea una realidad", explican fuentes de CAF, que ya tiene en su portfolio de productos un autobús urbano a hidrógeno que está vendiendo a varios países europeos.
Talgo también tiene un proyecto en marcha para crear un tren de hidrógeno con el objetivo de que esté circulando en 2023. La primera fase de la iniciativa, desarrollar el prototipo para distancias medias o cortas, la financiará íntegramente la compañía con la mirada puesta en que la UE cofinancie la segunda fase del mismo. Así, el grupo también va a presentar un plan de hidrógeno vinculado al mundo ferroviario para acceder a los fondos.
Adif, que ya ha identificado proyectos maduros por 14.000 millones para optar a la financiación europea, tiene la puerta abierta a sumarse a los planes que están elaborando los fabricantes para el desarrollo del tren de hidrógeno. El gestor ya participa con CAF en su proyecto y le interesa especialmente conocer su viabilidad y capacidad de adaptación a la red para replantearse los planes de electrificación de los 5.000 kilómetros de vía convencional donde solo operan trenes a diésel.
"Si este tipo de propulsión se adapta a las características de la parte de la red que no está electrificada será muy interesante adoptarlo. El uso de este tipo de tecnologías que reduzcan las emisiones permitirán a Adif no electrificar tramos que tiene previsto electrificar y así ajustar las inversiones a los trayectos más necesarios", explican fuentes de Adif, que están especialmente interesados en ver la aplicación del hidrógeno en distancias de más de 100 kilómetros. El gestor tendría que destinar unos 3.000 millones en electrificar toda la red.
Transporte aéreo y marítimo
Más allá del sector ferroviario, el hidrógeno tiene una clara aplicación en los transportes difícilmente electrificables, como el aéreo, el marítimo o el tráfico pesado de mercancías por carretera para avanzar en la descarbonización de la economía. En este punto, cabe recordar el macroproyecto tractor que Iberia y Airbus están desarrollando para lograr fondos públicos con los que renovar la flota y volar sin CO2 en 2035. En concreto, ambos planean inversiones público-privadas por más de 12.400 millones centradas en el desarrollo de aviones de hidrógeno, la compra de nuevos aviones, y el impulso de polos logísticos y tecnológicos en España relacionados con el sector aeronáutico.
En concreto, el fabricante europeo, que plantea una inversión público-privada de más de 5.000 millones, lleva años trabajando en el avance de los motores híbridos y cien por cien eléctricos, y a finales de septiembre presentó tres prototipos de avión que se basan en el hidrógeno con el objetivo de desarrollarlos y elegir el más viable en 2023. Para ello, Airbus pidió la participación de los socios industriales, como los aeropuertos y las aerolíneas, y el sector público (ayudas y subvenciones).
Dentro del objetivo de implantar el hidrógeno en el ecosistema aéreo (almacenamiento, transporte y desarrollo tecnológico), las empresas buscarían llamar a la puerta de Cepsa. Repsol o BP para que se sumen al proyecto "de calado de país para la transformación económica y la sostenibilidad medioambiental".
Las energéticas, volcadas
El primer proyecto en abrir las puertas de la reciente financiación europea para el hidrógeno ha sido Power to Green Hydrogen Mallorca, desarrollado por un consorcio formado por Enagás, Acciona, Cemex, Redexis, el Gobierno balear y el Idae. Con un presupuesto de unos 50 millones, Bruselas lo ha escogido para recibir 10 millones -se firmará antes de fin de año-, otorgándole la segunda mayor ayuda para un proyecto de hidrógeno verde y convirtiéndolo en el primer proyecto estratégico para el despliegue de la tecnología en el sur de Europa.
Enagás, Iberdrola y Repsol lanzan grandes proyectos con independencia de recibir ayudas
La instalación mallorquina, a partir de generación solar, producirá más de 300 toneladas de hidrógeno al año para todos los usos, a escala de demostración: suministro autobuses, vehículos de alquiler y ferris, generación de calor y electricidad para edificios comerciales y públicos, consumo en actividades portuarias y se construirá una estación de abastecimiento. Es posible que también se inyecte en la red de gasoductos de la isla.
Enagás es una de las firmas más activas en hidrógeno. Cuenta con una docena de proyectos identificados, listos para ejecutarse entre 2021 y 2023, la mayoría en zonas de transición justa, y muchos con otras empresas, como Repsol o Naturgy, que requieren una inversión de unos 1.500 millones y movilizar a toda la cadena de valor de la tecnología. En su plan estratégico contempla la inversión de 300 millones hasta 2026.
A largo plazo, la firma presidida por Antonio Llardén tiene dos proyectos de escala comunitaria: Green Crane, ligado a 2.250 millones de inversión, para exportar hidrógeno con buques al puerto de Rotterdam, y la European Backbone, con la italiana Fluxys, para reconvertir la red de gasoductos, de modo que el hidrógeno fluya por ella, como lo hace ahora el gas de origen fósil; en este caso la inversión sería de unos 40.000 millones hasta 2040, con un 10% en España.
Producir fertilizantes
Iberdrola también tiene un lugar destacado, con proyectos ligados a la producción de amoniaco en las fábricas de fertilizante de Fertiberia en Ciudad Real y Huelva: quieren invertir 1.800 millones hasta 2027 para construir cuatro plantas con una potencia conjunta de 800 MW; el primero de los proyectos, en Puertollano, aunque ha remitido su candidatura para recibir ayudas del europeo Fondo de Innovación, ya está en construcción.
La empresa presidida por Ignacio Sánchez Galán también ha entrado en la industria fabricante, con la intención de impulsarla y evitar los cuellos de botella propios de un desarrollo acelerado. Así, ha creado Iberlyzer con Ingeteam para producir electrolizadores con la tecnología de la noruega Nel, gracias a una inversión de 100 millones.
Repsol, el mayor consumidor de hidrógeno del país, con el 72% de cuota, invertirá hasta 2.900 millones en hidrógeno con vistas a 2026. Instalará 210 MW del gas producido con biometano en sus refinerías y otros 210 MW del gas obtenido con electricidad.
La petrolera dirigida por Josu Jon Imaz potenciará el hidrógeno obtenido a partir de la luz del sol directamente con fotoelectrocatálisis y ya cuenta con otras iniciativas para obtener el gas a partir de biomasa y residuos, y tiene un proyecto pionero en Bilbao, con la saudí Aramco, para convertirlo en combustible sintético a partir de CO2. En 2030 aspira a disponer de 1.200 MW.
Endesa cuenta con 22 proyectos de hidrógeno candidatos a recibir ayudas europeas, la mayoría ligados a los planes para revitalizar las zonas perjudicadas por el cierre de sus centrales de carbón. Y lo mismo quiere hacer Naturgy, que estudia instalar electrolizadores de 30 MW en La Robla (León) y de 50 MW en Meirama (La Coruña). Esta misma semana anunció la prolongación de un proyecto para obtener hidrógeno a partir de aguas residuales.
La UE movilizará 500.000 millones
La UE tiene una hoja de ruta para el hidrógeno con vistas a 2050 que aspira a canalizar 500.000 millones para desarrollar las infraestructuras que permitan cubrir un 14% de la demanda energética europea con este gas, desde electrolizadores que lo separen del agua, hasta plantas eléctricas renovables que los alimenten, pasando por vehículos y fábricas que lo consuman o las redes de distribución y almacenes. Para ello tiene prevista una gigantesca batería de ayudas y subvenciones adicionales al Fondo de Recuperación, incluidas en distintos programas del Presupuesto comunitario de 2021 a 2027 -y más allá- que están orientados al fomento de la innovación y la descarbonización de la economía, al aumento de la resiliencia de la industria y el transporte, a la cooperación ligada a la energía limpia...
El Innovation Fund, destinado a las tecnologías innovadoras bajas en carbono, contará con una dotación de 10.000 millones entre 2020 y 2030, dependiendo de los precios del CO2 en el mercado europeo. La segunda convocatoria se abrirá en el primer trimestre de 2021. El Programa Horizon contará con 75.900 millones de 2021 a 2027, de los que el 35% está destinado a abordar los desafíos del cambio climático; incluye la Clean Hydrogen Alliance, un instrumento específico para canalizar 2.600 millones a fomentar el gas, priorizando las sinergias con la aviación y el transporte ferroviario o la producción de acero. Con remanentes del Horizon del anterior Presupuesto, la European Green Deal Call ofrece 1.000 millones y está abierta desde mediados de septiembre; las candidaturas se pueden presentar hasta enero.
También está la Connecting Europe Facility para infraestructuras de energía, transporte y servicios digitales que contempla 28.396 millones, de los que un 60% irán destinados a objetivos climáticos: 21.384 millones a transporte, 5.180 millones a energía y 1.832 a digitalización. Y el Fondo de Transición Justa, para apoyar las regiones afectadas por el abandono de los combustibles fósiles, estará dotado con 7.500 millones del objetivo de crecimiento y el empleo; a España le corresponderán 800 millones.