Empresas y finanzas
El Banco de España pide a Sánchez que no retire el apoyo a familias y empresas
- Advierte que la eliminación temprana causará más daño y pide ampliarlos avales
Eva Díaz
El Banco de España incrementa sus advertencias para guiar al Gobierno hacia la salida de la crisis. El gobernador del organismo, Pablo Hernández de Cos, instó este miércoles al Ejecutivo a no retirar de forma temprana las medidas aplicadas para ayudar a las familias y las empresas como son los ERTEs, la financiación a través de avales del ICO o las ayudas al alquiler. "Una retirada temprana hará más daño", insistió durante su intervención en el coloquio organizado por Esade.
De hecho, De Cos recomendó al Ejecutivo que amplíe la línea de avales ICO. El Gobierno puso sobre la mesa 100.000 millones de euros en avales que ya ha liberado en su totalidad, por tanto, según el gobernador, es necesario incrementar el volumen para poder dar financiación a las empresas y evitar que se corte el grifo del crédito.
El número uno del organismo supervisor señaló que, además de continuar con estas medidas a corto plazo, es necesario realizar ya reformas estructurales, algunas de las cuales deben empezar a aplicarse de forma inmediata y otras, una vez pasada la crisis. Pero, a su juicio, hacer un plan de reformas daría confianza en el país y atraería la inversión internacional. Asimismo, determinó que uno de los grandes escollos actuales para sacar adelante estas reformas es la división política, que aseguró que hace un gran daño a la economía. No obstante, mostró un ápice de optimismo al confiar que una crisis de las características del coronavirus, con su componente sanitario, es lo que más puede empujar a que los partidos aparquen las distintas ideologías y saquen adelante estas medidas.
"Es el momento de ser valientes", dijo en referencia a que España no puede continuar arrastrando durante más de tres y cuatro décadas los mismo problemas, que incluyen la baja productividad de las empresas o la precariedad laboral.
Mejorar la reforma laboral
El gobernador, que alabó los beneficios de la reforma laboral de 2012, a pesar de que el Gobierno propusiera su derogación, insistió en mejorarla. De Cos aseguró que el problema de los contratos temporales debe resolverse y propuso nuevos modelos de contratación en los que los trabajadores temporales incrementen el coste de su despido a medida que pasa el tiempo o combinar este mecanismo con el conocido como mochila austriaca, que consiste en eliminar la indemnización por despido y que la empresa gradualmente destine un fondo a cuenta del trabajador del que pueda disponer en caso de despido.
De Cos advirtió que, pasado el confinamiento, en la actualidad se está en la fase de gestión más difícil porque a la incertidumbre, que provocará una caída en el consumo por el mayor ahorro de familias y empresas, se va a sumar los daños estructurales que emergerán de esta crisis como los cierres de empresas que no se han podido evitar. Además, se quedarán otros cambios que habrá que afrontar, como el teletrabajo que transforma la forma de consumo o el auge del comercio electrónico que afectará al tradicional.