Empresas y finanzas

Santander se guarda el 'as' de retomar el dividendo en acciones para sortear el golpe del 'Brexit'

  • El grupo tenía previsto pagar en efectivo a los accionistas a cargo de 2019
  • El segundo reparto del año podría ser un híbrido entre efectivo y títulos

Eva Díaz

El Banco Santander reconoció ayer que la incertidumbre económica por el Brexit y un cambio regulatorio en Reino Unido que obliga a separar la actividad minorista de la de banca de inversión asestarán un golpe a las cuentas del grupo de este año de 1.500 millones de euros. La entidad ha reconocido que este impacto se trasladará al beneficio atribuido del grupo, pero no a la línea del beneficio ordinario (antes de saneamientos) que es la que se tiene en cuenta para realizar el pago a los accionistas y por lo tanto mantendrá el payout (porcentaje del beneficio que se reparte a los accionistas) prometido para el ejercicio 2019, que oscila entre el 40-50%. No obstante, el grupo que encabeza Ana Botín se verá obligado a realizar ajustes para compensar los menores beneficios en el resultado. Para ello, el Banco Santander se guarda un as en la manga: la vuelta al reparto del dividendo en acciones (scrip en la jerga del mercado).

La entidad anunció ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que el consejo de administración había aprobado el pago del primer dividendo en efectivo, de 0,10 céntimos por acción, a cargo de los resultados de 2019. No obstante, el banco aún debe dar a los accionistas un segundo reparto a cargo de las cuentas de este año que, según fuentes cercanas a la entidad, podría ser un híbrido entre un reparto en efectivo y en acciones. Este cambio de modalidad (el reparto de dividendo en títulos en vez de en efectivo) supone un alivio para las cuentas porque el banco mantendría a resguardo el importe a abonar a los accionistas, una práctica que el sector financiero ha efectuado durante toda la crisis. Además, al retener ese capital y a la par ampliarlo para poder repartir esas acciones entre los inversores, refuerza sus niveles de solvencia.

El grupo anunció el año pasado que volvía al reparto íntegro del dividendo en efectivo de cara a los resultados de este año, asimismo, elevó el payout al 40-50% desde el 30-40% y redujo, por cuestiones regulatorias, de cuatro a dos el número de repartos del año.

Ahora, y ante el golpe aflorado en Reino Unido por la incertidumbre económica, la posibilidad de volver a compensar a los accionistas con acciones está más cerca que nunca. No obstante, cabe destacar que el segundo dividendo aún no está anunciado y será el consejo de administración del banco quien apruebe la modalidad de reparto en los próximos meses.

El consejero delegado del Santander, José Antonio Álvarez, ya abrió la puerta en febrero de 2019 a la posibilidad de guardarse la opción de retomar el scrip. No obstante, en sus últimas participaciones en público, había defendido que mantenían la retribución a los accionistas anunciada. De hecho, Álvarez, ha sido en los últimos meses uno de los ejecutivos bancarios más contundentes contra las recomendaciones del Banco de España a las entidades de volver al dividendo en efectivo para tener capacidad para reforzar su solvencia.

Efecto arrastre

La posibilidad de que el Santander recupere el scrip abriría la puerta a que otras entidades españolas, como el Sabadell, se sumen a esta modalidad de retribución, tal y como señalaron en su día los analistas a este periódico. "Es una posibilidad que podrían empezar a plantearse algunas entidades bancarias", apuntó Victoria Torre, de Self Bank. "En el caso del Santander, una de las partes más complejas de su plan estratégico es la que se refiere a los objetivos de capital y margen de intereses. Tras haber gritado a los cuatro vientos que en 2019 solo habría dividendos en efectivo, la realidad les podría obligar a retomarlo [el scrip] si quieren mantener o elevar el payout", considera la experta, quien cree que "la situación podría repetirse en el caso del Sabadell".