La tranquilidad que venían viviendo los mercados se rompió este miércoles. La nueva ronda de aranceles que anunció la Administración de Estados Unidos borró todo el optimismo previo y presionó a las bolsas a la baja, con caídas que llegaron a ser del 1,47% durante el día para el EuroStoxx, del 1,57% para el Ibex, y del 0,72% para el S&P 500 estadounidense. Los ánimos parecen más calmados este jueves, tras el rebote en Asia y en el que se publican las actas de la última reunión del BCE y la revisión del cuadro macro de la Comisión Europea. | La guerra comercial y el petróleo se llevan el optimismo de Wall Street
Sin embargo, a pesar de los descensos, las bolsas todavía tienen un colchón importante antes de perder niveles críticos, establecidos, según explica Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader, "en la zona de mínimos del año", tanto para el EuroStoxx 50 europeo, como para los índices estadounidenses. | El Ibex cede primeros soportes
Esta zona todavía queda lejos, especialmente en Estados Unidos: a media sesión de Wall Street, ayer el Nasdaq 100 tecnológico todavía se mantenía a un 12,9% de los mínimos de ejercicio, y el S&P 500 a un 7,1%. Europa, eso sí, está algo más cerca, pero el EuroStoxx 50 aún mantiene una distancia del 4,2% hasta los 3.278,7 puntos en los que marcó los mínimos del año en el mes de marzo.
La reacción de los mercados ante esta nuevo aumento de las tensiones comerciales podría haber ido demasiado lejos. Al menos así lo cree Paul Flood, gestor del fondo Global Multi-Asset Income de BNY Mellon, quien considera que las reacciones de los mercados "parecen un poco excesivas, teniendo en cuenta que los aranceles supondrán un porcentaje de los 200.000 millones de dólares. Si bien supondrán un 0,3% del PIB global, están teniendo un impacto sobremedido en los mercados; los inversores parecen estar preocupándose por el efecto negativo que esto puede tener en el sentimiento empresarial, y también por la posibilidad de que se incremente la guerra comercial", explica el gestor.
Desde ING señalan cómo "la última lista presentada por EEUU no sólo incluye una amplia lista de productos más sensibles para los mercados, si no que también su publicación confirma el miedo a una espiral de represalias que reducen la esperanza de ver una solución negociada, buena para todas las partes".