El 27 de junio, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, pronunció un discurso en Portugal que, como ya ocurrió en octubre de 2016, propició un enérgico rebote de la banca y adelantó las expectativas de una subida de los tipos de interés incluso a antes del verano de 2018. Dos meses después, el que entonces se denominó efecto Sintra se ha desdibujado, pero no se ha desvanecido. Los analistas han retrasado el incremento del precio oficial del dinero a finales del próximo año y los ascensos en bolsa del sector financiero no han encontrado continuidad. Eso sí, desde entonces, los expertos suman 1.080 millones de euros de beneficio a los bancos del Ibex 35 de cara a 2018 y a 2019.
Santander lidera esta mejora -del 3% en las previsiones del conjunto de las entidades- gracias a la adquisición del Popular. Las estimaciones del banco han crecido 711 millones de euros para el próximo curso y para el siguiente desde que Draghi habló en Sintra. Un 4,73% y un 3,84%, respectivamente. De hecho, el consenso de mercado espera que la entidad que preside Ana Patricia Botín se anote unas ganancias de 9.130 millones de euros en 2019, por encima del beneficio histórico de 9.060 millones que alcanzó en 2007.