Divisas

El yuan deja de exportar deflación a la economía mundial al subir ya en 2016

  • Ha conseguido recuperar ya todo lo que perdió en la devaluación de enero
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Arantxa Rubio, Víctor Blanco Moro

Desde China está llegando un importante mensaje de estabilidad para la economía mundial. Su divisa, el yuan, se ha puesto en positivo en el año con una modesta subida del 0,1% en el cruce que mantiene con el dólar. Los fabricantes de medio mundo lo agradecerán, teniendo en cuenta la presión que estaban sufriendo desde agosto, cuando comenzó la oleada de devaluaciones por parte del gigante asiático: entre agosto y febrero la moneda se depreció casi un 6%, algo que obliga a los productores a bajar sus precios para poder competir con China. Es por ello que la subida del 1,6% que acumula la moneda desde los mínimos del año, el 15 de febrero, hasta ahora, es un alivio para los fabricantes... y también para las bolsas del mundo, que veían un serio problema en la deflación que estaba exportando China con su política monetaria.

La relación entre la estabilidad del yuan y el ánimo de los inversores ha sido clara durante los últimos meses: la devaluación del pasado mes de agosto dio un susto mayúsculo a los índices bursátiles, igual que lo hizo la que se realizó en enero -las bolsas sufrieron el peor arranque de año de la historia-. Sin embargo, desde que empezaron las subidas para la divisa china, las bolsas americanas y europeas le han acompañado. Así, conseguir recuperar todo lo perdido por la devaluación de enero es una buena noticia para la renta variable. El gurú George Soros lo explicó: "la devaluación del yuan supone una tranferencia de los problemas de China al resto del mundo".

El problema es que el avance de la inflación es uno de los principales quebraderos de cabeza de grandes economías, como Europa y Estados Unidos. Los bancos centrales de estas regiones pelean por que aumenten los precios, debido al peligro que supone entrar en una situación de deflación como la que ha sufrido Japón durante años.

Empiezan las subidas

El pasado 15 de feberero, China dio un paso al frente para tranquilizar a los mercados, al elevar el tipo de cambio del yuan y, sobre todo, lanzar un mensaje de confianza, al destacar el gobernador del Banco Popular de China que no había base para que el yuan siguiese cayendo.

Peter Lee, director de bolsa global de Mirae Asset explica sobre esto que "no hay ningún gobierno en el mundo que quiera que su divisa sea débil a largo plazo".

El principal responsable de la política monetaria china también prometió que seguirían manteniendo estable a la divisa frente a la cesta de monedas internacionales y quitó peso a la fuerte venta de yuanes en el país, explicando que "no es lo mismo una salida de capitales, que una fuga de capitales". Desde entonces, la moneda ha rebotado más de un 1,6% frente al dólar, una subida que se ha contagiado a las bolsas europeas y americanas: el Ibex sube un 13,5% en ese periodo, mientras el Dow Jones lo hace un 10,1%.

Para Javier Santacruz, profesor del IEB, la salida de capitales que se ha producido en China en los últimos meses estaba reflejando una mayor demanda de dólares y menor demanda de yuanes, algo que ha cambiado el último discurso de la Reserva Federal americana: "Mientras la política monetaria en China sigue siendo la misma, es decir, que se suministra el dinero que hace falta en cada momento y a unos tipos de interés que permanecerán estables para que los bancos arreglen sus ineficiencias, la política monetaria americana ha pasado de prever cinco subidas de tipos a dos y ya veremos", explica. Según Goldman Sachs, "la salida de dinero se ha diluido" y "los riesgos de crédito a corto plazo son manejables,aunque a medio plazo permanecen".

El dólar débil contribuye

En las últimas sesiones, el mensaje de la Fed ha depreciado al billete verde, algo que ha sido aprovechado por el yuan para tomar fuerza. José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España, opina que "la clave ha sido el G20, que ha pedido mayor estabilidad en las divisas. La realidad es que esto ha pasado por un dólar más depreciado más que por una fortaleza del yuan".

No obstante, hay una serie de acontecimientos que también han animado a la divisa. "Se están vendiendo bonos del tesoro americano -la rentabilidad subió este martes al 1,93%- y las reservas de China de deuda siguen cayendo; además, se ha puesto en marcha del Banco Asiático de Inversión para Infraestructuras, en la que parte de los 100.000 millones va a estar denominada en yuanes; y por último, el fondo para la financiación de la ruta de la seda también está respaldado en yuanes". En otras palabras, la demanda se ha incrementado mientras que la oferta se ha mantenido en el mismo nivel. De hecho, añade Santacruz: "El eje de comercio de Asia-Pacífico se está haciendo en yuanes y no en dólares"

La divisa de Pekín cae un 3% en su cruce contra el euro en el año

Al contrario de lo que ocurre con el dólar, el yuan se deprecia algo más de un 3% en su cruce frente al euro en lo que va de 2016. Este martes, su moneda se cambiaba a 0,137 yuanes por cada euro, por debajo de las 0,141 que se intercambiaba el uno de enero. No es el único cruce, el euro se aprecia contra otras cinco divisas del G10 este ejercicio. Cae en torno a un 3 % frente al 'billete verde', después de que las palabras de Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal estadounidense, acortando las subidas de los tipos de interés en EEUU a solo dos, tumbaran al dólar. Por su parte, contra la libra esterlina, cede algo más de un 6%; y frente al dólar neocelandés, algo más del 4%.