Banca y finanzas

El presidente de CaixaBank defiende la sede en Valencia aunque "respeta" la vuelta de la Fundación La Caixa

Tomás Muniesa y Gonzalo Gortázar, en la junta de accionistas. Foto: Guillermo Lucas

Ángel C. Álvarez, Matteo Allievi
Valencia,

El presidente de CaixaBank, Tomás Muniesa, ha aprovechado su intervención por primera vez como presidente del banco en la junta general de accionistas de este viernes para volver a defender la continuidad de la sede del banco en Valencia, tras el anuncio del principal accionista de la entidad, la Fundación La Caixa, de regresar a Cataluña.

En su discurso ante los accionistas, el presidente del banco se refirió a la medida de su principal socio como "una decisión soberana de dicha entidad, que respetamos absolutamente".

"Con respecto a CaixaBank, en 2017 se trasladó la sede a Valencia, ya que entendimos que era lo mejor para nuestros clientes y accionistas", recordó el sustituto de José Ignacio Goirigolzarri, que añadió que "con motivo de la fusión con Bankia, en el año 2021, se tomó la decisión de que la sede social de la nueva entidad estuviera en Valencia, con dos sedes operativas, una en Barcelona y otra en Madrid".

Muniesa insistió en que el banco se encuentra muy cómodo con esta realidad de compartir geográficamente el domicilio social y las sedes operativas en las tres grandes capitales españolas. "Nos llena de orgullo que CaixaBank sea el banco de referencia en la Comunidad Valenciana, como en otras muchas comunidades", aseguró. El presidente también se refirió a los esfuerzos de la entidad tras la DANA en la provincia de Valencia.

Ante los accionistas del banco, el presidente apostó por mantener la herencia de los 120 años de historia. "CaixaBank no es una entidad más. Es una entidad de raíces centenarias, con más de 120 años de historia, dando respuesta a las necesidades de la sociedad" y que nació "intentando dar respuesta a una necesidad social, que sigue hoy totalmente vigente: que todos los ciudadanos tuvieran una jubilación digna".

Cambios en el consejo

La junta, que celebró en el Palacio de Congresos de Valencia, aprobó el relevo y la renovación de alrededor de un tercio de su consejo de administración de la entidad. Entre los cambios, destaca la salida de los últimos tres consejeros independientes que quedaban que se incorporaron con Bankia: Joaquín Ayuso García, Francisco Javier Campo García y Eva Castillo Sanz.

Los accionistas dieron el visto bueno al nombramiento de Rosa María García Piñeiro, Luis Álvarez Satorre y Bernardo Sánchez Incera como nuevos consejeros independientes; de Pablo Forero Calderón en la categoría de consejero externo; y de José María Méndez Álvarez-Cedrón como consejero dominical a propuesta de la Fundación La Caixa, todos por un periodo de cuatro años.

Asimismo, se aprobó la reelección de los actuales consejeros Koro Usarraga Unsain (independiente), Fernando Maria Costa Duarte Ulrich (externo) y Teresa Santero Quintillá (dominical a propuesta del FROB y de BFA), también por cuatro años.

En su discurso, Muniesa quiso "reconocer la excelente labor de José Ignacio Goirigolzarri", su antecesor procedente precisamente de Bankia, "por su liderazgo, dedicación y visión". Según destacó, "su compromiso y esfuerzo han sido claves para alcanzar los retos de nuestro último plan estratégico".

La junta también dio luz verde a la distribución del dividendo complementario de 0,2864 euros por acción con cargo a los resultados de 2024, que se pagará el próximo 24 de abril de 2025. De esa forma, el dividendo complementario que repartirá la cotizada alcanza los 2.028 millones de euros, que eleva el dividendo total anual a cerca de 3.100 millones.

En la cita, se respaldó la actualización de la política de remuneración del consejo de administración para el trienio 2025-2028. La nueva guía prevé una subida del 14,9% para el sueldo de Gortázar, lo que incluye un aumento del 3% de la remuneración fija y del 46,8% del variable objetivo. De esta manera, del total de 5 millones de euros de remuneración total prevista para 2025 para el consejero delegado, más de un tercio será en retribución variable, que sería de 1,75 millones de euros en caso de que cumpla el 100% de los objetivos.

En respuesta a críticas por parte de los accionistas sobre el incremento de la retribución de Gortázar, Muniesa defendió la propuesta, reiterando que busca dos objetivos: reconocer las tareas ejecutivas que ha asumido y que antes recaían en el presidente, así como mantener la retribución total del consejero delegado en la mediana del grupo de comparables europeos.

Los retos ante el contexto de incertidumbre

Muniesa también se refirió al difícil contexto internacional, con "un nuevo mapa mundial en permanente cambio y, sobre todo, no predecible. En este escenario geopolítico cada vez se observa una mayor polarización, con el auge de populismos y extremismos".

Por ello, el presidente de CaixaBank reclamó "promover una mayor competitividad, con una política industrial europea como motor. Sin aumentos de la productividad, el crecimiento potencial y el modelo social y de bienestar pueden verse comprometidos". Desde su punto de vista, es clave recuperar la relevancia de Europa y es necesario tomar iniciativas firmes, no es momento de divisiones ni de parálisis: "Van a ser años en los que nos jugamos mucho en el Viejo Continente".

También reclamó una mayor simplificación normativa a las administraciones, uniéndose a las demandas del gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, de la presidenta de la Asociación Española de Banca (AEB), Alejandra Kindelán, y de su homóloga en Santander, Ana Botín, entre otros representantes del sector financiero en España. "Hay un consenso creciente sobre el nivel excesivo de complejidad regulatoria en Europa, y en particular de la carga regulatoria al sector financiero", recalcó.

Ante la elevada incertidumbre, el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, destacó que, en la actualidad, la entidad se encuentra en "una situación de mucha fortaleza", con una ratio de morosidad en niveles "históricamente bajos" a pesar de que las regulaciones son "cada vez más exigentes".

Además, incidió en que la entidad cerró 2024 con una ratio de eficiencia del 38,5%, y que "estar por debajo del 40% en este momento es un nivel que es absolutamente referencia no ya en España, sino en toda Europa", además de asegurar que la integración con Bankia ha permitido al banco "ser mucho más eficiente, tener más escala, poder hacer más cosas y también ser más rentable".

En respuesta a un accionista sobre la capacidad del banco de mantener esos niveles de beneficios en un entorno de tipos a la baja, el CEO aseveró que desde CaixaBank tienen "muchas iniciativas" y creen poder "mantener la rentabilidad superior al 15%". "Tenemos que ganar más volumen y más cuota de mercado, con un control de costes", agregó.