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De las cartas a la ciudadanía de Pedro Sánchez a los escritos de Begoña Gómez: así es el desafío al juez desde Moncloa
- La mujer del presidente da explicaciones a pocos días de declarar
- El presidente criticó al magistrado por citar a su mujer en víspera electoral
- El magistrado desconoce quien recogió la citación judicial
Javier Romera
Las criticas al juez instructor por parte de Pedro Sánchez por la citación en vísperas de las elecciones europeas de su mujer; las explicaciones de Begoña Gómez a este periódico a través de un escrito cuando aún no ha declarado en sede judicial y el hecho de que no haya recogido la citación, lo que le ha obligado a llamar al jefe de Seguridad de Moncloa, han enfadado a Juan Carlos Peinado, magistrado que la investiga.
La estrategia de defensa orquestada desde Moncloa, según las fuentes jurídicas consultadas, supone todo un desafío a la justicia. De momento, Begoña Gómez ha replicado la estrategia de Pedro Sánchez. Después de que el presidente del Gobierno escribiera dos cartas a la ciudadanía para defenderse de lo que él llama "la campaña del fango", ahora es su mujer la que, a pocos días de tener que declarar ante el juzgado en calidad de investigada por tráfico de influencias, recurre al género epistolar.
El escrito
Gómez ha remitido en los últimos días un escrito a elEconomista.es y a otros medios de comunicación para dar explicaciones y negar algunas de las acusaciones que pesan sobre ella. Es algo muy poco habitual en vísperas de una citación judicial y, de hecho, las fuentes jurídicas consultadas por este periódico aseguran que podría ser incluso contraproducente porque el juez podría entender que está tratando de influir en la instrucción.
Pero la mujer de Sánchez ha preferido hablar, convencida de que no tiene nada que ocultar y de que no ha incurrido en ningún delito. En el escrito remitido a este periódico, en el que no ha intervenido ningún abogado y que procede directamente del Palacio de la Moncloa, empieza hablando en primera persona para después hablar de sí misma como si se refiriera a un tercero.
Aunque da todo tipo de explicaciones, Gómez escribe para dejar claro, fundamentalmente, dos puntos. El primero es que no está haciendo negocio con el software gratuito de la Universidad Complutense y el segundo que el convenio que firmó con la Cámara de Comercio de España en 2022 por un plazo de cuatro años se renueva de forma anual y, según dice, sigue vigente porque esta institución no le ha comunicado lo contrario.
La herramienta
En referencia a la plataforma se muestra contundente al asegurar que es "una herramienta que está en desarrollo, sin finalizar" y que "no está siendo objeto de comercialización alguna". Las empresas que desarrollaron el software -Telefónica, Indra y Google- mantienen, sin embargo, que su trabajo está terminado, por lo que, aunque no esté operativa resulta cuando menos extraño que no se pueda utilizar. Y de hecho, Gómez la está publicitando en la web de su empresa, Transforma TSC.
Respecto al segundo punto, y frente a lo que ella dice, la Cámara de España, que pidió expresamente a todas las cámaras territoriales contratar el máster de Begoña Gómez, ha sido ahora contundente: "el convenio ha finalizado, no hay ningún acuerdo vigente". Parece muy extraño así que no se lo hayan comunicado. Sobre todo porque, según siempre la Cámara de España, el convenio se suspendió ya el año pasado y lleva meses sin estar vigente.
El escrito de Begoña Gómez deja vislumbrar, además, un enfrentamiento con la Complutense. Después de que la Universidad anunciara la semana pasada que está estudiando medidas legales y que ha reclamado ya información al ministerio de Industria para saber si la mujer del presidente del Gobierno había patentado el software a su nombre, Gómez se ha mostrado contundente al asegurar que la Complutense no ha registrado la plataforma a su nombre y que, por lo tanto, en teoría, sería libre de utilizarla cómo y cuando quiera.
Habrá que esperar para saber cómo se toma el juez Juan Carlos Penado estas declaraciones, pero si hay algo ya evidente es su malestar con la estrategia adoptada por la investigada. El juez ve así demasiado fango a su alrededor. Y no parece gustarle. De momento, ya dictó una providencia para dejar claro a Sánchez que ninguna ley le impide citar a su mujer, haya sido o no en vísperas electorales.