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La Sepi esquiva la nacionalización de catorce empresas rescatadas
- El Gobierno ha decidido prorrogar la moratoria contable hasta 2024
- Air Europa, Volotea y Air Nostrum entraron en causa de disolucióon
Javier Romera, Cristian Reche, María Juárez
La Sepi ha logrado esquivar in extremis la nacionalización de, al menos, 14 de las empresas rescatadas tras la pandemia, la mitad prácticamente del total. El Covid provocó que debido a las pérdidas sufridas en 2020 y 2021 muchas compañías redujeran su patrimonio neto por debajo de la mitad del capital social, incurriendo así en causa de disolución. Para evitarlo, el Gobierno aprobó una moratoria contable que evitaba la quiebra por esta causa hasta el pasado 31 de diciembre.
El problema es que como muchas de las compañías rescatadas seguían aún con problemas financieros, el holding estatal presidido por Belén Gualda se iba a ver obligada a capitalizar los préstamos participativos y tomar el control para evitar su caída. Por eso, y con el objetivo de evitar esa situación, el pasado 27 de diciembre se acordó prorrogar la moratoria hasta el año 2024. El Estado evitó así dos problemas: ni las empresas que arrastraban pérdidas por el Covid entran en quiebra técnica ni la Sepi se ve obligada a capitalizar la deuda y tomar el control.
Entre todas las empresas afectadas suman 1.399 millones del total de ayudas otorgadas por la Sepi a través del Fondo de Apoyo a la Solvencia para Empresas Estratégicas (Fasee), lo que representa el 43% del total de dinero prestado. A pesar de esto, casi la mitad de las treinta empresas rescatadas por el organismo dependiente del Ministerio de Hacienda estaban a cierre de 2021 en quiebra técnica. La peor parada es Air Europa, que fue la primera en recibir el rescate —474 millones de euros— y que tenía un patrimonio negativo de 659,8 millones a cierre de 2021.
Dentro del podio también están Volotea, con un desequilibrio financiero de 159,9 millones pese a haber percibido 200 millones, y Air Nostrum, que todavía tiene que presentar las cuenta de 2021, pero que en 2020 tenía un patrimonio negativo de 143 millones. Las tres son la prueba de que el golpe del coronavirus a las aerolíneas fue más allá del primer año de pandemia, debido a la aparición de variantes agresivas como Ómicron, que provocaron restricciones a la movilidad hasta principios de 2022 y frenaron la apertura de los mercados emisores. De hecho, dos de ellas, Volotea y Air Nostrum, terminaron recibiendo más ayuda de la solicitada en un primer momento.
Otro de los casos paradigmáticos de empresas beneficiadas por la moratoria es Duro Felguera, que sumó 120 millones en su rescate, en una operación que se estructuró en varias partes y que comportó, además, una ampliación de capital y un nuevo plan de negocio. La compañía asturiana, otra de las primeras empresas en beneficiarse del dinero del Fasee, presentaba un patrimonio neto negativo de 137 millones al cierre de 2021, lo que también le ha empujado a buscar soluciones alternativas durante la recta final del pasado año, principalmente la búsqueda de un socio de corte industrial dispuesto a entrar en el capital.
Asimismo, la Sepi ofreció a Grupo Vivanta 40 millones de euros entre préstamos participativos y ordinarios. La red de clínicas dentales presentaba a cierre de 2021 un patrimonio neto inferior a esta ayuda, en concreto, de 109 millones. Vivanta es una de las participadas del fondo Portobello beneficiadas de las ayudas públicas para sobrepasar el Covid, ya que también recibieron financiación estatal la cadena de gimnasios Sidecu y la empresa de cátering Mediterránea, aunque en este caso desde el fondo Fonrec de la empresa pública Cofides, dependiente del Ministerio de Industria y dirigido a empresas no estratégicas y de menor tamaño que las de la Sepi.
El resto de compañías que estaban en quiebra técnica a cierre de 2021 son Grupo Wamos (-17,6 millones de euros), que incluye a la aerolínea que da nombre al grupo y a la agencia de viajes Nautalia, y la aerolínea Plus Ultra (-14,3 millones). Completan el listado la compañía andaluza Soho (-9,8 millones), el Grupo Ferroatlántica (-5,3 millones), Imasa (-3,6 millones) y Eurodivisas (-1,61 millones). No obstante, los datos de los grupos hoteleros Abades (-4,1 millones) y Abba (-2,06 millones) son todavía del año 2020, ya que de momento tampoco están disponibles sus cuentas de 2021 en el Registro Mercantil.
El dinero prestado a estas compañías y al resto de empresas rescatadas por la Sepi tardará en recuperarse por completo. La mayoría de los préstamos otorgados tienen un formato bullet, por el que las empresas únicamente reembolsan los intereses generados sobre el principal y abonan la totalidad de la ayuda al final del periodo de amortización. En su última comparecencia pública, la presidenta de la Sepi, Belén Gualda, afirmó en el Congreso de los Diputados que las compañías estaban cumpliendo "rigurosamente" con el calendario de pagos.