La presentadora y su círculo más íntimo están viviendo horas muy complicadas desde que este martes saltara la noticia bomba: Paloma Lago ha interpuesto una denuncia contra Alfonso Villares, consejero de la Xunta de Galicia, por una presunta agresión sexual con sumisión química. Él ha dimitido y defiende su inocencia mientras que la ex cuñada de Ana Obregón ha cerrado filas y no atiende llamadas ni mensajes. Su familia ha hecho piña para protegerla y prueba de ello es la cancelación de un evento de Equiocio, el concurso hípico nacional que organizan Federico y Ana, hermanos de Paloma.

El acto estaba previsto para la tarde de este viernes en Covas, donde reside la familia, pero han decidido posponerlo dado "el contexto mediático que está viviendo la dirección". Concretamente indican que "por cuestiones ajenas a su actividad, Equiocio ha tomado la decisión de aplazar la jornada medioambiental prevista para este viernes en el entorno del río Xunto, en Esmelle". Afirman que "esta medida ha sido consensuada con las entidades del ámbito socio-sanitario que integran Equiocio Social, cuya participación estaba prevista", y han lamentado "las posibles molestias que puedan derivarse de esta decisión", agradeciendo la comprensión "con la confianza de poder retomar la iniciativa a corto plazo".

El círculo cercano a la familia asegura que están "desolados" por la situación. Eran conocedores de la misma, pues los hechos tuvieron lugar el pasado 27 de diciembre y la denuncia se interpuso tres días después, pero ni ellos ni por supuesto Paloma esperaban esta repercusión mediática. Apoyan sin fisuras a la modelo, que en estos momentos se encuentra aislada por voluntad propia y decidiendo, junto con sus abogados, cuál es la mejor manera de proceder. Según Jorge Borrajo, "saldrá a dar explicaciones pero no sabe cómo ni cuándo". Entre las opciones, un comunicado, una entrevista o una rueda de prensa.

Hay que recordar que la familia, que perdió a su patriarca hace pocos meses, está muy unida, tanto que incluso viven todos juntos en la misma calle y sus chalés son colindantes. De hecho, el único testigo de la supuesta agresión sexual es un sobrino de Paloma, que ha sido llamado a declarar en sede judicial: "Yo estaba ahí ese día. Vivo pared con pared con ella. Y presencié algo, pero no quiero decir el qué. Quiero dejarlo en manos de los abogados, el Fiscal, el juez... Ya se sabrá, no quiero meterme en líos", ha dicho.

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