Vivienda - Inmobiliario

El golpe fiscal a las socimis reducirá la oferta residencial y elevará más los precios de las viviendas

Pisos en la ciudad de Barcelona.

Alba Brualla

Nuevo golpe al sector inmobiliario que pone en riesgo el papel de las socimi (sociedades anónimas cotizadas de inversión inmobiliaria). Las negociaciones entre el PSOE y sus socios para cambiar el régimen fiscal de estas sociedades han hecho saltar las alarmas en el sector y advierten que de llevarse a cabo esta modificación, "no solo se dañaría la imagen de España" perjudicando a las grandes firmas del mercado, también afectaría al ciudadano de a pie, ya que "se reducirá todavía más la oferta de vivienda de obra nueva que crean los grandes inversores y por ende subirán los precios".

Las cotizaciones de las dos mayores socimis españolas, Merlin y Colonial, que han abierto la sesión con caídas del 7 y el 5%, respectivamente, son un reflejo del impacto que este tipo de medidas puede tener en un sector que ha sido la puerta de entrada hasta la fecha a miles de millones de euros de capital institucional.

"Este cambio puede suponer un antes y un después en España para un modelo que funciona a la perfección en países de todo el mundo y que con la nueva medida se verá muy dañado", explican a elEconomista.es actores directamente afectados, que recuerdan que también se cambiaron las normas para las sicavs en 2021 y desde entonces han desaparecido más de la mitad de ellas.

"Desde 2013, las socimis han jugado un papel muy relevante en el desarrollo del mercado del alquiler. A fecha actual, existen una veintena dedicadas principalmente al alquiler de viviendas, con una capitalización bursátil cercana a los 3.000 millones de euros", explica Laura Fernández, directora general de Asval, la asociación de propietarios de vivienda en alquiler.

La directiva apunta que además "en los últimos años, están surgiendo socimis especialmente enfocadas al alquiler social y asequible, con ejemplos paradigmáticos de impacto social que buscan mejorar las condiciones de accesibilidad de inquilinos vulnerables" y recuerda que "tanto la presidenta Ursula Von der Leyen como el Banco de España han enfatizado la importancia de contar con el sector privado para poder cumplir el objetivo de aumentar la oferta de viviendas en alquiler, y las socimis han demostrado ser un vehículo idóneo para canalizar esa inversión".

"Por tanto, creemos que cualquier medida que modifique el sistema debe ir enfocada, exclusivamente, a incentivar estos proyectos de alquiler asequible, pero nunca a empeorar un régimen fiscal seguro y estable que ha servido para atraer al capital institucional al sector del alquiler", destaca la directora general de Asval.

"Medida dramática para España"

"La imagen que estamos dando ante el mercado de inversión institucional modificando una normativa que se introdujo hace más de diez años es lamentable y va a tener un impacto con respecto a la reputación de España y la seguridad jurídica tremenda", advierte Antonio de la Fuente, Managing Director de Corporate Finance en Colliers.

"No tenemos que olvidar que la inversión inmobiliaria es un tablero de juego mundial, con competencia global y para atraer capital que permite generar negocio y empleo hace falta fijar unas condiciones favorables y por lo menos estables", destaca el directivo, que asegura que "hay empresas inmobiliarias con accionistas de todo el mundo, que si esto se aprueba van a tener que comunicar a las decenas de inversores el cambio de la tributación y esto va a suponer un drama para España".

Las sociedades anónimas cotizadas de inversión en el mercado inmobiliario, conocidas como socimis en España y como REITS en la mayor parte del mundo, son una figura creada en nuestro país en 2009 para atraer capital internacional al sector inmobiliario, profesionalizando así el mercado.

Estas compañías se dedican a adquirir inmuebles de todo tipo, no solo residenciales, también de oficinas, hoteles, naves logísticas o centros comerciales, entre otros, y ponerlos en rentabilidad.

Las socimis únicamente tributan al 1% en el Impuesto de Sociedades, si bien, esta ventaja fiscal se les ofrece a cambio de que distribuyan al menos el 80% del beneficio en dividendo para sus accionistas, que serán quienes tributen ese dinero.

De la Fuente recuerda que "los fondos de inversión tampoco tributan, tributan las personas por los beneficios que tengan y es la idea de estas sociedades". Si se aprueba la medida propuesta, las socimis perderían la exención fiscal y pasarían a tributar por el impuesto de sociedades al 25%, "lo que reduciría en esa misma proporción su generación de caja y capacidad de pago de dividendos", según Bankinter.