Vivienda - Inmobiliario
Santander plantea crear una filial de 'data center' para no diluirse en Merlin
- El banco prioriza lanzar una nueva sociedad que esté controlada al 51% por un socio
- La socimi ofrece mas opciones como ampliar capital o la venta de activos
Cristian Reche, Alba Brualla
La mega ampliación de capital de Merlin por 1.000 millones de euros para crecer en centros de datos afronta semanas decisivas. El diseño de la operación, encargada a los bancos de inversión Goldman Sachs y Morgan Stanley, pasa por dos escenarios principales que en el accionariado despiertan distintos intereses.
Por un lado está la postura de Banco Santander, principal accionista individual de la compañía con el 22,26% del capital. Según apuntan fuentes financieras consultadas por elEconomista.es, la entidad no quiere diluir en exceso su posición en la socimi. Se trata de una línea roja que la empuja a inclinarse por la opción de crear un nuevo vehículo en el que desarrollar el negocio de data center.
En esta nueva sociedad el socio contaría con una participación mayoritaria del 51%, mientras que Merlin, que se encargaría de aportar los suelos en los que se levantarán los centros de datos, controlará el 49% restante.
La compañía dirigida por Ismael Clemente, por su parte, maneja este y otros escenarios, como la entrada de un socio en la matriz, lo que sí comportaría la dilución de la entidad financiera, así como del resto de tenedores de títulos.
Junto a las diferentes propuestas, entre las que se incluye también la venta de activos, la socimi ha elaborado un análisis del retorno para el accionista que supondría cada una de ellas, siendo la más beneficiosa la que conlleva una ampliación de capital de Merlin, tal y como lo confirman voces de la banca de inversión a este medio.
Por lo tanto, de nuevo Banco Santander y el equipo gestor de la socimi se situarían en posiciones contrarias respecto a la estrategia del negocio que marcará el futuro de la compañía. A falta de que se dé la forma definitiva a esta operación los grandes inversores ya han reaccionado y están mostrando un gran interés por aliarse con la mayor socimi española para posicionarse en un negocio que reportará rentas superiores a los 360 millones de euros anuales. Así, las fuentes del sector consultadas aseguran que distintos "fondos de capital riesgo europeos y estadounidenses" han puesto el foco en esta alianza con Merlin "para convertirse en socios financieros, ya que, por el momento, se descarta la entrada de socios industriales".
Respaldo del mercado
Según apuntó la semana pasada Ismael Clemente, CEO de Merlin, durante la junta de accionistas "el mercado claramente le ha otorgado a la compañía un enorme respaldo en lo que se refiere al plan de inversión en data centers", ya que el precio de la acción de Merlin se ha revalorizado en más de un 45% desde que presentaron el plan. Un plan que, en un principio, se refirió únicamente a una ampliación de capital de 1.000 millones de euros para dar entrada a un socio que permitiría a la compañía tener una capacidad de inversión final de 2.000 millones de euros.
En su momento, se especificó que el nuevo inversor tomaría en Merlin "una posición menor del 20%, que es lo que está autorizado por parte de la Junta de Accionistas, pero superior al 10%".
La compañía, que capitaliza en bolsa por un valor de 5.003 millones de euros, "realizará la ampliación de capital con una prima para que la dilución de los actuales accionistas no sea proporcional a la inyección de capital del nuevo socio", explicaron en su día. Los distintos escenarios que maneja la socimi se remitieron al Consejo a principios del pasado mes de abril. El calendario que maneja ahora la compañía pasa por que la banca de inversión realice una primera valoración y se reúna con el Consejo este mismo mes.
La segunda reunión está prevista para junio, con la intención de que se pueda tomar una decisión definitiva antes del verano. "Con estos tiempos nos gustaría poder avanzar en la operación y cerrar un acuerdo antes de fin de año", detalló Clemente, durante la Junta General de Accionistas que tuvo lugar la semana pasada.
En el mismo acto, el presidente de la socimi y dominical en representación de Banco Santander, Javier García-Carranza apuntó que la operación se llevará a cabo manteniendo un equilibrio entre la dilución del accionista, la rentabilidad y la deuda. Así, destacó que la inversión inicial destinada al plan de centros de datos "ofrecerá una rentabilidad superior al 10%".
Por su parte, el CEO de la firma patrimonialista recalcó que "nosotros –equipo gestor– velamos por la rentabilidad de nuestros accionistas". La operación que finalmente se lleve a cabo no "perderá el foco del dividendo. Tampoco queremos que la deuda suba por encima del 35% de LTV, ya que para nosotros el rating es esencial y en ningún caso vamos a hacer peligrar eso". Asimismo, el directivo reconoció que "la dilución no es plato de buen gusto. Como accionista solo la acepto si voy a conseguir un incremento del beneficio por acción que sea realmente atractivo", concluyó.
De Iberdrola a ACS, así es el furor por la inversión en data centers
La inversión en centros de datos está despertando el apetito de los 'private equity' y el interés de empresas industriales para sacar provecho de estos activos. Así, en los últimos meses ICG y Teras Capital se han embarcado en la compra de 'data centers' a grupos industriales como la compañía de telecomunicaciones Avatel y la aseguradora Mapfre.
También Azora, en este caso en colaboración con Core Capital, ha lanzado la plataforma Quetta Data Centers para invertir más de 500 millones de euros en centros de datos en España y Portugal. Iberdrola, por su parte, ha encargado a Beka Finance la búsqueda de un socio –estratégico y financiero– para crear una 'joint venture' para poner en marcha 200 MW.
Otra Ibex que ha empezado a explorar este negocio creciente es la constructora ACS, que en noviembre anunció haber acordado a través de Iridium y Arcano la compraventa de un terreno en Alcalá de Henares (Madrid) para construir un 'data center' en 6,7 hectáreas de terreno y 50 MW de suministro de energía garantizada. El proyecto se desarrollará en los próximos 5 años y se espera que el centro de datos inicie sus operaciones en 2025.