Transportes y Turismo

La retirada de Ryanair dispara el riesgo de precios récord en Canarias este invierno


Víctor de Elena

La decisión de Ryanair de recortar un 10% de su capacidad en Canarias este invierno, lo que equivale a unas 400.000 plazas menos, amenaza con tensar al límite el mercado aéreo del archipiélago en plena temporada alta. El ajuste coincide con el pico de demanda de residentes y turistas y deja a Canarias en una posición frágil frente a un riesgo cierto: la posibilidad de que se alcancen precios récord por volar entre las islas y la península en Navidad.

Los aeropuertos canarios programaron el pasado invierno 30 millones de plazas, según datos de Aena. Del total, 11,3 millones correspondieron a vuelos nacionales y 18,5 millones a internacionales. El recorte de Ryanair supone la desaparición de 400.000 asientos, apenas un 1,3% de toda la oferta programada y un 3,5% del mercado doméstico. En términos relativos, Canarias concentra más de un tercio de todas las cancelaciones anunciadas por la low cost irlandesa en España.

Pero por poco que parezca, el golpe no es menor: La supresión de 17 rutas en el archipiélago afectan mayoritariamente a conexiones con la península. Tenerife Norte pierde cinco conexiones nacionales (Alicante, Barcelona, Madrid, Sevilla y Valencia). Gran Canaria, otras cinco (Barcelona, Madrid, Palma, Santiago y Sevilla).

Fuerteventura se queda sin Barcelona y Madrid, mientras que Lanzarote pierde cuatro, entre ellas una doméstica a la ciudad Condal y otras tres internacionales. El resultado es una pérdida directa de conectividad en los dos principales mercados para Canarias: la península y Reino Unido, y una ausencia de alternativas para los viajeros que optaban por la compañía irlandesa por sus tarifas, las más bajas del corredor insular.

Riesgo de un invierno complicado

La reacción política no se ha hecho esperar. La directora general de Transportes, María Fernández, calificó la retirada como "una muy mala noticia" y advirtió de que "en una época donde los precios suben, si encima retiramos medio millón de plazas, esto va a suponer que la oferta y la demanda se va a tensionar todavía más, y tendremos precios desorbitados".

Fernández achaca el movimiento a la subida de tasas aeroportuarias y a los retrasos en los pagos de la subvención al residente. "Es la constatación de que las políticas de tasas y los retrasos en los pagos de la bonificación de residentes sí están afectando y mucho", señaló.

El viceconsejero de Turismo, José Manuel Sanabria, también reclamó mayor sensibilidad de Aena hacia Canarias: "Somos una región ultraperiférica y Aena debe tenerlo en cuenta en sus políticas de conectividad. Estas decisiones afectan a la calidad de vida de los residentes".

El tijeretazo de Ryanair llega en el peor momento para Canarias. El invierno es la temporada fuerte del turismo, con visitantes del norte de Europa que buscan temperaturas suaves. En paralelo, es el periodo en el que más residentes vuelven desde la península para visitar a sus familias en Navidad. Con menos plazas y más demanda, el mercado se prepara para un invierno de escasez relativa de asientos, márgenes más estrechos para los viajeros y precios que, salvo sorpresa, batirán récords.

Hasta 500 euros por volar

El problema de fondo es conocido. Canarias depende del avión como única conexión rápida con la península. El sistema de subvenciones al residente —un descuento del 75% en los billetes nacionales— abarata el coste para los isleños, pero al mismo tiempo incentiva a las aerolíneas a inflar las tarifas base, especialmente en temporada alta.

En Navidad, un vuelo ida y vuelta entre Madrid y el archipiélago puede costar entre 300 y 500 euros. Con subvención, un residente paga entre 100 y 125 euros más tasas, pero los no residentes han de abonar el precio íntegro. Con menos asientos disponibles, la presión sobre los precios base aumentará todavía más.

El recorte de Ryanair coincide con un momento en el que la demanda sigue creciendo: Canarias recibió 9,1 millones de turistas internacionales hasta julio, un 4,3% más que en 2024. La combinación de turistas, residentes y retornados en Navidad apunta a un escenario de tarifas desorbitadas para quienes no cuenten con la subvención.

A esta ecuación se añade el problema financiero de las subvenciones. Las aerolíneas adelantan el importe del 75% de descuento a los residentes y después lo reclaman al Estado. En 2024, los retrasos en los pagos generaron una deuda de hasta 810 millones de euros con las compañías, lo que puso en riesgo la sostenibilidad de varias rutas.

El Gobierno central elevó en julio la partida a 848 millones anuales hasta 2027, un 51% más que hasta ahora. Aún así, las aerolíneas consideran que la cifra volverá a quedarse corta, dado que la demanda sigue creciendo por encima de lo previsto.

Este contexto alimenta la tensión entre el sector y el Estado. Para Ryanair, los retrasos en los pagos y el alza de tasas aeroportuarias son razones suficientes para reubicar capacidad en otros destinos, como Marruecos, donde asegura encontrar mejores retornos.

Iberia mueve ficha, pero no cubre el hueco

El vacío dejado por Ryanair no quedará del todo sin cubrir. Iberia Express anunció un refuerzo de cerca de 30.000 plazas adicionales en Canarias entre octubre y enero, pero ya las tenía programadas antes de que su rival anunciase los cambios. La filial de corto radio de Iberia incorporará 116 vuelos extra y sustituirá aviones por modelos de mayor capacidad en varias rutas.

El refuerzo se concentra en Tenerife Norte, con 15.000 plazas adicionales y hasta ocho frecuencias diarias con Madrid, y en Gran Canaria, con 8.300 asientos extra y diez vuelos diarios. También habrá incrementos menores en Lanzarote, Fuerteventura y La Palma. Sin embargo, los 30.000 asientos añadidos apenas cubrirán el 7,5% de los 400.000 que Ryanair retira, una brecha que no parece que se resolverá en el corto plazo.