Transportes y Turismo
Acciona y Bertolín cobrarían 29 millones si se anula la obra para la macroterminal de Valencia
Ángel C. Álvarez
Valencia,
Los intentos por parar la instalación de nueva terminal prevista en la ampliación norte del Puerto de Valencia por parte de distintos colectivos e incluso partidos políticos como Compromís y Podemos no son nuevos. El último intento por la vía judicial ha sido instado por Acció Ecologista Agró, que ha visto como el TSJ rechazaba la paralización cautelar de los trabajos ya iniciados.
El litigio de momento ha servido para desvelar lo que cobrarían las constructoras que se adjudicaron los trabajos de construcción en caso de que se resolviese en contrato por un decisión judicial. Según recoge el auto del TSJ, la propia Autoridad Portuaria de Valencia ha incluido en su argumentario para rechazar la paralización cautelar la cifra económica que tendría que abonar a la unión temporal formada por Acciona, Bertolín y Jan de Nul.
La resolución del contrato supondría "una indemnización al contratista" que asciende a 28,81 millones de euros, según la cláusula 39 firmada por las partes y como suele ser habitual en estos grandes concursos de obra pública.
La actuación que ya está en marcha incluye la ejecución del dragado, y la construcción del muelle y el relleno consolidado sobre el que MSC después levantará su terminal, con una inversión adicional de más de 1.000 millones de euros. Estos trabajos iniciales fueron licitados por la Autoridad Portuaria y se adjudicaron por 592 millones de euros.
En sus alegaciones, el organismo portuario también incluye que parar la obra supondría también otro riesgo económico, el de "extinción de la concesión por incumplimiento de los plazos de entrega de los terrenos por parte de la APV" a la concesionaria, la filial de terminales de MSC. Según comunicó al tribunal supondría una pérdida de ingresos anuales para la Autoridad Portuaria de Valencia de 62,53 millones de euros, que es el dinero que prevé ingresar con las tasas de esa instalación, además de las derivadas de sus tráficos de contenedores y barcos.
El peligro del norte de África
A esas cifras fácilmente cuantificables, la Autoridad Portuaria también suma en sus alegaciones el impacto de que no se levante esa instalación. "Si la Terminal de Contenedores Norte no entra en funcionamiento, el Puerto de Valencia quedará fuera del mapa para las principales navieras y cargadores del mundo", recoge el auto.
Una situación que tendría un claro beneficiario. "La pérdida de conectividad marítima empujará estas mismas terminales hacia el Norte de África, desplazando el tráfico y debilitando irreversiblemente la competitividad del puerto", señala la documentación presentada al tribunal por el Puerto.
La propia Sala del TSJ considera esos argumentos válidos. "Conclusiones que si bien no podemos dar por definitivas -al movernos en sede cautelar- sí nos resultan dotadas de un alto grado de verosimilitud", señala el auto para rechazar la medida cautelar instada por Acció Ecologista Agró, que también recuerda que esa decisión "no prejuzga el desenlace del pleito". Es decir, que la guerra judicial se mantiene.