Transportes y Turismo

Renfe frena la huelga al garantizar el empleo de la plantilla de su filial de Mercancías

El presidente de Renfe, Raül Blanco, y el ministro de Transportes, Óscar Puente.

Víctor de Elena

La operadora pública Renfe logra frenar el malestar de su plantilla por no concretar el futuro de la filial de Mercancías ni los pasos para formalizar el traspaso de Rodalies a la Generalitat de Cataluña sin que afecte a los empleados. La dirección de la compañía llegó a un acuerdo el pasado viernes con el Comité General de Empresa, en el que participan todos los sindicatos, que permite evitar la convocatoria de huelga en ciernes ante la ausencia de respuestas sobre ambas cuestiones, al considerar que se había roto la interlocución acordada meses atrás.

Las organizaciones sindicales hicieron público su malestar el pasado 2 de septiembre, cuando convocaron una comisión de conflictos —requisito previo a la huelga— para negociar con la empresa el cumplimiento de los acuerdos previos que permitían asegurar el futuro de la plantilla de ambos negocios, tanto el de Cataluña como el de carga, vinculados a decisiones políticas, la primera, y empresariales, la segunda.

Más concretamente, los sindicatos apuntaban al incumplimiento reiterado de los acuerdos pactados el pasado noviembre, y que dieron lugar a una desconvocatoria de huelga organizada precisamente por no conocerse el futuro de Rodalies ni Mercancías. Pero el pasado viernes, Renfe refrendó su interés en cumplir lo acordado entonces, junto al compromiso alcanzado en 2013 para dividir la empresa en varias sociedades.

Lo hizo tras dar explicaciones sobre el estado de ambos procesos, y una vez constatado que el proceso de cesión del servicio ferroviario catalán a la Generalitat se hará de forma ordenada mediante varias mesas de negociación. Queda por resolver el de la subsidiaria de carga, un negocio para el que se eligió a la naviera MSC (concretamente, a su filial MedLog) como socia industrial. Este acuerdo contemplaba el traspaso del 50% de Renfe Mercancías y del control, dejando pendientes de estudio la forma jurídica o la cesión de activos.

Lo que sí lograron los sindicatos, y queda constatado en ambos acuerdos, es que no se trasvasará ni subrogará el personal de Renfe Mercancías a esta nueva sociedad conjunta, sea cual sea su futura estructura jurídica todavía por concretar. Lo hicieron al lograr que el refrendo de la dirección de Renfe al acuerdo de 2013, que permite al personal de todo el grupo moverse internamente a otros negocios, de modo que los maquinistas de Mercancías podrán pasar a realizar trenes de viajeros sin salir de la órbita de la empresa pública.

Asimismo, los sindicatos negociaron que las operaciones actualmente realizadas por Renfe Mercancías sigan siendo operadas por esta empresa, evitando que se traspasen a terceros. Según el acta de la sesión, al que ha tenido acceso elEconomista.es, ambas partes reconocieron que "se hace necesaria la adecuación, en términos de flexibilidad y eficiencia, para ofrecer un contrato de tracción, mantenimiento y gestión de las operaciones, que se encuadre dentro de un ámbito competitivo con otros operadores".

"Seguiremos trabajando en conjunto para conseguir que las cargas de trabajo, circulaciones y su operación, así como el mantenimiento del material continúe desarrollándose por la plantilla perteneciente al Grupo Renfe", expresan desde la compañía. El sindicato de maquinistas SEMAF consideró que con este acuerdo "se ratifican la integridad de las plantillas y operaciones del Grupo Renfe". Sin embargo, y aunque consideran que "la línea de trabajo a futuro propuesta por la empresa es un avance", no dan por cerrado el conflicto "hasta comprobar que los procesos culminan cumpliéndose con las condiciones comprometidas".