Transportes y Turismo
Las hoteleras alertan de que la animadversión hacia el sector afecta a su competitividad
- La consejera delegada de Riu tacha de "vergüenza" que el sector no haya tenido su propio PERTE
Judith Arrillaga
La patronal del turismo, Exceltur, ha organizado este martes la XII edición del Foro de Liderazgo Turístico, que ha dado cita en Madrid a los principales representantes del tejido empresarial del sector. Los empresarios han coincidido en que a pesar de que se vive un momento histórico, por primera vez la industria supone el 12,8% del PIB español, quedan muchos retos por abordar. Dos en los que más énfasis se ha hecho son la captación y retención de talento y el rechazo que el turismo provoca en una parte de la sociedad como consecuencia de la masificación.
España es uno de los principales destinos turísticos a nivel mundial, pero se está enfrentando a un problema que es poco significativo o no existe en el resto de países: la oposición de la población local. "Normalmente las ciudades agradecen el turismo, las actuaciones beligerantes sólo me las he encontrado en España", denunció Ramón Aragonés, consejero delegado de NH durante su intervención.
"Esa animadversión nos hace perder competitividad, tenemos que apostar por el turismo. Es un sector que moderniza las ciudades, crea trabajo y obliga a los territorios a revisar su oferta cultural", alabó el representante de NH.
Con respecto a este problema, la consejera delegada de Riu, Carmen Riu, se mostró partidaria de un referéndum para preguntar a los ciudadanos si quieren turistas o no ante el rechazo al turismo que manifiesta parte de la sociedad en algunas zonas de España.
Para José Luque, director general de Fuerte Hoteles y presidente de la Asociación de empresarios hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos), el sector ha errado en su estrategia: "Estamos demasiado concentrados en la promoción y estamos descuidando la planificación".
"En algunos destinos hemos advertido una turismofobia que es difícil de combatir. Nos ha faltado focalizarnos en demostrar nuestro compromiso con los ciudadanos", denunció en su intervención Jordi Ferrer, consejero delegado del Grupo Inversor Hesperia.
Para la vicepresidenta de Iberostar, además de la masificación de los destinos maduros, el sector debe hacer frente a un importante problema de personal, tanto por la escasez de vivienda como por la falta de mano de obra. "El reto de la vivienda es una realidad y no es inherente sólo al turismo, es un problema de todos. Estamos alojando a nuestros trabajadores en habitaciones destinadas a clientes", aseguró Gloria Fluxá.
A su juicio, este problema también afecta directamente a los clientes: "Si un cliente ve a los trabajadores presionados, preocupados o sin energía, eso se traslada a su experiencia y no se lleva una buena imagen del sector ni del destino", destacó.
Colaboración público-privada
El presidente y consejero delegado de Meliá, Gabriel Escarrer, aprovechó su participación en la mesa coloquio Conocer para mejorar: políticas comprometidas para avanzar para lanzar un mensaje a las administraciones públicas: "Las competencias de turismo dependen de las comunidades autónomas, y a veces echo en falta una visión más a largo plazo de los gobiernos. Cada partido que llega al poder, sea del color que sea, cambia las reglas del juego", explicó el máximo representante del grupo balear. "Cada nuevo Gobierno intenta cambiar todo lo avanzado y hay cosas que se pueden modificar, pero hay que aglutinar ese esfuerzo", añadió.
En una línea muy similar se pronunció al consejera delegada de Riu, quien se mostró muy tajante con el abandono institucional que ha vivido el sector desde la irrupción de la pandemia: "Tenemos zonas maduras que dan pena, y necesitamos más inversión por parte de las administraciones públicas. Ha sido una vergüenza que no haya habido un PERTE para los sectores turísticos", sentenció la ejecutiva de la cadena hotelera.
Abel Matutes, presidente de Palladium, quiso denunciar que muchas veces la financiación que reciben las administraciones autonómicas y las empresas es proporcional al número de habitantes censados, una situación que no corresponde con la realidad. "Los destinos turísticos tienen una sobrecarga de población que debe tenerse en cuenta a la hora de la financiación", apuntó.