Transportes y Turismo

IAG monopolizará 14 rutas con la suma de Air Europa y se abre a comprar TAP

  • La compañía aérea seguirá buscando nuevas oportunidades, entre ellas la portuguesa
  • IAG está dispuesta a revisar su propuesta de descartes regulatorios ante Bruselas
Foto: Europa Press

Cristian Reche

Más de 1.200 días después del primer anuncio, IAG y Globalia llegaron a un acuerdo para que el grupo hispano-británico pueda hacer de Air Europa su quinta aerolínea. Una suma de fuerzas que dará como resultado un potente competidor nacional e intercontinental, pero que para poder ser una realidad tendrá que convencer a las autoridades de Bruselas. La carrera por consolidar el sector no terminará aquí, después de que la compañía se pronunciase por primera vez por un posible interés por la aerolínea portuguesa TAP, dejando la puerta abierta a una nueva operación corporativa.

Los esfuerzos, no obstante, se centrarán primero en volver a discutir con las autoridades de competencia sobre las bondades de la integración de Air Europa. En un principio se exploró que el interlocutor válido fuese la CNMC, pero la envergadura de la operación sigue obligando a que el filtro sea nuevamente Bruselas. La Comisión Europea ya ha explicado su preocupación por la elevada concentración en determinadas rutas, donde se crearía una situación de monopolio. Ese número de destinos, de acuerdo a datos de SRS con Bernstein, es de 14 conexiones.

La ausencia de competidores promete fuertes descartes regulatorios. Desde la remisión del expediente hasta que ambas partes desistieron en diciembre de 2021, los avances no se completaron. El mismo día que IAG y Globalia comunicaron el final de su segundo acuerdo Bruselas dio su versión, argumentando que las soluciones planteadas "no respondían plenamente a las preocupaciones en materia de competencia".

El consejero delegado de IAG, Luis Gallego, fue preguntado por el esquema de descartes regulatorios a presentar ante competencia en los próximos meses. Los acuerdos a los que se llegaron anteriormente fueron dos. El primero llegó con Volotea para las rutas de corto radio. La compañía de corto radio podía así aumentar su número de bases en España y también su número de aeronaves. World To Fly, la aerolínea del grupo Iberostar, fue la segunda elegida, en esta ocasión para trayectos de largo radio. La aerolínea del grupo Iberostar completó este Fix-it First remedy (solución de arreglo previo) que fue presentado ante Bruselas. Pese al acuerdo, los competidores de IAG contestaron fuertemente. Uno de los más combativos fue Ryanair, que reclamó la cesión de slots. Gallego explicó este viernes que estaba dispuesto a revisar este acuerdo y a añadir mejoras durante los próximos 18 meses, calendario que se ha fijado para obtener todas las autorizaciones pertinentes.

Fusión con una Air Europa mermada

De momento, la compañía suma nuevas razones para defender la venta. A la falta de competitividad del hub de Madrid frente a otros aeropuertos europeos, el grupo dirigido por Luis Gallego sumará ahora como argumento de defensa la radiografía actual de ambas compañías integradas respecto al acuerdo original de noviembre de 2019.

Este análisis arroja una aerolínea combinada con menos pasajeros en España tras el coronavirus, al igual que una flota más reducida, lo que impacta de lleno en la conectividad. Gran parte de esta responsabilidad radica en la metamorfosis que ha emprendido Air Europa tras el rescate de la Sepi y el cambio en la dirección ejecutiva. La compañía se ha desprendido de aviones de corto radio y está entre las compañías cuyo tráfico de pasajeros sigue más alejado de las cifras prepandemia, de acuerdo a datos de Aena y Eurocontrol.

La compañía de la familia Hidalgo se ha redimensionado, pero la de IAG se ha recuperado muy rápidamente, liderando el crecimiento del grupo y sumando incluso nuevas ciudades. La radiografía actual deja una aerolínea resultante que ha cedido cuota de mercado en la red de aeropuertos de España frente a competidores como Ryanair, que sí ha recuperado cifras de pasajeros prepandemia.

Con menor tensión se presenta la obtención del plácet de los acreedores de Air Europa. IAG debe obtener el sí de la Sepi y del pool de bancos acreedores que participaron en la financiación ICO.

La oportunidad de TAP

La ambición del grupo hispano-británico de aerolíneas no terminará en España. El holding que nació de la unión entre British Airways e Iberia lleva años queriendo ser un integrador de nuevas compañías. Lo intentó con Norwegian, donde llegó a tener más de un 4% de la compañía, y ha estado en multitud de quinielas para adquirir compañías sobre las que ha colgado el cartel de se vende.

El mercado ha apuntado hacia rivales como Easy Jet e incluso ITA Airways, la compañía que nace de la quiebra de ITA. Ambas opciones tienen sus particularidades. La italiana está en negociaciones por terminar en manos de Lufthansa, mientras que la opción de Easy Jet solo ha sido objeto de especulación de los analistas.

Sobre TAP, el ministro de Economía luso, António Costa Silva, explicó a elEconomista.es que se habían creado las condiciones adecuadas para la privatización para que "Iberia y otros operadores internacionales interesados puedan participar en la misma". El encaje tiene sentido, porque la portuguesa es una de las compañías regionales más atractivas de Europa por su cuota de tráfico del 7-8% hacia el Atlántico Sur.

La compañía afronta ahora su particular proceso de privatización

Luis Gallego, el consejero delegado de IAG, fue preguntado al respecto y afirmó que no quería entrar "en el debate de TAP", pero sí recordó que en el ADN del grupo está la consolidación del sector y que seguirá pendiente de nuevas oportunidades mientras se debate en Bruselas la resolución de Air Europa. El calendario previsto en este sentido es de 18 meses.

Esta operación no estaría exenta de obstáculos, como la proximidad entre los hubs de Madrid y Lisboa, y por la aparición de rivales europeos que precisamente ya mostraron interés por Air Europa.

La compañía afronta ahora su particular proceso de privatización. Portugal completó en diciembre su rescate con una inyección de 980 millones para recapitalizarla. Este dinero fue el último tramo del cheque estatal previsto en el plan de reestructuración (la dotación total ascendió a 3.200 millones de euros) que aprobó la Unión Europea.