Telecomunicaciones

Telefónica negocia con AXA su entrada en la empresa conjunta de fibra con Vodafone


Cristian Reche, Javier Mesones, Antonio Lorenzo
Madrid,

Telefónica avanza en la venta de su empresa conjunta de fibra óptica con Vodafone, una de las operaciones del sector telco que levantan mayor expectación en el mercado en un año frenético. El grupo de telecomunicaciones que preside Marc Murtra negocia con el grupo asegurador AXA casi cinco meses después de haber lanzado el proceso, según coinciden distintas fuentes financieras consultadas por 'elEconomista.es'. El grupo asegurador se mantiene en la puja después de que en la mesa de negociación se hayan sentado otros postores como Vauban Infraestructure Partners, fondo de inversión del grupo francés Natixis, que llegó a posicionarse como favorito y finalmente abandonó el proceso.

Las mismas voces consultadas apuntan a que AXA está en el foco de las negociaciones después de que Telefónica haya recibido ofertas vinculantes en la última semana de junio. No obstante, no es el único pretendiente en liza. Los nombres de Antin y Allianz también figuran en las quinielas, si bien con menos fuerza.

Parece descartado Pontegadea, el 'family office' de Amancio Ortega, la primera fortuna en España. El holding inversor del dueño de Inditex, que ha llegado a asociarse con Telefónica en otros proyectos como la torrera Telxius junto a KKR, mostró interés en los compases iniciales. Otros postores que han aparecido como interesados en las fases iniciales son Caisse de dépôt et placement du Québec (CDPQ) y Government of Singapore Investment Corporation (GIC).

Fiberpass, como así se ha bautizado a este proyecto que inicialmente esperaba lanzarse a finales de 2024, prevé acoger en su capital a un grupo inversor que tenga una minoría accionarial de hasta el 39%, dejando a la empresa presidida por Marc Murtra con el control y diluyendo total o parcialmente a Vodafone España, el operador que es propiedad de la cotizada británica Zegona Communications.

La compañía conjunta cubre aproximadamente 3,5 millones de unidades inmobiliarias y permite a ambos accionistas maximizar el uso de la red de fibra hasta el hogar (FTTH, por sus siglas en inglés). Telefónica tiene hasta el momento el 63% del capital entre Telefónica España (38%) y Telefónica Infra (25%), mientras que Vodafone tiene el 37% restante.

El proceso, que está siendo asesorada por las unidades de banca de inversión de BBVA y Barclays, arrancó en la primera mitad de 2025 con la aspiración de dar un valor total de 2.000 millones de euros a la fiberco, otorgando un precio de 800 millones de euros al porcentaje que aguarda al próximo socio. Telefónica declinó hacer comentarios.

Revisión internacional

Pese a que en el mercado se mantiene la expectativa de que el proceso se cierre próximamente, la transacción ha dejado de ser la más prioritaria para Telefónica a medida que ha avanzado el año. El motivo: su lanzamiento arrancó coincidiendo con el cambio en la presidencia de la operadora y la llegada de Murtra en sustitución de José María Álvarez-Pallete.

Este relevo en la primera línea ejecutiva, que a la postre vino acompañado por un baile de sillas en otros puestos, activó otras operaciones corporativas de mayor calibre, sobre todo en Hispanoamérica, donde Telefónica ha ido protagonizando una larga batería de desinversiones. A la espera de concretar su salida de México y Chile, la compañía ha dicho ya adiós a Perú con la venta de su filial a la argentina Integra, a Colombia, Uruguay y Ecuador, con el traspaso a Millicom, y a Argentina haciendo lo propio a Clarín.

Fuera de España también tiene en revisión su posición en Alemania y en Reino Unido, país en el que podría comprar el porcentaje que no ostenta en su empresa conjunta Virgin Media O2 (VMO2) junto a Liberty. Allí también ha quedado en 'stand by el proceso' para colocar hasta un 40% del capital de la filial de fibra óptica. La incógnita que completa el puzle internacional de la operadora es Brasil.

En el mercado nacional la gran transacción que levanta expectación es una posible compra de todo el negocio de Vodafone España, la que sería la mayor operación telco en España hasta la fecha, rivalizando únicamente con la salida de los fondos propietarios de Masorange (KKR, Providence y Cinven), que podría activarse después del verano.