Telecomunicaciones

Telefónica deja de ingresar 200 millones tras romper en Perú con sus futuros socios KKR y Entel

  • La sociedad de fibra óptica no se constituirá por incumplientos en las condiciones
  • El vehículo de explotación de infraestructuras ya disponía del visto bueno regulatorio
  • El grupo español se compromete a documentar los motivos de la suspensión del pacto
Sede de Telefónica en Perú.

Antonio Lorenzo
Madrid,

Perú es poco menos que un polvorín para los operadores de telecomunicaciones del país. Tras lastrar las cuentas del tercer trimestre del grupo español, Telefónica Hispanoamérica ha decidido romper el acuerdo que mantenía con el fondo de inversión KKR (Kohlberg Kravis Roberts) y con el operador chileno Entel (Empresa Nacional de Telecomunicaciones) para la creación de una compañía de fibra conjunta, denominada PangeaCo. Con la creación de este vehículo de inversión, que suponía la venta de los activos de fibra de Telefónica en Perú, el grupo español de telecomunicaciones tenía previsto ingresar alrededor de 200 millones de euros, importe que inicialmente estaba previsto destinar para la reducción de deuda.

El motivo aducido responde al incumplimento de las condiciones, con la existencia de fricciones con KKR, pero sin especificar los detalles. En el futuro vehículo de inversión de infraestructuras, que ahora muere antes de nacer, el grupo español tenía previsto disponer del 36% de las acciones, frente al 54% de KKR y el 10% de Entel. Sin embargo, y a pesar con contar con todas las bendiciones regulatorias para la creación de la nueva sociedad, el acuerdo a tres bandas ha saltado por los aires después de que Telefónica detectara que lo pactado en el acuerdo de suscripción de acciones (SSA) no tenía visos de cumplimiento, en concreto, lo relacionado con la transacción paralela establecida entre el grupo español de telecomunicaciones y la firma de inversión. El pasado verano, en el comunicado del anuncio sobre los acuerdos de la operación, se indicaba que KKR se comprometía realizar una inversión adicional de aproximadamente 200 millones de dólares para duplicar con creces la red de fibra óptica, pasando de una cobertura de alrededor de más de 2 millones a 5,2 millones de hogares, con un mercado potencial de clientes de de fibra óptica en 86 provincias a finales del 2026.

"A la fecha de este viernes, las partes del SSA mantienen conversaciones relativas a los términos y condiciones de dicha terminación", indicó Entel a los mercados, añadiendo que en este momento "no es posible estimar el impacto que la terminación de la transacción" pueda tener en el referido vehículo de inversión, según explica Antonio Büchi, director general de Entel, a través de un hecho relevante.

Telefónica tiene sobrada experiencia en este tipo de acuerdos con otros accionistas en el mercado de fibra óptica. De hecho, el proyecto de sociedad previsto en Perú venía a ser una réplica casi calcada de otros procesos felizmente acometidos en Brasil, Chile y Colombia. En estos dos últimos países, Telefónica formó una empresa mixta con KKR, el mismo fondo estadounidense con el que ahora saltan chispas en Perú, mientras que el Brasil, Telefónica eligió como compañero de viaje al fondo canadiense CDPQ.

En el mismo comunicado a los mercados, Entel informa de que, debido al incumplimiento de ciertas condiciones de cierre estipuladas en el SSA, "no se materializará una transacción paralela entre KKR y Telefónica Hispam respecto a Pangea". A su vez, añade que "Telefónica Hispam ha expresado que tiene la intención de documentar formalmente la terminación del citado acuerdo de suscripción de acciones".

La ruptura por parte de Telefónica se produce días después de que Telefónica, la teleco líder en fibra óptica en el país andino, redujera el capital social en 1.150 millones de soles -286 millones de euros- con el objetivo de reequilibrar el valor de la empresa y compensar una pérdida de alrededor de 696 millones de euros a lo largo de este año.

El menor valor de los activos de Telefónica en Perú provocó un ajuste contable realizado en la filial peruana, donde la teleco ha retraído 314 millones de euros de la última línea de las cuentas del tercer trimestre. Sin esa contingencia extraordinaria de Perú, que no ha supuesto salida de caja, el grupo que preside José María Álvarez-Pallete hubiera elevado sus ganancias el 16,8% en el tercer trimestre del año hasta los 1.914 millones de euros.