Telecomunicaciones

Amancio Ortega rechaza el plan del Gobierno para entrar en el capital de Telefónica

  • Moncloa contacta con otros inversores españoles para preservar la soberanía estratégica de la 'teleco'
  • La Sepi analiza liderar un grupo de empresarios para no asumir todo el coste de la inversión
  • Indra podría devolver a Telefónica el 'favor' que recibió en 2015, cuando el operador acudió a su socorro
Amancio Ortega, fundador y primer accionista de Inditex.

Antonio Lorenzo

Amancio Ortega, fundador y primer accionista de Inditex, ha declinado una propuesta del Gobierno para entrar en el capital de Telefónica. Según ha podido saber elEconomista.es de fuentes conocedoras de la situación, Moncloa ha sondeado de forma infructuosa a círculos próximos al empresario gallego para orquestar un plan de apoyo a la españolidad de Telefónica.

El velado plan del Ejecutivo consiste en reforzar la soberanía española de la teleco, ahora con el grupo Saudi Telecom con el 9,9% del capital, entre acciones con plenos derechos políticos (4,9%) y derivados financieros (5%). El escenario que maneja el Gobierno consiste en la entrada de inversores españoles en el capital de Telefónica hasta alcanzar un porcentaje del 5%, pero sin que la Sepi tenga que sufragar por completo el coste de la operación, que rondaría los mil millones. De esa forma, el proyecto sería más asequible con el troceo de esa participación, con la ayuda de varios accionistas comprometidos con la soberanía estratégica de la multinacional, entre los que se sondeó a Ortega. En este sentido, Pontegadea ha negado la existencia de contactos del Gobierno con el grupo empresarial, mientras que las fuentes consultadas por este diario lo corroboran.

En la estrategia de protección de la teleco por parte del Gobierno, diversos representantes del Ejecutivo también han sondeado a otros inversores relevantes para configurar un grupo de accionistas capaz de aterrizar en el capital de la "empresa más estratégica", según calificó hace una semana Nadia Calviño en declaraciones a preguntas de este periódico. La vicepresidenta primera del Gobierno no se pronuncia públicamente sobre la actualidad de una compañía cotizada, aunque siempre transmite el importante papel que desempeña Telefónica en el ámbito de las telecomunicaciones y la defensa.

El reparto del 5% del capital de Telefónica entre diversos inversores requiere un desembolso conjunto próximo a los mil millones

Fuentes del mercado apuntan a este diario que Pedro Sánchez considera casi un asunto de Estado la situación de Telefónica, una vez que el Ministerio de Defensa estaría llamado a autorizar o rechazar la intención inicial de Saudi Telecom de alcanzar el 9,9% de la teleco. No obstante, ese proyecto de ampliación se encuentra actualmente en vía muerta, como muestra de concordia del fondo soberano con España, salvo que se produzca un cambio de opinión en las próximas fechas.

Las relaciones de Amancio Ortega con Telefónica han sido históricamente excelentes, como se refleja en la participación del 30% de Pontel Participaciones en Telxius, compañía de infraestructuras de Telecomunicaciones liderada por Telefónica, con el 70% del accionariado. Ortega también ha apoyado con sus participaciones a empresas públicas en dificultades, como lo acredita su 5% de Enagás desde finales de 2019,  idéntico porcentaje que el Redeia, desde julio de 2021.

En los referidos movimientos entre bambalinas, dos empresas acaparan gran parte de la atención del mercado: Sepi e Indra, ambos brazos industriales del Gobierno ya sea total o parcialmente. Por un lado, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) reconoció ayer la existencia de un "análisis exploratorio interno" relativo a una eventual adquisición de una participación accionarial en Telefónica. Ahora bien, la propia empresa pública recalcó que "dicho análisis no presupone la adopción de una decisión que suponga dicha adquisición", según señalan en un comunicado. La Sepi no ha desvelado el importe de capital susceptible de su interés, aunque otras fuentes del mercado a las que ha tenido acceso este periódico las cifran en el 5%, correspondiente a los derivados de Saudi Telecom susceptibles de convertirse en acciones con derechos políticos. Para que eso se produzca hace falta que STC accediera a vender esa participación y, de esa forma, los nuevos inversores no precisarían acudir al mercado.

Por parte de Indra, la compañía forma parte de la cadena de transmisión de los intereses empresariales del Gobierno, una vez que la Sepi atesora el 25,16% del capital de la tecnológica. El presidente de la empresa, Marc Murtra, eludió pronunciarse sobre la posible entrada en el capital de Telefónica para no comentar "especulaciones" e indicar que su grupo se toma sus inversiones "muy en serio".

'Favores' de Telefónica a Indra

Telefónica e Indra mantienen vidas cruzadas. En enero 2015, el grupo de telecomunicaciones acudió al rescate de la tecnológica con la compra del 3% del capital. El entonces presidente de Telefónica, César Alierta, ayudó a su amigo Javier Monzón, presidente de Indra aunque de forma efímera, pero con pingües beneficio. De hecho, Telefónica compró el 3,16% de Indra a cambio de 39 millones de euros y 16 meses después, ya con Álvarez-Pallete al frente, lo vendió por 56 millones.

Entre los accionistas de Telefónica se encuentra BBVA, banco que este martes presentó resultados trimestrales ante la prensa. En ese encuentro, el consejero delegado de BBVA, Onur Genç, descartó cualquier proyecto de su entidad por ampliar su participación en Telefónica, ya que la suya no es una inversión "estratégica" y, por tanto, susceptible de estudiar una posible venta si se produjeran las condiciones, según explicó.