Sanidad
Trabajo enmienda a Sanidad por unas mascarrillas 'fake'
- Las comunidades autónomas las retiran de circulación
Javier Ruiz-Tagle
Ayer se vivió un nuevo episodio del esperpento que está ocurriendo con las compras de material sanitario que está protagonizando el Ministerio de Sanidad. Una de las partidas de mascarillas que compró el equipo de Salvador Illa a China y que había repartido por todas las comunidades autónomas no cumplen con los estándares de calidad exigibles.
Fue el Ministerio de Trabajo el que se dio cuenta de que el producto no correspondía con las necesidades de los trabajadores que las necesitan para desempeñar su labor profesional (en la mayoría de los casos personal sanitario) y llamó a la Dirección General de Farmacia, de la que es responsable Patricia Lacruz, para que inmediatamente avisara a las comunidades autónomas que las habían recibido. Así lo relatan los territorios que han sido consultados por este periódico y que explican que el correo recibido por parte de este departamento fue ordenado directamente por la cartera de Yolanda Díaz.
"El Ministerio de Sanidad nos envió estas mascarillas para repartir y el Ministerio de Trabajo dice que no son aptas. Así nos lo ha hecho saber, a petición de Trabajo, la Dirección General de Farmacia", explican desde la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha. "Hemos recibido la carta del Ministerio y vamos a retirarlas inmediatamente", explican también desde la Consejería homóloga de Andalucía.
Este caso se suma al de los test de diagnóstico que compró el Ministerio de Sanidad y que resultaron no tener el mínimo exigible de sensibilidad para detectar el virus. Entonces fue el Centro Nacional de Biología el que dio la voz de alarma sobre la compra realizada y se tuvieron que devolver cerca de medio millón de dispositivos. En aquel caso, la adquisición se hizo mediante un intermediario a la empresa Bioeasy y del nombre y razón social de este proveedor español no se ha sabido nada a pesar de la insistencia de la oposición.