Esto es lo que debes hacer para activar la autofagia durante el ayuno intermitente: beneficios y posibles efectos secundarios

Seguramente alguna vez habrás escuchado lo beneficioso que es el ayuno intermitente, el cual es un patrón de alimentación basado en limitar los tiempos en los que se ingiere comida a lo largo del día. Este ayuno puede llevarse a cabo de formas muy diversas, llegando a durar horas o incluso un día entero.

¿Qué es la autofagia?

Este ayuno hace que las células modifiquen su funcionamiento y se inicie un proceso de "autofagia", es decir, un proceso natural mediante el cual una célula descompone los elementos innecesarios o dañados dentro de la misma célula y posteriormente reutiliza esos componentes como combustible para construir o mantener las células.

Se trata de un término relativamente reciente, puesto que fue en 2016 cuando comenzó a popularizarse por el científico japonés Yoshinori Ohsumi ganó el premio Nobel por su investigación sobe los mecanismos de la autofagia, algo que no se había estudiado hasta entonces. La palabra es derivada del griego y hace referencia básicamente a la idea de "comerse a uno mismo".

¿Cuándo se inicia la autofagia?

Aunque depende del metabolismo de cada persona, para iniciar el proceso de autofagia se necesita ayunar entre dos y cuatro días. No obstante, después de las 24 horas de ayuno ya comienzan a observar indicios de autofagia, aunque el punto máximo se alcanza a partir de las 48 horas, según algunos estudios en animales.

En cuanto a los signos y síntomas de la autofagia existen algunos que se producen de forma indirecta como aumento de la producción de cetonas y disminución de los niveles de insulina, lo que puede observarse a través de un análisis de sangre. En cuanto a los síntomas físicos, se encuentra la mejora de la función cognitiva y el rendimiento físico.

¿Se puede activar sin ayunar?

Si bien la forma más eficaz de activar la autofagia es a través del ayuno, también existen otras formas de hacerlo, por ejemplo, mediante el ejercicio de alta intensidad, la restricción calórica, un correcto descanso, así como la reducción de estrés. No obstante, existen ciertos alimentos que pueden estimular el proceso de autofagia como son el té verde, la cúrcuma y el resveratrol.

Beneficios y contraindicaciones

En términos generales, además de contribuir a la pérdida de peso, la autofagia mejora la salud celular, reduce la inflamación, mejora la función inmunitaria, aumenta la esperanza de vida y protege contra enfermedades neurodegenerativas. Aunque se trata de un proceso natural, la realidad es que provocarla muy a menudo puede llegar a ser perjudicial para la salud, especialmente en lo que refiere a alteraciones gastrointestinales o migrañas.