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Las dietas muy restrictivas pueden conllevar la aparición de esta enfermedad casi erradicada

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Arianna Villaescusa

En España, más de la mitad de la población presenta exceso de peso, según un informe de 2020 de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición. Por esta razón, muchas personas optan por cambiar su alimentación con el fin de perder esos kilos de más o mejorar su salud. Sin embargo, optar por la eliminación de ciertos alimentos con el fin de reducir la ingesta de calorías no siempre conlleva consecuencias positivas.

Un caso reciente

Las dietas restrictivas limitan la ingesta de determinados alimentos, por ejemplo, los carbohidratos con el fin de lograr objetivos concretos como la perdida de peso. Si bien, en cualquier caso los expertos recomiendan que estas dietas estén pautadas por un profesional, ya que de lo contrario podría conllevar graves problemas de salud.

Uno de los casos más recientes de la aparición de esta enfermedad es el que se le diagnosticó a una mujer de unos 45 años en el Hospital de Bellvitge de Barcelona. La mujer seguía una dieta que prohibía productos frescos y acudió al hospital por síntomas como dolor, sangrado leve de encías e intolerancia a ciertos alimentos.

Una enfermedad de marineros

Además, también presentaba hematomas en la piel y una alteración del vello que generaba pelos como enroscados. Tras varias pruebas, los expertos detectaron que sus niveles de vitamina C en sangre eran casi nulos. Todos estos síntomas apuntaban a la enfermedad del escorbuto, una afección prácticamente erradicada, pero que puede aparecer fácilmente con dietas pobres.

El escorbuto, al ser poco habitual hoy en día, es normal que se confunda con otras enfermedades. De hecho, la paciente de 45 años fue tratada con antidepresivos, al manifestar que "estaba cansada". Este caso fue publicado en la revista de la National Library of Medicine.

Esta dolencia era, en un pasado, muy característica de los marineros, pues durante los largos periodos de navegación, estas personas solo se alimentaban de alimentos no perecederos como las galletas, la carne salada o el licor, ya que por aquel entonces no existían métodos que permitieran la conservación de frutas y verduras.

El tratamiento

A pesar de los síntomas, hasta hace relativamente poco no se había identificado como enfermedad, denominándose como "peste de las Naos". El escorbuto se manifestaba con palidez, manchas negras, mal aliento, calambres, encías inflamadas y malestar general.

Como resulta lógico, el tratamiento del escorbuto pasa por la dosificación adecuada de vitamina C, siendo esta de entre 500 y 1.000 miligramos por día para las personas adultas. Los síntomas suelen desaparecer después de mantener el tratamiento entre 1 y 3 meses, al que es aconsejable añadir frutas ricas en esta vitamina como la fresa, el kiwi, la naranja o el limón, entre otras.