Salud Bienestar
Un nutricionista advierte que comer la comida muy caliente es un riesgo para desarrollar cáncer
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elEconomista.es
Las cremas, sopas, guisos o estofados son unos de los platos más habituales durante los meses de invierno. ¿La razón principal? Se trata de comidas calientes y muy reconfortantes ideales para combatir el frío. Sin embargo, a pesar de lo bien que nos hacen sentir, la realidad es que no son tan beneficiosas para la salud como creemos.
El nutricionista Carlos Andrés Zapata (@cazamed22) advierte sobre esta práctica tan habitual como es comer los alimentos calientes. Así lo explica en una de sus últimas publicaciones en redes sociales, donde cuenta que esto puede hacer que desarrollemos uno de los tipos de cáncer más comunes.
Cáncer de esófago
"Parece una bobada, pero lo hacemos muy seguido y a la gente le gusto mucho hacerlo todos los días", comienza el vídeo. "Resulta que comer muy caliente es un riesgo para desarrollar cáncer y no cualquier tipo de cáncer, sino uno de los más comunes que es el tracto gastroesofágico", sentencia el experto.
El cáncer gastroesofágico se produce por la proliferación de células en el esófago, el cual es más común en los hombres, especialmente debido a factores como el consumo de alcohol o el tabaco. Generalmente, el tratamiento para combatir esta afección implica una cirugía, aunque también puede combinarse esta con la quimioterapia, radioterapia, terapia dirigida o la inmunoterapia.
Alimentos muy calientes
Si bien, no en todos los casos es necesario el consumo de los alimentos totalmente fríos, simplemente lo ideal es que se hagan a una temperatura templada. Para ello, el experto recomienda dos pautas básicas para saber si nos comemos la comida excesivamente caliente. La primera de ellas, es tener que soplar antes de meterla a la boca y la segunda es que directamente nos quememos al ingerirla, teniendo que dar soplidos con la comida ya dentro.
Hace más de diez años, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó de que el consumo de bebidas muy calientes como el café o infusiones podrían dar lugar a cáncer de esófago, aunque en aquel momento los resultados no fueron del todo concluyentes.