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Presión arterial elevada en verano: estos son los síntomas a los que prestar atención y qué debes hacer para evitarla

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elEconomista.es

La llegada del verano implica un aumento generalizado de las temperaturas, lo que puede incidir negativamente en la salud, especialmente para quienes padecen hipertensión. Si bien, generalmente el calor suele provocar que la presión arterial baje, en cualquier caso el cuerpo tiene que esforzarse más para mantener una temperatura interna estable, lo que puede provocar diversos problemas de salud.

Cuando se da una presión arterial elevada, en muchos casos los síntomas pasan desapercibidos. Entre los más comunes están los dolores de cabeza, mareos y fatiga, que pueden agravarse aún más con el calor, dando lugar a eventos cardiovasculares adversos.

En el caso del dolor de cabeza, este puede deberse o bien por la deshidratación o bien por la exposición continuada al sol, mientras que la fatiga suele estar más vinculada a un sobrecalentamiento corporal. No obstante, uno de los síntomas más particulares de una presión arterial elevada es el dolor en el pecho, algo que en ningún caso debe ignorarse.

Qué hacer para controlar la presión arterial

La clave para controlar la hipertensión en verano es adoptar una serie de sencillas medidas, tales como una buena hidratación, así como la limitación de bebidas como la cafeína o el alcohol, ya que pueden contribuir a la deshidratación. Por otra parte, resulta crucial limitar las horas de más sol, generalmente entre las 11:00 y las 16:00 y, siempre que sea posible, permanecer a la sombra y usar ropa ligera y transpirable. El uso de protector solar es fundamental para evitar quemaduras solares.

La presión arterial también puede mejorarse a través de la alimentación, por ejemplo, gracias a alimentos ricos en potasio, como el plátano, la espinaca o el aguacate. Como resulta lógico, es importante limitar el consumo de alimentos saladas y con una alta cantidad de grasa, así como limitar la ingesta.

Un estilo de vida activo es fundamental para controlar la hipertensión, si bien en los meses de calor, hay que saber elegir el mejor momento del día. Por ello, los expertos recomiendan optar por la primera hora o la última por la noche, así como llevar a cabo actividades de bajo impacto como pasear, nadar o hacer yoga. Las técnicas de relajación y meditación resultan de gran importancia para conseguir manejar los niveles de estrés, los cuales influyen directamente en la presión arterial elevada.