Retail - Consumo

Barra libre de alimentos marroquíes: España importa casi un 40% más en solo cuatro años

La importación de melones y sandías ha subido un 53% entre 2020 y 2022

Javier Romera, María Juárez

Marruecos se está convirtiendo en la gran huerta no solo de Europa, sino también de España. Según los últimos datos de comercio exterior del Ministerio de Agricultura, entre 2018 y 2022 el importe de las importaciones agroalimentarias procedentes del país magrebí aumentaron un 37,1%, desde 1.537 hasta 2.108 millones de euros. En total, y a falta todavía de que se hagan públicos los datos del último ejercicio, las ventas crecieron hasta un total de 813.422 toneladas. Son 193.000 más que en 2018, lo que supone igualmente un crecimiento del 31,2%.

Hay productos donde el crecimiento de las importaciones está, además, especialmente disparado, como es el caso, por ejemplo, de la sandía. Hace tan solo diez años, en 2014, y de acuerdo con los datos de la organización agraria Coag, las importaciones de esta fruta procedente de Marruecos apenas alcanzaban las 10.500 toneladas y en 2022 ascendieron hasta las145.000. Son casi quince veces más.

En millones de euros, la importación de melones y sandías ha subido un 53% entre 2020 y 2022; las de frutas y hortalizas lo ha hecho en un 41% y la de legumbres un 4,4%. El ranking, no obstante, lo encabeza la remolacha azucarera y la caña de azúcar con un crecimiento en solo dos años del 75%. Y no es solo la agricultura porque en ese mismo periodo se ha incrementado también en un 76,7% la importación de crustáceos y en un 50,6% la de moluscos.

El problema de los tomates

Entre 2020 y 2022, las importaciones a Marruecos de tomates frescos también se han elevado un 31,5%, pero es que si se echa la vista atrás, desde 2013 han subido un 52%. Como consecuencia de esta creciente competencia marroquí, las organizaciones agrarias ya han alertado de una caída del 22% en la producción del tomate en España hasta 2035. Para los agricultores, todo esto derivará en una mayor dependencia de la Unión Europea y un auge de las importaciones de terceros países.

Las organizaciones agrarias como Asaja, Coag o UPA critican la presión normativa de la Comisión Europea y aseguran que "mientras nos dedicamos a desregular la entrada de producto de terceros países, nuestros competidores refuerzan las ayudas a la agroexportación, ahondando en el dumping comercial".

Mientras tanto el gobierno de Marruecos ha comenzado a subvencionar desde el pasado mes de octubre la producción de tomates —con ayudas de 3.600 y 6.300 euros por hectárea—, junto a la de cebollas y patatas. Además, el gobierno marroquí movilizará 600.000 toneladas de fertilizantes fosfatados, sumado al auge de las producciones hortofrutícolas a través del Plan Marruecos Verde y del Plan Generación Green, así como por la incorporación fraudulenta de las producciones del Sahara Occidental como propias a efectos de beneficiarse de las concesiones arancelarias