Retail - Consumo
Amandine Ohayon (Pronovias): "Tras la pandemia y el recorte de deuda, es el momento de invertir"
- "Somos una empresa rentable; en 2023 vamos a crecer a doble dígito", augura la directiva
- "Vemos más oportunidades para crecer en Estados Unidos que en Europa", compara
Carles Huguet
Barcelona,
Con una pandemia de por medio, Pronovias ha tenido tres propietarios en apenas un lustro. Su fundador, Alberto Palatchi, la vendió en 2017 por 550 millones de euros al fondo BC Partners, que tuvo que cederla el pasado diciembre ante la imposibilidad de hacer frente a las deudas acumuladas –buena parte para financiar la adquisición- tras dos años sin bodas por el coronavirus.
Se inaugura ahora la etapa de Bain Capital, que ya se interesó en su momento por la firma de moda nupcial. Lidera un consorcio de fondos en el que también están inversores como MV Credit y BC Credit, que llegó con una inyección de 110 millones para cancelar deudas anteriores e invertir en el desarrollo de las marcas adquiridas en los últimos años. Al frente del conglomerado se mantiene la parisina Amandine Ohayon, que se sienta con elEconomista.es horas antes de su desfile en la Barcelona Bridal Fashion Week, la feria del sector más importante del mundo.
"Siento que tras el coronavirus y tras la reestructuración interna que hemos hechos, estamos en un momento en el que las estrellas están alineadas", sostiene.
Tras haber superado una pandemia y el cambio de accionistas, ¿cómo está ahora Pronovias?
Estamos en un momento muy emocionante. Pasamos por el desafío de la pandemia en 2020 y 2021 y por una reestructuración del negocio y la deuda en 2022, pero hemos aprovechado el momento para reorganizarnos y ser capaces de volver a acelerar este año. Creo que lo hemos conseguido y que todas las estrellas están alineadas: hemos reducido la deuda de 385 millones a 125 millones, tenemos unos propietarios que han inyectado más de 100 millones en el negocio y gracias a los nuevos accionistas podremos trabajar con asesores muy, muy experimentados en el sector del lujo y la moda que nos ayudarán a dar forma a nuestro plan de futuro.
Es el tercer propietario en poco más de un lustro, ¿ven a Bain como un socio a largo plazo?
No te puedo comentar. Estamos justo empezando a trabajar. Ellos tienen una visión muy ambiciosa para la empresa. Hemos reducido nuestra deuda y tenemos una capitalización financiera muy fuerte. Lo que haremos será crecer con una visión muy estratégica hasta 2026 y esto es en lo que estoy trabajando.
"Crecimos un 40% en 2022 hasta llegar a unos 150 millones en ventas y estamos en el camino de acelerar"
Ya sin el histórico fundador, Alberto Palatchi...
Alberto ya no está involucrado en el negocio desde que salió en 2017. Mantenía una pequeña participación, pero con la última reestructuración ya ha salido. Creo que está disfrutando de la vida, ya (ríe).
¿Cuáles fueron las cifras de 2022? Moody's hablaba de unas ventas de 150 millones, pero un Ebitda negativo...
Moody's tiene su propia forma de calcular el Ebitda, pero quiero dejar claro que somos una compañía rentable. Crecimos un 40% en 2022 hasta estar alrededor de 150 millones en ventas y estamos en el camino de acelerar y colocarnos en cifras muy superiores a las de antes de la pandemia. Vemos un aumento del número de bodas en los próximos años, por lo que vamos a cerrar el ejercicio 2023 con una subida a doble dígito.
De los 110 millones que puso el consorcio de fondos, 40 millones eran inversión directa, ¿a qué se destinarán?
Estamos trabajando en el plan estratégico, pero para mí la hoja de ruta es muy clara: tenemos que seguir construyendo un portfolio de marcas atractivo. El grupo no es solo Pronovias, tenemos Vera Wang para Estados Unidos y Nicole Milano con muchas oportunidades de crecimiento en Europa, por ejemplo. Tras haber superado el coronavirus y rebajado la deuda vamos a invertir en marketing para crear conciencia de marca y atraer clientes y vamos a invertir en infraestructuras para dar una mejor experiencia en nuestras tiendas y poder ser más ágiles y rápidos en los tiempos de entrega.
"Queremos centrarnos en el crecimiento orgánico, tenemos marcas que todavía son muy locales"
¿Y por territorios, por dónde pasa la inversión?
Seguiremos creciendo, especialmente en Estados Unidos, donde vemos más espacio para nosotros que en Europa. Aquí creceremos de forma orgánica, desplegando nuestras marcas en países como España, Alemania o Francia, pero en Estados Unidos vemos mucho espacio, por lo que vamos a acelerar en la distribución, crecer con nuevos acuerdos e invertir significativamente más en marketing de lo que lo hicimos en el pasado. Además, hechos como la solicitud de quiebra de David's Bridal –el líder del sector- nos abren una oportunidad, a pesar de no operar con los mismos precios, de ocupar ese espacio con nuestras enseñas.
En 2018 compraron Nicole Milano; en 2019, Ladybird; y en 2021 se hicieron con la licencia de Vera Wang, ¿la era de comprar marcas ha acabado?
Siempre estamos atentos a oportunidades. Y más con alguien como Bain Capital en el accionariado, pero ahora queremos centrarnos en el crecimiento orgánico. Tenemos una cartera muy equilibrada, pero con mucho margen de crecimiento porque algunas marcas todavía son muy locales. Nuestro foco estará en construir estas enseñas para poder operar con diferentes precios y estilos.
¿Y sobre nuevas líneas de negocio? Recientemente entraron en el mundo de la segunda mano y los trajes para hombre...
Creemos que hay una gran oportunidad en los vestidos de ocasión e ignorarlo es una oportunidad perdida. Si lo piensas, en una boda hay 150 invitados y solo una novia. Esto te puede dar una idea del tamaño del mercado.
Parece que la gente cada vez se casa menos...
Los datos dicen que en 2020 el mercado era de 55.000 millones y para 2026 crecerá hasta los 70.000 millones. Somos líderes en nuestra categoría y creo que estamos en una buena posición. Al final del día tenemos más clientes visitando nuestras salas de exposición de los que hemos tenido en una década, así que notamos la fuerza del sector.
"Antes presentábamos una colección al año; ahora presentamos cuatro"
¿La gente se casa diferente?
Hemos aprendido, tras pasar mucho tiempo estudiándolo, que el mercado está cambiando. Y desde la pandemia hay diferencias. Hoy tenemos cada vez más vestidos menos tradicionales, así que necesitamos vestidos que puedan utilizarse también para otra ocasión. Además, las novias planean menos. En 2018 venían con un año de antelación, pero hoy quieren el vestido en seis meses, algo que no hay muchas empresas que puedan lograr. Y, por último, hoy la gente está super informada; la gente está en redes sociales todo el tiempo siguiendo nuevas tendencias, por lo que el vestido que quería hace un año puede ser totalmente diferente al que quería hace seis meses. Por eso hemos cambiado: históricamente se presentaba una colección al año y ahora nuestro objetivo es tener cuatro colecciones más pequeñas para poder atender los cambios de gustos.
¿Todo desde Barcelona?
Barcelona es nuestra sede y cada vez centralizamos más nuestra actividad. Hoy somos casi 1.000 empleados de Pronovias, con algunos tan específicos como los 70 que trabajan en el centro de investigación y desarrollo en busca de nuevos productos para seguir lo que sucede en los mercados. No hay tantas marcas de lujo de este tamaño y posición de liderazgo en España, así que estamos muy emocionados.