Retail - Consumo

La alimentación alerta de una caída del empleo por la inflación y la ralentización del consumo

  • La industria alimentaria ha incrementado en un 3,7% sus niveles de empleo
  • Insta a una bajada del IVA en los alimentos y bebidas
  • Solicita al Gobierno a acelerar la aprobación del Perte alimentario
Línea de producción de una industria alimentaria

elEconomista.es

La Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas (Fiab) ha advertido de posibles efectos en el empleo por la inflación, la caída del consumo y los costes energéticos, a pesar de que el sector contabiliza un total de 518.400 ocupados en los primeros seis meses del año y se consolida como primer sector industrial en términos de empleo.

En concreto, la industria de alimentación y bebidas ha incrementado sus niveles de empleo un 3,7% durante el primer semestre de este año. En los seis primeros meses del año, el sector contabilizó un promedio de 518.400 ocupados, de los que 465.200 pertenecen al segmento alimentación (89,7%) y 53.200 a bebidas (10,3%).

Así lo reflejan los datos recogidos en el Informe de Empleo realizado por la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (Fiab), en colaboración con Ceprede y con el apoyo del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Pesca, que recoge la evolución del mercado laboral en el sector en los primeros seis meses del año.

A pesar de que el sector ha sabido mantener el equilibrio en el primer semestre de 2022, Fiab ha advertido de la vulnerabilidad de la actividad industrial a causa del contexto actual, con una ralentización del consumo a causa de la elevada inflación, los altos costes energéticos que impactan en las empresas, las tensiones logísticas, así como los problemas de suministros y el encarecimiento de las materias primas.

Todos estos factores ya están afectando gravemente, según Fiab, tanto a la productividad industrial como al consumo y, de no establecer las medidas adecuadas, podría tener su repercusión en el empleo.

"Somos el primer sector industrial de este país, también en términos de empleo, por lo que un comportamiento inestable en el mercado laboral dentro del sector sería un mal síntoma para el conjunto de la economía española, ha señalado el director general de FIAB, Mauricio García de Quevedo.

En su opinión, "No estamos todavía en este escenario, pero sí vemos con preocupación la deriva que pueda tomar la situación tan compleja en la que nos encontramos, por lo que hay que adelantarse y evitar la adopción de cualquier medida legislativa o fiscal que pueda perjudicar la competitividad y el empleo de las industrias". 

En este sentido, la Federación ha solicitado al Gobierno no introducir más costes a las empresas, sino ofrecerles seguridad jurídica para que puedan seguir aportando al crecimiento económico y laboral.

Entre otras medidas, Fiab ha destacado adoptar una bajada temporal del IVA a los alimentos y bebidas que redunde en la reactivación del consumo, el cual ya se está viendo "seriamente perjudicado".

Ante esta situación de "gran incertidumbre, recesión en el consumo y costes disparados", desde Fiab también consideran que es vital la llegada de ayudas directas, especialmente a las pequeñas y medianas empresas, y acelerar la aprobación del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) para el sector alimentario.

Sector estratégico

En el primer semestre de 2022 hay 18.500 ocupados más que en el primer semestre del 2021, según los datos recogidos de la Encuesta de Población Activa (EPA). Si se comparan estos datos con el mismo periodo de 2020, el nivel actual de empleo es solo un 0,57% inferior, lo que denota la casi recuperación del empleo del sector en este periodo tras la crisis del Covid-19.

Es destacable, según Fiab, el impulso positivo del empleo en el segmento de bebidas, que rompe con la tendencia negativa anterior marcada especialmente por el impacto de las restricciones de la pandemia sobre canales clave de venta, como son la hostelería o el turismo. El ritmo de crecimiento del empleo se sitúa por encima de la dinámica industrial, aunque lo hace por debajo del conjunto de la economía.

Aun así, los alimentos y bebidas representan el 21% del empleo de la industria manufacturera, es decir, uno de cada cinco trabajadores desarrolla su actividad en la industria, reafirmando su capacidad para generar riqueza y estabilidad social en nuestro país.

"Los alimentos y bebidas han vuelto a confirmarse como el sector industrial más grande en términos de empleo, lo cual demuestra que este es un sector resiliente y estratégico para España. La estabilidad de su oferta y su presencia en todo el territorio nacional caracterizan su potencial empleador, siendo además clave su viabilidad para el desarrollo económico y social de todo el país", ha asegurado García de Quevedo.

En cuanto a la distribución del empleo por comunidades autónomas, Cataluña (20,3%), Andalucía (14,1%) y Comunidad Valenciana (10,6%) encabezan el listado, seguido de Castilla y León (9%), Galicia (8,2%) y Castilla-La Mancha (7,2%).

Estancamiento

Por su parte, Aecoc (la Asociación de Empresas de Fabricantes y Distribuidores), ha presentado este jueves en Madrid su barómetro sectorial Perspectivas en Gran Consumo, del que se desprende que la distribución del gran consumo sufrirá en 2023 un estancamiento en facturación y volumen de ventas.

Según su estudio el 40% de los distribuidores piensa que el crecimiento del sector en 2023 se verá algo estancado, mientras que un 44% considera que la situación actual es de demasiada incertidumbre para hacer pronósticos y tan solo un 20% es optimista y considera que el sector mantendrá la actual senda de crecimiento. 

Las previsiones de los distribuidores van en línea con los datos presentados por NielsenIQ en la misma jornada, que avanzan un cierre de año con un crecimiento del 10% para el sector y prevén una ralentización para 2023, que acabaría con un incremento de la facturación del 4,6%.

Sin embargo, la principal preocupación de los retailers está en los volúmenes de compra. Así, el 33% percibe estancamiento en el consumo para 2023, mientras que un 27% cree que el indicador de volumen entrará en recesión. Tan solo el 13% es optimista y cree que los datos de consumo serán positivos el año que viene.

Las percepciones de los fabricantes de gran consumo son similares. El 45% coincide en que el año que viene caerán los volúmenes de compra, por un 31% que espera un estancamiento. En relación a las perspectivas de facturación, el 37% de los fabricantes espera estancamiento y el 35% es optimista respecto al crecimiento del sector.

En el análisis de desafíos y prioridades para 2023, el barómetro refleja la preocupación del sector sobre la evolución de la inflación. Así, las empresas citan el impacto de la subida de precios como el principal desafío para el año que viene, seguido de la dinamización de las ventas dirigidas a un consumidor con menos poder adquisitivo y el impacto de los problemas de servicio. 

Protección de márgenes

Con respecto a sus prioridades, las compañías vuelven a indicar la gestión de la inflación, seguida de la protección de los márgenes y, finalmente, asegurar la disponibilidad de productos. 

A pesar de la preocupación por los efectos de la inflación sobre el consumo, las empresas se muestran moderadamente optimistas respecto a los resultados de la próxima Navidad. Así, el 60% espera una campaña positiva, con más ocasiones para el consumo dentro del hogar. El 20% prevé una Navidad parecida a la de 2021 y otro 20% espera peores resultados. 

Caída del volumen de compra

La jornada Perspectivas en Gran Consumo 2023 también ha contado con la participación de NielsenIQ, que ha presentado los datos de evolución del sector a lo largo del año. El informe de la consultora muestra que, en el acumulado anual cerrado a septiembre, el gran consumo registraba un crecimiento del 8,2% en valor. Sin embargo, los datos de NielsenIQ muestran que los volúmenes de compra cayeron en cinco de los nueve primeros meses del año, llegando a descensos del 3,9% y del 3,5% en abril y mayo respectivamente. La presentación de la consultora muestra que la evolución del sector es similar en el resto de Europa, con una caída del 2,7% en el volumen de compra hasta el tercer trimestre del año. En la comparativa con otros países, el análisis de NielsenIQ apunta a un crecimiento medio del 0,8% en el valor de la cesta de la compra en España. Un porcentaje notablemente menor a los incrementos registrados en Alemania (3,4%) e Italia (3,2%). En el otro lado, el tique medio en el Reino Unido ha caído un 0,1%, y en Francia lo ha hecho un 3,6%.

Decrece la cesta de la compra

El informe también destaca que la disminución del tamaño de la cesta es común en toda Europa como estrategia para contener el gasto. Así, en España ha caído un 5,5% el número de artículos por acto de compra. Un dato superior al del Reino Unido (3%) e Italia (1,3%), pero por debajo de los descensos que se están produciendo en mercados como Francia (6,6%) y Alemania (6,7%)