Política

Así es el imperio de Fanjul, el magnate que acoge al Rey Emérito en su retiro dominicano

  • El empresario es uno de los productores más importantes de azúcar de EEUU
  • Tiene un complejo de lujo en República Dominicana, un aeropuerto, hoteles...

África Semprún, Javier Romera

Tras su abdicación en 2014, una de las primeras cosas que hizo Juan Carlos I fue viajar a la República Dominicana, invitado por los Fanjul, una familia de origen español que había hecho fortuna en Cuba con la caña de azúcar y que tuvo que exiliarse a EEUU tras la revolución castrista. Los Fanjul son propietarios del exclusivo complejo turístico Casa de Campo, ubicado en la provincia La Romana, donde tienen una gran mansión (Casa Grande) con vistas a un parque natural, y donde está previsto que el monarca emérito pase su retiro, al menos de forma temporal. Y es que el mismo lunes, tras darse a conocer que abandonaba España por "la repercusión pública que están generando ciertos acontecimientos pasados de mi privada" viajó a Galicia, de ahí fue a Porto, desde donde cogió un avión que le ha llevado junto a uno de sus grandes amigos.

Juan Carlos I, que llegó a viajar a República Dominicana con la Reina Sofía y sus hijos, es especialmente amigo de Pepe, en cuya casa suele alojarse. Es más, el emérito eligió la compañía del segundo hermano de la familia de los Reyes del Azúcar, republicano confeso, para pasar las Navidades de 2018 y, según publicó Vanitatis a principios de junio, una de las villas que están construyendo en el complejo, valoradas hasta en 13,5 millones de dólares, podría ser el destino elegido para su retiro dorado en plena tormenta en España. 

El monarca, que se crió en el exilio, habría empezado así a planear su viaje a Santo Domingo tras darse a conocer la fortuna que atesora en Suiza, según apunta la fiscalía del país helvético, y que llevó al Rey Felipe VI a quitarle el sueldo y a renunciar a su herencia en pleno confinamiento por el coronavirus. Así, según informó la prensa a mediado de mayo, el rey honorífico de España había elegido la isla caribeña y a su amigo hispano-cubanos para volver a exiliarse.

Casa de Campo es descrito como un paraíso en la tierra rodeado de aguas cristalinas y lujo donde los mosquitos son la única y gran molestia. Además de habitaciones y villas de lujo para las vacaciones, el complejo tiene urbanizaciones y vende casas con piscina con precios que van desde los 550.000 dólares, la más barata, hasta los 13,5 millones de la más cara disponible actualmente. El recinto tiene una gran marina, un club de yates, tres campos de golf profesionales, galerías de arte, centros comerciales, hípica, cines, centros de deporte, mucha naturaleza... Como cualquier complejo turístico del mundo, Casa de Campo también se ha visto afectado por la pandemia del covid-19 y ha activado ofertas de cancelación gratuita y nuevos protocolos de seguridad y limpieza.  

Los cuatro hermanos Fanjul -Alfonso, Pepe, Alexander y Andrés- están acostumbrados a tratar con la realeza y la alta clase política norteamericana. Descendientes de españoles que emigraron en el siglo XIX a Cuba, de niños ya compartían fiestas en su rancho de La Habana con personalidades tan relevantes como podían ser los duques de Windsor y nunca han perdido los contactos con Europa. Forzados a marcharse a EEUU tras la expropiación de todas sus tierras, crearon en 1960 Florida Crystals, con sede en Palm Beach (Florida, Estados Unidos), que multiplicó rápidamente su fortuna. Poco a poco, además, y tras ampliar el negocio a la República Dominicana, empezaron a desarrollar otros sectores, como podía ser el turismo y, sobre todo, el sector inmobiliario, que también ha desarrollado en Palm Beach (Miami) donde vende viviendas de lujo. 

Tras verse obligados a salir de Cuba, el patriarca de la familia Alfonso Fanjul, que había llegado a crear el mayor consorcio azucarero de Cuba, dio instrucciones a sus hijos  para que reconstruyeran el imperio familiar en Florida, en EEUU. Y así fue hasta que en la década de los ochenta decidieron regresar al Caribe.

Fue en octubre de 1984, cuando Alfonso Fanjul y Pepe Fanjul anunciaron que habían llegado a un acuerdo para comprar a Gulf and Western Industries sus negocios azucareros en Florida y República Dominicana, junto con las operaciones asociadas. El precio de la operación no se dio a conocer en su época. En la República Dominicana, la transacción incluyó 240.000 acres de tierra (97.124 hectáreas), un ingenio azucarero, dos hoteles en la capital de Santo Domingo y el exclusivo resort Casa De Campo. Los activos incluidos en la compra de Florida fueron 90.000 acres de tierra (36.421 hectáreas) en el condado de Palm Beach, un ingenio azucarero y una refinería de azúcar. Un ingenio es una antigua hacienda colonial iberoamericana con instalaciones para procesar caña de azúcar. 

En América se dice que dos de cada tres cucharadas de azúcar que se consumen en EEUU provienen del grupo Fanjul Corp y como el principal productor nacional de azúcar refinada, saca al mercado más de siete millones de toneladas de productos dulces cada año a través de sus filiales y marcas: Domino, C&H, Florida Crystals, Redpath, Jack Frost y Tate & Lyle. Las otras propiedades de los hermanos, hijos de emigrantes españoles (Galicia y Burgos), incluyen más de 1.618 kilómetros cuadrados de tierras (400.000 acres), el ya mencionado complejo Casa de Campo de 7.000 acres o 28,3 kilómetros cuadrados de superficie, el aeropuerto Internacional de La Romana y una planta de energía renovable cerca de las plantaciones de Miami, entre otras operaciones en México, Canadá y hasta 20 estados de EEUU, donde tienen un gran poder económico y ascendencia en los dos grandes partidos políticos norteamericanos. El hermano mayor, Alfonso -Alfy- Fanjul, está cerca de los demócratas mientras que Pepe es conocido por donar grandes cantidades de dineros a los republicanos..

Dos de cada tres cucharadas de azúcar que se consumen en EEUU provienen del grupo Fanjul

Según han publicado algunos medios, el poder que rodea a la familia es tal que han conseguido acallar todas las críticas sobre las condiciones laborales que tienen sus trabajadores en las plantaciones de Santo Domingo y que incluso se llegó a frustrar el proyecto de Jodie Foster de rodar Sugarland junto a Robert de Niro en la que ella iba a ser una abogada de los derechos de los trabajadores y De Niro un magnate del azúcar. La familia, que ha promovido centros de estudios solidarios, también está en el punto de mira por los grandes apoyos económicos que recibe la industria azucarera desde el Gobierno y por la controversia que ha generado que el mayo de los hermanos (Alfy) haya apoyado abiertamente el fin de los embargos a Cuba y busque reconstruir ahí parte de su imperio azucarero.