¿Vuelco electoral? Optimismo en el PP, mucha cautela en el PSOE y desaparición de Ciudadanos en un día señalado

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, fue recibido este sábado con pitos y abucheos a su llegada al tradicional desfile militar del 12 de octubre. Pero esa no es la noticia política del día porque sucedió también el año pasado y porque, con permiso de las filtraciones sobre la sentencia del Procés, lo importante siempre acontece después de la tradicional recepción de los Reyes en el Palacio Real.

Porque es ahí donde se entremezcla lo más granado del mundo de la política, la sociedad y la cultura y donde surgen conversaciones y reflexiones en un ambiente menos formal y más distendido. Y el actual momento político y económico del país da para muchas conversaciones.

Es ahí, por ejemplo, donde el líder del PP, Pablo Casado, se ha mostrado optimista de cara a las elecciones del 10 de noviembre dando por hecho que la remontada de su partido ya ha comenzado y que, según las cuentas que manejan, podrían estar a 20 diputados del PSOE de Pedro Sánchez. Y todo ello a pesar de que están renunciando a luchar abiertamente en el terreno de la economía y de ese perfil bajo que vienen manteniendo por aquello de no meterse en jardines que puedan restar lo ganado gracias a los fallos ajenos.

Porque, más allá de algunos detalles puntuales, de eso parece ir esta campaña electoral. De no tocar ni estropear nada, no vaya a ser que todo el mundo vuelva a quedar en evidencia. Y si no que se lo pregunten al PSOE, donde los cuchillos más afilados empiezan a apuntar a Iván Redondo, el gurú que convenció a Pedro Sánchez de que repetir elecciones era la mejor opción.

El desafío catalán, con una sentencia por conocerse de manera oficial porque este sábado ya se ha filtrado ampliamente lo más destacado, puede decidir el resultado electoral más de lo que parecía a comienzos de verano. Porque si en algo han insistido las filas socialistas, con sus ministros a la cabeza, durante el evento en el Palacio Real es en que la respuesta del Gobierno a potenciales desordenes públicos será "progresiva y no contundente".

¿Eso quiere decir que el artículo 155 se retira definitivamente de la mesa? Al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, le ha tocado una buena papeleta y por ello sus compañeros del Consejo de Ministros cierran filas en torno a él porque saben que cualquier chispa que estos días pueda saltar tendrá su reflejo en el resultado electoral. Cataluña es en estos momento un material mucho más inflamable que la economía o que el traslado de los restos de Franco.

Pero si algo ha llamado la atención este mediodía ha sido la espantada del líder de Ciudadanos, Albert Rivera, que puede decirse que más bien ha estado en el Palacio Real de cuerpo presente. Al contrario que en épocas pasadas, el líder de la maltrecha formación naranja no se ha prodigado por los corrillos ni se ha dejado ver tanto como lo han hecho otros importantes invitados del panorama político.

Que Albert Rivera hizo mutis por el foro fue uno de los comentarios mas extendidos tras el evento, lo que refleja el estado en el que se encuentra su partido de cara a las elecciones. Y eso sí que puede alterar el resultado de las mismas.